Como era de esperarse, la primera presidente Claudia Sheinbaum Pardo, así como el incondicional, ilegal e inconstitucional Congreso de la Unión sobrerrepresentado por diputados y senadores de Morena, del PT y del PVEM, al votar irresponsablemente por la aprobación de una vengativa, perversa y mentirosa Reforma Judicial que orquestó desde febrero pasado Andrés Manuel López Obrador, quien buscaba apoderarse de los Tres Poderes de la Unión desde hace seis años para aniquilar a nuestra incipiente democracia y tener el control absoluto de la república.
Es increíble corroborar que solamente le bastaron 11 días a la primera mandataria de origen búlgaro-judío-sefardí para obedecer a pie juntillas las órdenes emanadas de su jefe y superior Amlo, enviando al sometido e incondicional Congreso de la Unión inmediatamente las leyes secundarias para su expedita aprobación de esta nefasta reforma judicial que perjudicará a la democracia, a la impartición de justicia y por ende a los mexicanos, sobre todo porque Morena engaña por enésima ocasión al “pueblo sabio” del que tanto hablan y en el que se recargan a placer para justificar sus yerros.
Por supuesto que las leyes secundarias fueron aprobadas al vapor como es costumbre en los legisladores morenistas, petistas y ecologistas, debido a que no fueron analizadas a conciencia y su precipitación, confusión y nada de entendimiento de éstas, harán que la ciudadanía, -sobre todo- los más iletrados queden en estado de indefensión por a la hora de que tengan que acudir a un juicio.
Recordemos que tanto López Obrador como Claudia Sheinbaum aseguraron falazmente que el pasado dos de junio el pueblo -35 millones de votantes- que le dieron el triunfo a la morenista, les dijo a Morena que se llevara a cabo la Reforma Judicial, afirmación mentirosa y temeraria ya que ese día estaba en disputa la presidencia de la república, el Congreso de la Unión, así como 8 gubernaturas y la Ciudad de México, sumando un total de más de 20 mil cargos de elección popular.
Se les “olvidó” a ambos que el padrón electoral está conformado por más de 100 millones de ciudadanos, porque los 65 millones de mexicanos restantes, no les dieron esta encomienda, pero a partir del mismo primero de septiembre pasado, López Obrador, ni tardo ni perezoso envío sus 18 iniciativas para que sus incondicionales diputados y senadores las aprobaran sin quitarle coma a ninguna de ellas y así fue como se consolidó la Reforma Electoral, la próxima desaparición del Consejo General del INE, que dependerá directamente de Sheinbaum Pardo; la aprobación de las energías de carbón, para seguir contaminando el medio ambiente (del que los sometidos del PVEM no dicen ni pío) y seguir rescatando a la CFE.
Es sabido que los diputados y senadores de la triada, obedecen de hinojos cual viles súbditos las instrucciones giradas desde Palacio Nacional, hasta el 30 de septiembre fueron para el tabasqueño, pero todo indica que ya inició su Maximato desde algún lugar de la Ciudad de México, al que su consentida de igual manera, acatará todas y cada una de las instrucciones dadas.
¿Seguirá el macuspano instalado, ahora como “huésped de honor” desde el Palacio Virreinal y enviar las órdenes para seguir mal gobernando otros seis años?
Derivado de las aprobaciones de los “representantes populares” de la llamada coalición “Juntos hacemos historia…de Terror”, se indica que López Obrador es “la mano que mece la cuna” porque al parecer no habrá ningún cambio en la forma de gobernar por parte de Sheinbaum Pardo y su gabinete legal y ampliado, porque ha demostrado sometimiento absoluto hacia el iniciador de la autollamada y fracasada cuarta mal formación, digo, transformación que aniquiló despiadadamente la democracia, a partir del primero de diciembre de 2018 hasta el 30 de septiembre del año en curso, pero que todavía no termina, pues siguen “afinando detalles” para que se consuma la dictadura con decenas de iniciativas todas ellas perversas, malvadas , mentirosas y nada benéficas para los más de 130 millones de mexicanos que lo único que desean es acabar con las Instituciones que nos costaron más de 30 años a los mexicanos edificar.
