Dalí, La Divina Comedia

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Dalí, La Divina Comedia

Miércoles, 20 Marzo 2024 00:10 Escrito por 
Ivett Tinoco Ivett Tinoco Matices

Abre la mente a lo que te manifiesto y aférralo dentro; que no se hace ciencia, sin retención de lo que se ha entendido: Dante Alighieri

Hace unos días visité la Galería Universitaria ubicada en mi ciudad para disfrutar de la exposición "Dalí, La Divina Comedia". Más allá de los detalles que nos brindan en el recorrido, me quedé reflexionando sobre la profunda conexión entre estos dos iconos de la cultura universal.

Reflexionando sobre ello, a simple vista la vida puede parecer una línea recta, excepto que nuestra experiencia nos revela que poseemos la capacidad de movimiento y, lo que es aún más profundo, la capacidad de trascender. Aunque no siempre lo cultivemos, como seres humanos tenemos la facultad de superar lo común, lo tangible y lo mundano, en busca de un estado de mayor significación y comprensión.

A lo largo de la historia, algunas personas no sólo han comprendido la vida, sino que también la han experimentado en un nivel más profundo, buscando significados más allá de lo mundano y tangible. Dante Alighieri y Salvador Dalí son ejemplos claros de esto; su proceso creativo trasciende el tiempo, y lo que plasman en su obra conecta y comunica de manera atemporal en un continuum. Alighieri, uno de los más grandes escritores de la literatura universal, y Dalí, uno de los más destacados pintores surrealistas, emplearon una rica iconografía religiosa y simbolismo en sus obras; ambos, a través de sus ideas y expresiones artísticas, nos brindan una comprensión humana que trasciende lo convencional.

Cada época ha enfrentado tensiones derivadas de divisiones políticas, desigualdades sociales y conflictos de clase. En cada época, se han debatido cuestiones religiosas, éticas y filosóficas. Dante Alighieri profundizó en estas complejidades en su obra maestra, 'La Divina Comedia', explorando la moralidad, la religión y la política en la sociedad medieval. Por otro lado, el surrealismo, encarnado por artistas como Salvador Dalí, desafió las convenciones establecidas durante el siglo XX.

En 1950, el Instituto Poligráfico del Estado italiano encargó a Dalí la ilustración de La Divina Comedia en anticipación a la conmemoración del nacimiento del poeta. A pesar de que Dalí completó las ilustraciones, el encargo fue anulado debido a diversas circunstancias. Para fortuna nuestra, la obra ilustrada de Dalí basada en La Divina Comedia se encuentra en México, donde será exhibida en tres ciudades: Querétaro, Toluca y Ciudad de México. Durante los meses de marzo y abril, la exposición estará en Toluca, ubicada en el edificio de rectoría, específicamente en la Galería Universitaria "Fernando Cano".

En la exposición, se tiene la oportunidad de contemplar las cien obras en la que Dalí reinterpreta cada canto de La Divina Comedia con su distintivo estilo surrealista, agregando una capa adicional de profundidad y provocación a la exposición.

La propuesta museográfica parte del impactante "Hombre Hipercúbico" de Dalí, una obra emblemática que busca capturar la esencia de la belleza metafísica y que sirve como piedra angular para toda la exposición. La museografía no sólo se limita a mostrar las obras, sino que también busca sumergir al visitante en una experiencia sensorial completa. Mediante la iluminación cuidadosamente diseñada, la disposición estratégica de las obras y una atmósfera envolvente, la exposición invita al espectador a adentrarse en un fascinante viaje a través del infierno, el purgatorio y el paraíso, tal como lo describe Dante en su obra maestra.

Tanto La Divina Comedia, como las ilustraciones, se gestaron en el contexto del exilio. Ambos artistas plasman de manera magistral un diálogo atemporal sobre la condición humana y el poder trascendental del amor.

Al sumergirnos en este viaje guiado por Dalí y su magistral interpretación de La Divina Comedia, nos adentramos en mucho más que un conjunto de obras de arte. Nos encontramos con la esencia misma de la humanidad, con sus luchas, aspiraciones y anhelos de trascendencia. Nos enfrentamos a un reflejo de nuestra propia existencia, de nuestras batallas internas y de nuestra búsqueda constante de significado, así como del poder transformador del amor, ese hilo conductor que atraviesa todas las épocas y experiencias.

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Ivett Tinoco García

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