Tener algo de ansiedad en realidad puede ser bueno para nosotros, porque nos ayuda a estar alerta cuando estamos en situaciones diferentes o estresantes, pero puede ser un problema cuando estos síntomas comienzan a interferir con tu vida o te hacen sentir que no tienes control sobre ti. ¿Crees que podrías tener ansiedad? ¿Sabes cuáles son los síntomas de la ansiedad?
El término ansiedad se refiere a un sistema de defensa biológico que activa un efecto fisiológico o emocional (generalmente desagradable) cuando percibimos que una situación es potencialmente peligrosa. Esta respuesta también se conoce como “lucha o huida”. Nuestro cuerpo libera ciertos tipos de neurotransmisores que hacen que tengamos los sentidos intensificados, lo que sería útil en caso de un ataque o una situación peligrosa.
Sin embargo, este sistema que salva vidas puede causar algunos problemas si nuestro cuerpo lo usa de manera inadecuada, lo que puede suceder si percibimos una situación como insegura cuando en realidad no lo es, lo que hace que el cuerpo produzca más hormonas de las necesarias, causando muchas veces efectos secundarios desagradables. Cuando estamos en estas situaciones durante un periodo de tiempo prolongado, nuestra ansiedad empieza a controlarnos, y no al revés, lo que puede hacernos sentir indefensos e incómodos. Más mujeres sufren de ansiedad que hombres, y generalmente es causada por el estrés cotidiano, como lidiar con situaciones nuevas, estar en un ambiente de mucho estrés o estar rodeado de gente si vives con ansiedad social.
Existen diferentes tipos de ansiedad dependiendo de la intensidad y frecuencia de los síntomas, y existen diferentes tipos de síntomas, que son los siguientes: síntomas físicos, síntomas psicológicos, síntomas conductuales, síntomas cognitivos y síntomas sociales.
Es casi imposible hablar de todos los síntomas que puedes sufrir si tienes ansiedad, por eso destacaremos los 10 síntomas más comunes y cómo ayudar a mantenerlos bajo control.
1. La baja autoestima y la depresión son un síntoma común de la ansiedad.
Es bastante común que alguien con ansiedad también tenga baja autoestima y depresión, lo que puede provocar irritabilidad y fatiga. La baja autoestima conduce a la depresión, razón por la cual la ansiedad y la depresión suelen ir de la mano. La depresión también puede empeorar la ansiedad e incluso provocar pensamientos y tendencias suicidas (aunque sólo le ocurre a un porcentaje muy pequeño de personas).
2. Dolor de pecho es un síntoma común de ansiedad.
Algunas personas pueden sentir que su ritmo cardíaco aumenta y notan un dolor en el pecho, que a veces se confunde con un ataque cardíaco. Como muchos pacientes ya se encuentran en un estado de alerta elevado, pueden comenzar a preocuparse por estos síntomas, lo que puede empeorarlos, haciendo que la persona se sienta aún más nerviosa e incómoda.
Ten en cuenta, sin embargo, que hay una razón para este dolor en el pecho aparentemente inexplicable. Este dolor es causado por un exceso de aire en nuestros pulmones, lo que hace que estos se expandan y golpeen la caja torácica, haciéndonos sentir algo de presión y tensión muscular. Con esta tensión, nuestros músculos se debilitan y sentimos dolores agudos en el pecho. Si comienzas a experimentar esto, masajea tu espalda, pecho y hombros para relajar los músculos y evitar que la sensación empeore.
Cómo ayudar: consulta con un médico para asegurarte de que no tengas problemas de salud subyacentes. El solo hecho de asegurarse de que no pasa nada puede ayudarte a relajarte más. El yoga y la meditación pueden ayudarte a respirar de forma más eficaz, lo que a su vez ayudará a aliviar el dolor en el pecho.
3. La dificultad para respirar es un síntoma común de ansiedad.
¿Alguna vez has sentido que no puedes respirar por completo o que no puedes respirar? Es una sensación incómoda y uno de los síntomas comunes de la ansiedad, pero afortunadamente sabemos por qué sucede. Nuestros cuerpos regulan la cantidad de aire que entra y sale a la vez, pero cuando estamos nerviosos, tendemos a respirar más rápido y a tomar más oxígeno del que necesitamos. Cuando esto sucede, necesitamos reequilibrar nuestros niveles de oxígeno, lo que podemos hacer conteniendo la respiración o ralentizándola.
Cómo ayudar: utiliza ejercicios de respiración para detener la hiperventilación y reducir el grado de ansiedad. Inhala lentamente por la nariz durante 5 o 6 segundos, sostén durante 3 a 5 segundos, luego exhala lentamente por la boca durante 7 segundos. El yoga también enseña técnicas de respiración que pueden ayudarte a calmarte durante un ataque de ansiedad.
4. El mareo es un síntoma común de ansiedad.
Es posible que te sientas mareado y desorientado, lo que puede provocar que sientas que te vas a desmayar. Esto es causado por la hiperventilación en reacción a un factor estresante.
