En los últimos días dos presidentes municipales han sido acusados de violencia de género. Por un lado Diego Moreno alcalde de Santiago Tianguistenco, al que se le acusa de violación. Por el otro, Raymundo Martínez, de Toluca, quien es acusado de violencia por su exesposa Viridiana Rodríguez, además de secuestro exprés del papá.
Para nosotras las mujeres la lucha ha sido intestina, indiscriminada, es decir, gigantesca. Desde siempre hemos sido discriminadas, minimizadas. Ha sido una lucha histórica para obtener justicia, si nos violan o golpean, sobre todo porque la impunidad ha sido una constante.
Desde Hipatia de Alejandría, Sor Juana Inés de la Cruz, hasta Malala, mujeres valientes y valiosas, que dedicaron su vida a defender al género, han surgido muchas mujeres que, como ellas, han emprendido grandes luchas para lograr que hoy, con sus deficiencias, la ley nos proteja.
Después de miles de mujeres asesinadas Diana Russell utilizó el término femicide por primera vez en 1976 ante el Tribunal Internacional sobre Crímenes contra la Mujer en Bruselas, definiendo así las formas de violencia contra la mujer.
Russell, junto con Jane Caputi, redefinen este concepto en el año 1990 como el asesinato de mujeres por hombres motivado por el odio, desprecio, placer o sentido de posesión hacia las mujeres, y por estos años empiezan las leyes que nos han ido protegiendo.
Hay que poner énfasis en que tuvieron que pasar mil 992 años, para que reconocieran que los hombres mataban a las mujeres con saña, sólo por ser mujeres, y por el hecho de que podían; ha costado mucho trabajo y vidas el conseguir que reconozcan los derechos femeninos.
Ver que hoy dos hombres poderosos, que además son figuras públicas, están siendo perseguidos por el probable hecho de haber atentado y maltratado a dos mujeres, es algo que nos puede dar la tranquilidad de que se la deben pensar a la hora de actuar con saña o ejercer fuerza sobre una mujer.
Pero también sería una desgracia que las mujeres estén siendo utilizadas para acusar falsamente a cualquiera de los alcaldes y que no haya habido ninguna violación o sea mentira la supuesta violencia de género y tanto Viridiana como Ingrid estén de acuerdo con quienes contienden políticamente contra los ediles Diego y Raymundo, aprovechando la coyuntura y próximas elecciones de 2024.
Hay algo que no podemos hacer, que se perviertan las luchas feministas que nos han llevado a que se respeten nuestros derechos por posiciones de poder. Que la justicia se aplique, por supuesto, porque para eso hemos luchado.