Recordemos que Amlo mangoneó a las tres legislaturas federales de su administración que estuvieron compuestas por diputados y senadores de la trinca infernal que resultaron muy obedientes para estar de hinojos al servicio del entonces inquilino del Palacio Nacional.
Ahora con Sheinbaum Pardo, “al frente” de la presidencia con sus 35 millones de votos que sabemos no logró en la elección presidencial del pasado 2 de junio, con los que supuestamente triunfó y que representó el 54% de los sufragios totales y que con ese mismo porcentaje, siete de los 11 morenistas (disfrazados de consejeros electorales en el INE y cuatro de los cinco morenistas del Tribunal Federal Electoral del Poder Judicial, igualmente enfundados de ministros), violaron flagrantemente nuestra Carta Magna, dándoles a Morena y a sus rémoras del PT y PVEM, el 74 por ciento de las curules y escaños en ambas Cámaras, dándoles mayoría calificada y darle el estoconazo de muerte a nuestra de por sí incipiente democracia y pasarse por alto todo el artículo 54 de nuestra de por sí manoseada Constitución.
La venganza, el odio y el rencor con los que vivirá siempre el tabasqueño, acompañados de su autoritarismo, de su ignorancia, su soberbia, su prepotencia y su desconocimiento de las políticas públicas, de estrategias para gobernar a una nación y de su falta de humildad para escuchar a sus colaboradores e incondicionales y por supuesto su eterno autoritarismo, su individualismo, fueron sus malos consejeros, por lo que no supo ni pudo sacar adelante a un país que tiene todo para ser potencia, que le habían dejado de pie, con crecimiento económico, efectivamente con problemas, pero el tabasqueño le ganó su narcisismo y ahí están a la vista de todos sus pésimos resultados.
Su obsesión para instaurar su dictadura lo perdió e hizo que violara consuetudinaria y flagrantemente nuestra Constitución y las leyes que de ella emanan, modificando por sus caprichos demasiados artículos pues sabía que contaba con vasallos investidos de diputados que obedecieron sumisos sus indicaciones, aunado a una oposición integrada por el PRI-PAN y PRD, junto con los de Movimiento Ciudadano, que le hicieron frente, sobre todo la LXV, cuando no le aprobaron su perverso Plan B, que incluía la Reforma Judicial.
La trinca infernal compuesta por Morena, PT y PVEM, nos robaron la democracia, aunque incipiente, pero avanzaba a tirones con la alternancia en el poder.
Amlo ambicionó siempre eternizarse y en el poder y sentarse permanentemente en la dichosa silla embrujada, para aplastar arbitrariamente a sus “adversarios y opositores”, que le estorbaban para consumar sus fechorías, a todos aquellos ciudadanos, periodistas, empresarios, líderes de opinión, líderes sociales y a todo aquel que no tuviese las mismas ocurrencias y sus consabidos “otros datos”, era sujeto del escarnio del pueblo sabio, pues en las nefastas conferencias mañaneras, desde su púlpito los hacía añicos.
El gobierno fallido que encabezó López Obrador con su mal denominada cuarta malformación, digo, transformación fue determinante para que decenas de millones de mexicanos buscáramos urgentemente un cambio de régimen y todo indicaba que así iba a suceder el pasado 2 de junio en las elecciones que determinarían el fin a un pésimo régimen y darle la vuelta a la pesadilla denominada 4t, pero un mega fraude electoral orquestado desde Palacio Nacional que contó con la complicidad del sometido Instituto Nacional Electoral integrado por cuatro consejeros morenistas, encabezados por Guadalupe Taddei Zavala, quien tuviese un ápice de vergüenza debería renunciar. Estos cuatro sujetos fueron determinantes para que Xóchitl Gálvez candidata por la coalición Fuerza por México se derrumbara inexplicablemente en su votación para darle paso al triunfo “contundente” de la morenista Claudia Sheinbaum, con poco más de 35 millones de sufragios.
