Mientras que la primera mandataria Claudia Sheinbaum Pardo, rechazó tajantemente el viernes pasado bajar del Diario Oficial de la Federación (DOF), la perversa y arbitraria Reforma Judicial aprobada por la mayoría calificada a Morena, PT y PVEM, que inconstitucionalmente les obsequiaron el INE y el TEPJF y que la jueza del Juzgado Décimo Noveno de Distrito, Nancy Juárez Salas, con sede en Coatzacoalcos, Veracruz, había ordenado a la jefa del Ejecutivo.
La presidenta, ignorando nuestra Carta Magna y sin argumentos jurídicos, se refirió a la jueza: “No tiene atribución porque una juez no está por encima del pueblo de México (sic), segundo porque jurídicamente no tiene sustento lo que está haciendo”.
“Y tercero, porque es el poder Legislativo quien ordena al presidente (resic), al entonces presidente Andrés Manuel López Obrador”, la publicación en el Diario Oficial de la Federación. “Entonces no vamos a bajar la publicación”, aseguró.
En su conferencia del viernes, la consejera jurídica de la presidencia, Ernestina Godoy aseguró que “hay una serie de argumentos jurídicos por los cuales es totalmente improcedente lo que está ordenando”.
Por su parte, en un comunicado la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito (Judef), apoyó totalmente a la jueza Juárez Salas y rechazó las declaraciones de la presidenta respecto a no acatar la resolución.
Aseveró que la posición de la jefa del Ejecutivo se está convirtiendo en un ejercicio sistemático de no acatamiento a las suspensiones del Poder Judicial. Asimismo, jueces y magistrados votaron a favor de reactivar el paro de labores en el Poder Judicial; recordemos que hace una semana habían acordado retornar a sus labores.
La inquilina de Palacio Nacional, ya adoptó la misma actitud que su jefe y superior López Obrador, de mandar al carajo a las Instituciones, al estar por encima de la ley, como lo han demostrado con sus actitudes soberbias y arrogantes.
Recordemos que días posteriores a la elección presidencial del dos de junio, Amlo y Sheinbaum Pardo aseguraron que el pueblo había votado también por la Reforma Judicial, falaz afirmación ya que el pueblo no se acordó ese día de la mentada y perversa Reforma.
Argumentan que el pueblo de México (35 millones de votos) que lo hicieron por Morena, decidieron una Reforma Judicial, cuando no se imaginan cuáles son los cambios mucho menos las dimensiones de ésta.
Se les olvidó explicar a López Obrador y a Sheinbaum Pardo que el padrón electoral está conformado por más de 100 millones de ciudadanos, por lo que 65 millones no votaron por la perversa reforma judicial y que el total de la población asciende a 130 millones de habitantes.
Por su parte, el Juzgado Quinto del Distrito en Querétaro, ordenó poner freno a la Reforma Judicial, emitiendo suspensión definitiva contra la elección de jueces y magistrados.
Derivado de dicha suspensión, se le ordena al Instituto Nacional Electoral (INE), detener el proceso de elección de jueces y magistrados.
Mientras que la diputada federal de Movimiento Ciudadano (MC), compartió la resolución de la juez en materia de amparo que ordena “mantener las cosas en el estado que actualmente se encuentran y se impidan los efectos y consecuencias de las normas impugnadas, esto para que las autoridades responsables tanto federales como locales, dentro del ámbito de sus atribuciones, se abstengan de llevar a cabo cualquier acto tendiente a ejecutar”.
La suspensión definitiva contra la Reforma al Poder Judicial está integrada por varios puntos entre los que establece detener el proceso de elección de jueces y magistrados, entre otros.
