Como lo comenté en uno de mis artículos anteriores, ninguna institución de salud, noticiero o especialista en el tema ha tenido la capacidad de orientar a la población de cómo protegerse mediante un hábito natural de alimentación ante las altas temperaturas y la radiación solar que se han registrado y que se espera una vez que entre la primavera este 2024.
La radiación solar ha sido un motivo para que las grandes empresas promotoras de cremas y aceites que falsamente aseguran proteger contra los efectos de los rayos del sol hagan su agosto. Las distintas marcas han sido cuestionadas y desmentidas en su propaganda no solo por autoridades de México sino de la misma FDA de Estados Unidos.
¿Cómo es posible que personas que trabajan más de nueve o doce horas bajo el inclemente sol no padezcan problemas de la piel cuando su alimentación ha sido un tanto apegada a principios naturales? Por ejemplo, un pescador de Acapulco, o cualquier otro puerto, que por la sal del mar su cabello se amarillenta, no padece problemas de la piel.
Y lo mismo ocurre con trabajadores del campo, la navegación, de la construcción y los de servicios en general como albañiles, herreros, jardineros, barrenderos, etcétera, que no andan con delicadeces.
Es tan dudosa la aplicación de bloqueadores solares que la Administración Federal de Drogas y Alimentos (FDA) reformuló los estándares para reetiquetarlos al concluir que la mayoría ofrece menos protección de lo que anuncian.
Es tan sencillo ahorrar dinero y tiempo para poder prescindir de los bloqueadores solares mediante un sencillo cambio de hábitos alimenticios ya que, por ejemplo, si nos informáramos adecuadamente sabríamos cosas tan básicas como que la toronja contiene alfahidroxiácidos (AHA), conocidos como ácidos frutales, molécula sencilla, que le permite trabajar de manera eficiente para llevar agua y minerales a la célula y mantenerla joven y resistente contra factores externos.
Si quiere combatir arrugas y ahorrarse el carísimo botox y bloqueadores solares y mantener una apariencia juvenil en rostro, cuello, manos y piel consuma toronja o una ensaladas de alimentos crudos naturales en el desayuno.
Con esto no solo contribuirá a tener una mejor salud sino a hacer un aporte contra el cambio climático y el despilfarro de recursos naturales como el agua además de no contaminar con detergentes y grasa el caño de su casa, que finalmente va a ríos y cañadas.
Una alimentación natural que no requiere largos procesos de cocción mediante gas, aceites y un sinfín de insumos que dañan nuestras arterias permite en la tarja de lavado contaminar menos el agua y el medio ambiente. Pero por desgracia los hábitos a nivel mundial mediante la propaganda de grandes consorcios que no velan por la salud sino por el dinero se han encargado de promover que las tres comidas del ser humano y sus entremeses deben ser de embutidos, carbohidratos refinados, etcétera, en contra de toda naturaleza.
Una alimentación natural será el mejor protector contra la radiación solar. No solo le hará bien a su salud sino también a su bolsillo.