El alterado resultado final dio como resultado que la exjefa de gobierno de la Ciudad de México, (en la que dejó cifras terríficas también), que es más “empática y mejor líder” que su jefecito al obtener “legítimamente” 35 millones de votos, cinco millones más que los obtenidos por el macuspano seis años antes.
Recordemos que la candidatura de Claudia Sheinbaum Pardo fue manipulada por el propio López Obrador, quien con su dedo flamígero se inclinó por ella, pues “ganó” su aspiración con las ridículas encuestas que realizó Morena a través de la marioneta Mario Delgado, que hacía y decía todo lo que le indicaba el exinquilino de Palacio Nacional, debido a que únicamente votaron 12 mil 500 miembros de dicho partido para votar por el ganador; en dicho proceso fueron seis aspirantes los que participaron del cual Claudia Sheinbaum Pardo obtuvo un raquítico 39.4%.
Claro está que Andrés Manuel López Obrador, fue quien indujo los resultados y con su dedo flamígero decidió que su pupila consentida sea la abanderada de Morena. Vaya con la dedocracia que practica Amlo y los guindas.
De esta manera, se consumó el mayor fraude electoral orquestado desde las entrañas del INE con las indicaciones de Palacio Nacional y que más temprano que tarde saldrá a relucir públicamente a nivel nacional e internacional.
MORENA CONSOLIDA SU DICTADURA CON LA REFORMA JUDICIAL
Con la consumación de la perversa, retrógrada, malograda y mentirosa Reforma Judicial que la separación y contrapesos de los ya extintos Tres Poderes de la Unión, (Ejecutivo, Legislativo, Judicial), de nuestro vapuleado país que posee más de 130 millones de mexicanos, pasamos al sometimiento de este último que no pudo ser cooptado ni secuestrado por Amlo y mucho menos por Sheinbaum Pardo, (porque al Legislativo lo sometió desde el 2018).
Es preciso recordar que la ministra Jasmín Esquivel Mossa, envuelta en ese momento en un escándalo por el plagio de su tesis no pudo ganar la elección como presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación el dos de enero del año pasado, pues en la segunda ronda solamente alcanzó un voto siendo borrada en dicha elección por la ministra Norma Piña Hernández, quien ganó con seis votos y de esta forma se convirtió en ser la primera mujer en presidir la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), causando gran escozor al tabasqueño, hecho que no le reconoció nunca a la abogada con más de 30 años de experiencia en el ámbito judicial y que la retó abiertamente el macuspano, por haberle ganado a la ministra plagiaria Yasmín Esquivel.
A partir de este dos de enero del año pasado, López Obrador le declaró la guerra a la Suprema Corte, iniciando ataques diarios en contra de los ministros, magistrados y jueces a quienes acusaba de corruptos, por supuesto -mordiéndose siempre- la lengua el tabasqueño; reyerta que nunca acabó hasta que los incondicionales diputados morenistas y sus sobrerrepresentados al igual que los petistas y morenistas, en septiembre pasado le aprobaron su perversa y decadente Reforma Judicial.
La guerra abierta comenzó y ministros, funcionarios y abogados con amplia trayectoria en la carrera judicial se han manifestado con marchas, paros laborales y protestas abiertas a nivel nacional en contra de la aprobación de la reforma perversa de Amlo, que fueron apoyadas por cientos de miles de ciudadanos de las 32 entidades de nuestro vapuleado y ensangrentado país.
Esta tramposa Reforma Judicial, está siendo defendida vehementemente para que no se consume por la ministra presidente Norma Piña Hernández y siete ministros más que la votaron en contra como inconstitucional, por las inconsistencias, contradicciones y garrafales errores en su contenido.
