El Maestro Rius. Erudito y precursor de la caricatura de combate

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El Maestro Rius. Erudito y precursor de la caricatura de combate

Viernes, 16 Agosto 2024 09:07 Escrito por 
Juan Manuel Pedraza Juan Manuel Pedraza Ecos del pasado

Entre los múltiples acontecimientos tan diversos que se conmemoran en el mes de agosto destaca uno muy importante para la Historia, el periodismo y la gráfica mexicana: el triste deceso de Eduardo del Río “Rius”, destacado caricaturista político en México e iniciador de la sátira política mexicana hacia el oficialismo. Rius falleció un 8 de agosto de 2017 en su residencia de Tepoztlán, Morelos, dejando un gran vacío en la caricatura de combate y en el periodismo mexicano. Pero antes de analizar su brillante obra, es necesario una breve semblanza biográfica.

Eduardo del Río nació en Zamora, Michoacán un 20 de enero de 1934, huérfano de padre a los seis meses y proveniente de una familia tradicionalista, Eduardo del Río cursó su formación inicial en colegios católicos, esto debido al rechazo de su madre al modelo de educación socialista que implementó el presidente Lázaro Cárdenas; sin embargo, las carencias y penurias lo obligaron a aceptar diversos empleos mal remunerados como lavador de vasos, embotellador de refrescos, encuadernador, vendedor de libros y dependiente de una funeraria, fue en estos momentos cuando Rius comenzó a dibujar en sus ratos de ocio.

En 1954 el editor Francisco Patino invitó a Rius a publicar sus monitos para la revista de humor y variedad Ja-ja, de esta manera el país conoció por vez primera el humor de Eduardo del Río, posteriormente, pulió su estilo, experiencia y crítica, de esta manera empezó a hacer sátira política, lo que le causó severos problemas no sólo con el gobierno, también con los diarios que lo contrataban. En una época donde la palabra de los políticos y del partido oficial era una verdad inobjetable, las acciones de Rius fueron un parteaguas en el periodismo crítico y de combate.

Aunado a las críticas, la censura y la constante represión, los cartones que Rius publicaba también le valieron mucho prestigio dentro y fuera del país. Incluso recibió el Premio Nacional de Periodismo en 1959 de la mano del presidente Adolfo López Mateos. Sin embargo, al iniciar el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz en 1964, la censura periodística y las amenazas tomaron una postura más feroz y autoritaria, por lo que ningún diario de circulación nacional quería contratar a un joven Eduardo del Río.

Fue así como llegó la oportunidad de su vida en el año 1965. El editor Rafael Viadana invitó a Rius para elaborar y publicar una historieta ambientada en el contexto rural. Rius se enfrentaba a un gran desafío, puesto que nunca había hecho una historieta de larga duración. Después de unos bocetos y una serie de ideas nacieron Los Supermachos, una de sus obras más emblemáticas, conocidas y críticas de la política mexicana, empero, Los Supermachos también le valió el enojo y la enemistad del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz.

La historieta narraba las aventuras acontecidas en el pueblo ficticio de San Garabato de Las Tunas, alegoría del México rural, gobernado por el presidente municipal y cacique Don Perpetuo del Rosal, representante del partido oficial. Asimismo, en la historieta don Perpetuo es confrontado por el indígena “Calzoncin”, personaje de la clase popular pero con un alto conocimiento filosófico y político que muy a menudo representa la conciencia de clase y la oposición política hacia el Partido Revolucionario Institucional.

La historieta abordaba temas muy complejos como el abuso de poder, la corrupción, la desigualdad social, la falta de democracia, el comunismo, la influencia de los Estados Unidos en nuestro país, la ambición política, entre otros. Todos ellos presentados de una forma muy amena, humorística y mordaz, por lo que no es exagerado afirmar que cientos de miles de lectores se politizaron gracias a Rius. Pero no todo eran elogios para el querido caricaturista.

Con el éxito de Los Supermachos también vino la censura, y muy pronto Rius perdió los derechos de su obra y fue excluido de su propia revista. El gobierno de Díaz Ordaz estaba muy molesto con él, incluso llegó a hacerle un simulacro de fusilamiento para censurar su obra y cartones, Rius cuenta que llegó a salvarse gracias a la intervención del expresidente Lázaro Cárdenas. Posteriormente, Eduardo del Río hizo una nueva historieta: Los Agachados, en la cual nunca faltó la crítica y la sátira política y social, cumpliendo cabalmente su labor.

La revista de Los agachados fue publicada por nueve años consecutivos, en ella Rius gozó de plena libertad para tratar cualquier tipo de temas. Asimismo, comenzó una prolífica carrera como escritor de temas muy diversos como política, historia, ateísmo, ecología, medio ambiente, corrupción, educación, salud y alimentación, a lo largo de toda su carrera Eduardo del Río escribió más de un centenar de libros, todos ellos comprensibles que influyeron en el conocimiento y la educación de muchos mexicanos de diversos niveles educativos.

En la segunda mitad del siglo XX, el prestigio de Rius fue aumentado, y su humor sirvió de referencia para dar paso a una nueva generación de caricaturistas críticos. Por más de 60 años Rius no sólo fue un maestro de la caricatura política, fue pionero de la crítica al PRI, inspiración para varios artistas y educador de muchas generaciones. Su legado vivirá para siempre en la historia del periodismo mexicano. Rius transforma la caricatura política en México y la convirtió en un medio para generar conciencia política y social. Hoy, a siete años de su deceso le recordamos y decimos ¡GRACIAS, MAESTRO RIUS!

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