En su compromiso 50, a la presidenta Claudia Sheinbaum le faltó incluir a los municipios de Coacalco, Tultitlán y Tlalnepantla, que aunque no forman parte de lo que se considera la zona oriente del Estado de México, sí sufren una gran problemática, sobre todo en tiempo de lluvias, cuando la intensa y violenta bajada de agua de la Sierra de Guadalupe afecta a colonias y hogares que han perdido durante cada temporada todos sus bienes personales.
No solo los municipios de la zona oriente del Estado de México están fuertemente conectados con la Ciudad de México, sino que se trata de 59 que forman parte de la gran conurbación y que padecen, en distintos grados, la misma problemática que los de la zona oriente.
Para la presidenta Claudia Sheinbaum, son los municipios de Ecatepec, Chalco, Valle de Chalco, Chimalhuacán, Texcoco, Los Reyes La Paz, Ixtapaluca, Chicoloapan y Ciudad Nezahualcóyotl, o Neza, los que sus asesores consideran de mayor marginación, pero se equivocan. Al interior del resto prevalece un gran abandono. Hay que recorrerlos a fondo o vivir en ellos para constatar una serie de carencias, como el obsoleto drenaje de una de sus principales avenidas, la José López Portillo, producto de la corrupción.
El agresivo crecimiento urbano habitacional ha dejado como consecuencia una región donde, de manera acelerada, ha ido desapareciendo toda actividad agrícola y ganadera. En aras de dar prioridad a las inmobiliarias, las áreas verdes ya son escasas y el parque vehicular aumenta cada día, a la par de los índices de contaminación.
Durante la tromba del pasado 15 de septiembre se perdieron millones de horas-hombre y miles de hogares vieron irse, con la violenta corriente de agua, sus enseres domésticos y su patrimonio de toda una vida. No hubo poder humano que detuviera la bajada de agua por las cañadas o barrancas que descienden del Área Natural Protegida Sierra de Guadalupe, y los gobernantes de los dos niveles de gobierno de la entidad solo se concretaron a culpar a la basura que tira la gente.
Se requiere, por tanto, si no incluir a más municipios en ese compromiso 50, al menos al Área Natural Protegida Sierra de Guadalupe. La presidenta tiene que hacer recorridos por dicha reserva, conocer la real problemática y las condiciones en que labora el escaso personal que cuida de la misma.
Y destinar, en coordinación con el gobierno de la maestra Delfina Gómez Álvarez, más personal, mejor pagado y equipado, y mayor presupuesto para la Sierra de Guadalupe, a fin de evitar más desgracias en la parte baja.
*Presidente de la ONG Fraternidad Naturistas Ecologista de la Sierra de Guadalupe Mahatma Gandhi (Franature).