Por lo pronto, a poco menos de dos meses de haber iniciado el paro de labores, con 684 votos a favor por 572 votos en contra los juzgadores ahora divididos reanudarán sus actividades a partir del próximo miércoles. A pesar de la votación en contra, muchos juzgadores aseveraron que el paro continuará en juzgados, de acuerdo al movimiento de los 32 circuitos a nivel nacional, integrado por actuarios, secretarios y oficiales judiciales.
El sábado pasado se llevó a cabo el primer “show” en la Cámara de Senadores con dos tómbolas cuál vil kermesse, en las que se sortearon 350 plazas de Magistrados de Circuito y 361 jueces de distrito al azar el primer domingo de junio de 2025, en donde los nombres los escogerán tanto la presidente Sheinbaum como los senadores de Morena y tal vez les dejen escoger a varios a los petistas y los ahora kiwis ecologistas, (morenos por fuera y verdes por dentro).
Es vergonzoso e indignante corroborar el proceder sumamente vulgar y corriente de Morena y de sus rémoras, con la nueva “Deforma” Judicial en la que los nuevos ministros, magistrados y jueces, serán electos por la primera mandataria y miembros de su partido, y en las que el pueblo se dará cita el primero de junio a nivel nacional para seleccionar a 400 aspirantes a ocupar dichos cargos y que por supuesto no conocerá a ninguno de ellos que consumarán la dictadura de la fracasada 4t.
Morena, antes PRD, fingen muy bien que son “auténticos demócratas” cuando son lo peor que ha tenido la democracia mexicana, en su momento, fueron eternos reclamadores e inconformes de la manera de gobernar de los anteriores regímenes neoliberales, porque se quejaban de todo y ahora resulta que son unos auténticos autoritarios, en las que permea la ignorancia, el desaseo político, su soberbia y su petulancia.
Tal vez cincuenta legisladores y exagero de la “trinca infernal” son los que están preparados para desempeñar dicho cargo, porque el resto 314 que son muchos, ignoran cuántos artículos tiene nuestra Carta Magna y las leyes que de ella emanan. Para muestra un botón: existe un video que circula en las redes sociales en el que entrevista a legisladores de ambos sexos morenistas y les preguntan qué artículos se modificaron en la Reforma Judicial y en la Energética y ninguno supo responder exactamente escudándose en las “cargas de trabajo”. Los entrevistados no supieron responder cuántos artículos tiene la Constitución.
Es vergonzoso e indignante que estas personas que ganaron sus distritos electorales y los sobrerrepresentados sean supuestos diputados pues para lo único que los quieren es para hacer “boruca y echarle montón” a la oposición, además de levantar la mano cuando se les ordene para votar, aunque no sepan cuál es el asunto en turno.
Las siniestras elecciones a magistrados y jueces de distrito serán el primer domingo de junio y serán organizadas por el INE, que pasará a formar parte de la Secretaría de Gobernación, pues es una más de las instituciones que los antidemócratas morenistas desaparecerán, el IFE luego INE, fue el árbitro de las contiendas electorales desde 1990, que fue el primero, hasta 2018, porque en la del pasado 2 de junio, la morenista Guadalupe Taddei Zavala, hizo que el INE dejara de ser imparcial inclinando la balanza a Morena, obedeciendo fielmente a su jefe López Obrador y por supuesto que acabó la credibilidad, imparcialidad y transparencia del Instituto Nacional Electoral.
Así pues, en pleno siglo XXI México transita hacia una dictadura con escasez de liderazgos porque lamentablemente, no los hay, la clase política está feneciendo en nuestro vapuleado y ensangrentado país, la política hoy en día, está compuesta de traidores, desleales, vividores del presupuesto y sobre todo de una mayoría de ignorantes que ostentan cargos importantes en los tres niveles de gobierno y como ya lo apunté un párrafo arriba en el Poder Legislativo.
Es el momento indicado para que decenas de millones de mexicanos inconformes con los aconteceres nacionales nos unamos para exigirles a los tres niveles que se pongan a trabajar en beneficio de los más de 130 millones de mexicanos. Bien se los dijo el finado empresario Alejandro Martí: “Si no pueden renuncien”.
