La primera vez se llevó tremendo susto. En un auto amarillo con vidrios polarizados habían al menos tres personas, dos hombres y una mujer.
Juanita y Marisol, su hija de 18 años, estaban por llegar a su casa cuando un hombre y una mujer se les pararon enfrente. “Nos la llevamos”, dijeron. Juanita comenzó a gritar y en su intento de salvar del secuestro a Marisol le pidió que corriera y ambas cayeron al suelo. Los delincuentes trataron de arrastrar a la pequeña al auto, pero no pudieron. Los vecinos ya salían y eso les obligó a irse.
La segunda vez, caminaban por la noche rumbo a la tienda. Marisol ya con 20 años. Una camioneta roja con vidrios polarizados, tipo Van, comenzó a lanzarles luces altas e iban atrás de ellas. Les tocaron el claxon y alguien les pidió que se detuvieran. No lo hicieron.
De repente la camioneta se subió a la banqueta tratando de acorralarlas. Un hombre descendió del vehículo y se puso atrás mientras otro iba hacia el frente. Justo al segundo los perros se le fueron encima y Juanita gritó a Marisol que corriera a la casa de su tío que ya estaba cerca. Ella también intentó correr, pero cayó lastimándose la rodilla. Los vecinos ya salían por el escándalo. Los perros las salvaron. Los secuestradores se vieron obligados a huir. Pero Juanita, a sus 44 años, padece de diabetes, presión alta y la rodilla le duele todo el tiempo.
La han asaltado siete veces en el autobús cuando va de regreso a su casa después de trabajar. La han lastimado porque no llevaba dinero. Dos veces ha tenido que bajarse porque reconoce a los asaltantes cuando van a subir. La ubicación de su casa, la colonia Guadalupe Victoria de Otzolotepec.
Si bien es un tema grave en todo el Estado de México, la desaparición en los municipios de Xonacatlán y Otzolotepec, además de la zona norte de Toluca, se ha convertido en una constante. Sólo hay que ver el número de fichas de jóvenes desaparecidas. Además de la camioneta roja tipo Van y del carro amarillo, señalan un taxi. Los tres vehículos con vidrios polarizados y sin placas.
Feminicidios y desapariciones en la zona preocupan a la población. Se han reportado varias veces a las autoridades, municipales y estatales, pero nada se hace por aumentar la vigilancia. Hay miedo en las calles, muchas sin alumbrado público.
Es importante considerar que es mentira que deban pasar 72 horas para reportar una desaparición. Debe ser de inmediato porque las primeras horas son decisivas. Alerta Odisea y Alerta Amber son los programas de búsqueda de personas y de niñas, niños y adolescentes. Es importante denunciar si no hay buen trato en la Fiscalía de Justicia del Estado de México. Que no te intimiden ni sientas pena, la vida de tu ser querido está en riesgo.
Este es un llamado a las autoridades. Madres piden seguridad para sus hijas. Recuerda que se puede llamar al 800 89 02 940 o 722 283 20 12 y también al 722 283 21 00.