Sin lugar a dudas, el mandatario Andrés Manuel López Obrador, pretende seguir engañando al pueblo sabio y al que le desee creer en lo que resta de su pésima administración, debido a que el próximo cinco de la Constitución que celebrará en Palacio Nacional ante sus vasallos, dará a conocer las nefastas iniciativas que enviará al Congreso Federal para que le sean aprobadas “fast track” por sus incondicionales diputados y senadores morenistas y sus rémoras del PT y PVEM, en el último periodo de sesiones que concluye en agosto próximo.
Las chantajistas, mentirosas y perversas Iniciativas, siguen enfocadas en demeritar, encapsular y apoderarse de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), con la firme intención de tener bajo su mando los tres Poderes de la Unión, de igual manera tener bajo su yugo al Instituto Nacional Electoral (INE) aunque ya tiene a varios morenistas como consejeros, -incluyendo- a la sumisa presidente Guadalupe Taddei, a quien debemos seguir con lupa para que no cargue la ley ni los dados en favor de Morena, recordemos que el INE es el árbitro de las contiendas electorales.
No olvidemos que el próximo domingo 2 de junio estará en disputa la presidencia de la república, 8 gubernaturas, Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz, Yucatán y la Ciudad de México; el Congreso Federal, 500 diputados y 128 senadores; así como 19 mil cargos públicos, entre los que destacan poco más de mil 500 presidencias municipales con sus respectivos cabildos.
Precisamente, López Obrador, dijo que intentará concluir su gestión con un paquete de reformas legislativas que por supuesto necesitan de mayoría calificada y pretende tenerla después de las elecciones del dos de junio próximo con Morena y sus rémoras del PT y PVEM, pues para que se logre consolidar una iniciativa necesitan 334 votos de los 500 posibles de diputados y 86 senadores.
En las actuales Legislaturas de ambas Cámaras, Morena y sus chupacabras del PT y PVEM, cuentan con 273 diputados y 73 senadores y es por ello que no pueden modificar ningún artículo de nuestra Carta Magna.
Dichas iniciativas no pasarán en el último periodo de sesiones que inicia en febrero por carecer de mayoría de sufragios de los diputados y senadores, pero sus pretensiones y excesos políticos que pretende instaurar el aferrado tabasqueño en su Plan Electoral C, es la desaparición del INE para reducirlo a su mínima expresión y sea el Poder Ejecutivo el que tenga el absoluto control para las próximas elecciones a través de la secretaría de Gobernación, iniciativa abusiva y autoritaria.
De igual manera, dentro de su Plan Electoral, está la desaparición de las 200 diputaciones plurinominales y 64 senadores de primera minoría para dejarlos en 300 Diputados y 64 senadores.
También pretende recortar partidos políticos.
Respecto a la iniciativa del Poder Judicial, sigue aferrado a que los jueces sean electos por el voto en las urnas, propuesta populachera y demagoga y sin idea de la ardua labor que desempeñan jueces, magistrados y ministros.
De igual manera, pretende el tabasqueño otra absurda iniciativa en materia de pensiones, pues pretende cambiar las Afores para buscar una mayor intervención del Estado en materia de recursos económicos, para seguramente disponer de ellos a su arbitrio y cuando le venga en gana.
En materia de Bienestar, también pretende bajar la edad de 65 a 60 años para la entrega de Pensión de Adulto Mayor.
Asimismo, propondrá modificaciones en salarios y pensiones, con la finalidad de incrementar las jubilaciones con cargo al sector privado y también al presupuesto público.
Es preciso mencionar que las iniciativas las presentaría hasta septiembre próximo con las nuevas Legislaturas, pero lo hará en febrero, porque sabe de antemano que no pasarán por no contar con los votos de una mayoría calificada y seguir echándole la culpa (“fiel a sus convicciones”), a los diputados y senadores de oposición del PRI, PAN y PRD, acusándolos de no querer el beneficio del pueblo y de su trillada y mentirosa frase “primero los pobres”.