Si te preocupa desmayarte o desmayarte ante estas situaciones aterradoras, ¡recuerda que es casi imposible! Te desmayas cuando la presión arterial es débil, lo que deja al corazón sin oxígeno y sangre. Sin embargo, en situaciones que producen ansiedad, es probable que tu presión arterial aumente, por lo que es improbable que te desmayes durante un ataque de ansiedad.
Otro síntoma de ansiedad es la palidez, que suele ocurrir en momentos de extrema ansiedad porque la sangre se envía a nuestros músculos para prepararse ante una situación de lucha o huida. En estos casos, intenta recordar que es un proceso biológico normal y que no hay nada de qué preocuparse.
Cómo ayudar: descarta cualquier problema de salud subyacente.
5. La aprensión es un síntoma común de ansiedad.
La aprensión nos hace pensar y preocuparnos por posibles escenarios futuros desagradables. Si estás pensando y preocupándote constantemente por todas las cosas malas que podrían suceder en el futuro, será más difícil tener relaciones y aprovechar al máximo cada día.
Cómo ayudar: Aprende a pensar positivamente. La ansiedad puede provocar muchos pensamientos negativos inútiles. Intenta identificar cualquier pensamiento inútil y replantéalo de manera positiva. Hazte preguntas sobre pensamientos como "¿es este pensamiento realista?" o “¿qué es lo peor que puede pasar?”
6. La inquietud constante es un síntoma común de ansiedad.
La ansiedad suele provocar que las personas estén constantemente nerviosas e inquietas, sin ningún motivo real. Esta sensación de inquietud y malestar es uno de los síntomas más comunes de ansiedad.
Cómo ayudar: Una de las mejores cosas que puedes hacer para lidiar con la inquietud es ponerte en movimiento. Comienza con una caminata diaria de 45 minutos. Realiza regularmente actividades físicas que disfrutes para poder cumplir con un horario semanal.
7. La dificultad para dormir es un síntoma común de ansiedad
Muchas personas con ansiedad también sufren trastornos del sueño, como insomnio y pesadillas. Cuando pasamos mucho tiempo preocupándonos por algo, se nos queda atrapado en la cabeza y literalmente nos mantiene despiertos por la noche. Es importante intentar relajar la mente y evitar pensar en cuánto necesitas dormir. Si te preocupa no poder quedarte dormido, será aún más difícil hacerlo.
Cómo ayudar: Mejora tu calidad de sueño. La mayoría de nosotros necesitamos dormir entre 7 y 8 horas por noche. Apaga tu televisor y todos los demás dispositivos electrónicos una hora antes de acostarte y relájate meditando o escuchando música.
8. La sudoración es un síntoma común de ansiedad.
Cuando tienes ansiedad, tu cuerpo se prepara para luchar o escapar, lo que hace que tu temperatura corporal aumente. Cuando nuestra temperatura corporal aumenta, sudamos para intentar enfriarla, que es lo que hace que sudemos cuando nos sentimos ansiosos.
Cómo ayudar: No podemos impedir la capacidad del cuerpo para enfriarse, por lo que no hay forma de detener la sudoración. Para evitar el exceso de sudoración, busca formas, como técnicas de respiración, para mantener la calma.
9. La rigidez es un síntoma común de ansiedad.
Si estás cansado y tenso todo el día, tu cuerpo puede llegar a un punto en el que no pueda relajarse por sí solo, lo que puede causar rigidez muscular, dolor de espalda, dolores de cabeza, etc.
Las personas con ansiedad suelen quejarse de dolor en los hombros, el cuello, la cabeza e incluso en la cara… pero ¿por qué en estas zonas? Cuando estamos estresados o ansiosos, estas son las primeras áreas que mantienen esta tensión muscular. Es posible que sientas que tensas los hombros y los levantas hasta las orejas. Si notas esto, respira profundamente algunas veces e intenta relajarlos.
Cómo ayudar: Adopta una rutina de estiramientos de hombros y cuello una o dos veces al día. El yoga también puede ser muy eficaz para reducir la rigidez de los hombros y el cuello. Haz rodar una pelota de tenis entre tu espalda y una pared para ayudar a aliviar la rigidez.
10. El pensamiento obsesivo es un síntoma común de ansiedad.
Las personas con ansiedad suelen tener pensamientos negativos recurrentes, que pueden hacerles sentir que no tienen control sobre su vida y que su percepción de la realidad se ve alterada. Las personas con ansiedad pueden empezar a sentir que están en peligro o amenazadas, lo que puede hacerles empezar a sentir que se están “volviendo locos”. Trata de ser realista y recuerda que lo que sientes probablemente no sea real.
Cómo ayudar: Comprende y acepta estos pensamientos como un síntoma de tu ansiedad. La terapia cognitivo-conductual es una herramienta eficaz para abordar el pensamiento obsesivo.
Recuerda que siempre es adecuado el acompañamiento de una persona profesional capacitada para ayudarte a mejorar tu calidad de vida. No dudes en pedir ayuda. Si requieres asesoría puedes contactarme a través de mis redes sociales.
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