Sobre este tema, especialistas en materia laborar, declararon la semana pasada que ni las naciones con sistema de pensiones sólidas otorgan el 100 por ciento de su salario a sus trabajadores al momento de jubilarse.
El diario El Universal, publicó el viernes pasado, que el expresidente de la Comisión Nacional del Sistema del Ahorro para el Retiro, Carlos Ramírez, dio ejemplos de tres de los mejores países del orbe en materia de pensiones como Dinamarca, Holanda y Australia, señalaron que no tienen tasas de reemplazo de 100 por ciento. Dinamarca, es la nación con el 70%, es la que tiene mayor porcentaje, según datos de la OCDE.
Se refirió a que en México Pemex, el IMSS y la CFE pueden dar pensiones con una tasa de reemplazo de 100%, “pero el problema es quien paga y en esos subsistemas los que aportan son los contribuyentes”.
Sin lugar a dudas, estas iniciativas que enviará López Obrador son con fines electoreros y por supuesto que son perversas, darán mucho de qué hablaren los próximos meses, pues de antemano sabe el tabasqueño que nuestro país no está preparado ni cuenta con los recursos económicos ni con la infraestructura gubernamental para lograr dicho objetivo, pero Amlo en sus nefastas mañaneras acusará -fiel a su costumbre- que la oposición no le ha ayudado a construir un México mejor.
Afortunadamente, los resultados negativos a lo largo del sexenio de la autollamada cuarta transformación están a la vista de los más de 128 millones de mexicanos y son palpables como el bajo crecimiento económico en toda la gestión amloista que será de un raquítico 1.2%; el más bajo desde 1935, es decir desde hace 89 años, claro está, López Obrador nunca maneja cifras reales.
La canasta básica se ha disparado en la gestión del macuspano, ya que en la administración del corrupto Enrique Peña Nieto, el tipo de cambio a noviembre de 2018 estaba a 20.34 pesos frente al dólar, la canasta básica tenía un costo de 697 pesos, un total de 34.27 dólares; mientras que hoy, el tipo de cambio a diciembre de 2023 era de 17.36 y con todo y lo que expresa Amlo, que el peso está “fortachón”, la canasta básica cuesta mil 270 pesos, es decir 73.15 dólares y está más cara en 113% que en la gestión de Peña. ¿Qué tal su peso “fortachón”?
De igual forma, sus “obras faraónicas” no han funcionado y sus presupuestos iniciales se han triplicado como el Aifa, la Refinería Dos Bocas que no ha refinado un solo litro de gasolina; el Tren Maya cuyo costo inicial fue de 150 mil millones de pesos, hoy va en 500 mil millones de pesos y por supuesto no será redituable, pues nunca se podrá recuperar la inversión.
La corrupción está peor que en sexenio de Peña Nieto, simplemente siete de cada 10 licitaciones son adjudicadas directamente; el fraude en Segalmex asciende a 15 mil pesos que mal dirigió Ignacio Ovalle Fernández, amigo personal de López Obrador, no fue inhabilitado ni sancionado, se mantiene sin acusaciones pese a las pillerías cometidas por personal a su cargo, sigue premiado y Amlo lo instala de la Secretaría de Gobernación en abril de 2022.
La deuda interna y externa contratada por el gobierno de Amlo ascenderá en todo el sexenio a ¡cinco billones de pesos!; la más riesgosa de las últimas décadas. Datos de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), señalan que en los anteriores cinco años el saldo de la deuda pública del actual régimen presentó un acumulado de 3.314billones de pesos, lo que significa un incremento del 39.9%.
Sin dejar de lado, el 1.8 billones de pesos que le autorizaron sus esbirros diputados morenistas y sus rémoras petistas y verde ecologistas para este 2024, por lo que asciende a 5 billones de pesos y será poco manejable para la siguiente administración y de eso, Amlo hace mutis, pues su fanfarronería y su mitomanía lo han perdido, es un gobierno fallido.