Así pues, una vez más el Poder Judicial toma su distancia de los Poderes Ejecutivo y Legislativo, que ha sido pisoteado y se hace respetar y manejarse autónomo; primeramente López Obrador, lo quiso someter y aniquilar, pero gracias al valor, unidad y decisiones tomadas por los ocho ministros de la Suprema Corte de la Nación encabezados por Norma Piña Hernández, así como de los magistrados, jueces y todo el personal del Poder Judicial, le han hecho frente al entonces mandatario López Obrador y ahora a la actual presidenta Sheinbaum Pardo, para no dejar pisotearse ni ser cooptado como lo hizo el tabasqueño desde el inicio de su mandato, teniendo a sus pies a las tres legislaturas en turno, actos vergonzosos y bochornosos.
Sabemos que les gustan los lujos extremos a estos morenistas, les fascina vivir en un Palacio, cual viles reyes, rodeados de personal que al primer chasquido de dedos lo atiendan de inmediato. Sí a estos izquierdistas que pregonan la austeridad republicana y la pobreza franciscana y que piensan como Carlos Marx y les gusta vivir como Carlos Slim.
A estos morenistas y su autollamada y fracasada cuarta transformación, a los que les gusta pregonar con el pueblo “sus hazañas”, pero no lo toman en cuenta para la toma de decisiones y ni para que opinen. Así se manejan los de la autollamada cuarta transformación con un primer gobierno fallido que mal encabezó Andrés Manuel López Obrador.
La primera mujer presidenta Claudia Sheinbaum ya aseguró que no, en ningún momento guardará distancia ante López Obrador, porque todo México sabe que fue designada candidata por él mismo.
Entonces estamos todos los mexicanos, frente al primer piso de la cuarta transformación, ¿será la segunda parte de un gobierno fallido? La respuesta la tiene la presidente Claudia Sheinbaum y su extenso equipo. Por lo pronto, el país sigue incendiándose, porque en Sinaloa, la violencia sigue su curso, en donde han asesinado a decenas de personas, ante la inacción del régimen morenista, porque argumenta que no harán lo mismo que hizo Felipe Calderón. ¡Ver para creer!
FELIPE CALDERÓN TENDRÍA QUE PEDIR PERDÓN: C. SHEINBAUM
Es increíble corroborar, que la presidente Claudia Sheinbaum Pardo que su ¿gobierno fallido, segunda parte?, va por el mismo sendero que el de su jefe y superior Andrés Manuel López Obrador, al que extraña y añora en todo momento, pues no deja de mencionarlo en varias ocasiones en sus cortas pero también nefastas conferencias mañaneras, en las que contesta a los reporteros con monosílabos, descalifica, impone a su arbitrio las preguntas, además de despedazar a las personas que le viene en gana, igual como lo hizo su antecesor.
Por supuesto que la Jefa del Ejecutivo, no deja de sorprendernos, tal cual lo hacía su antecesor al mentir y decir verdades a medias, además de dar información falsa y tendenciosa debido al desconocimiento de los temas que se tratan en sus conferencias, y por ende ella misma y su extenso equipo de trabajo, pretenden darle una imagen que no tiene, no tendrá ante decenas de millones de mexicanos porque pretenden subirla a las nubes con falsa popularidad, haciéndola sentir omnipotente, cuando su trayectoria está plasmada por escasa empatía, talento y experiencia política.
De acuerdo a los estatutos de Morena -uno de sus principios y valores es, el no mentir, no robar y no traicionar- pero al parecer son los primeros que quebrantan y se le hacen patentes al pueblo, del que tanto hablan, en el que se recargan y al que anteponen en sus fatuas declaraciones, además al que no toman en cuenta para las tomas de decisiones.
A la hoy inquilina de Palacio Nacional, -le encanta vivir como reina- al igual que a su jefe Amlo, a estos supuestos izquierdistas que pregonan la austeridad republicana y la pobreza franciscana, afirman pensar como Carlos Marx pero prefieren vivir como Carlos Slim, los hechos son contundentes: La búlgara-judía- sefardí, tergiversa la información cotidiana, miente al decir sus verdades a medias, acompañadas de acusaciones y de paso desprestigiar a su antojo a personas que no son de su agrado, como a Felipe Calderón que tunde acremente, acusándolo de la violencia que vivimos hoy en día, cuando el expanista dejó hace doce años la presidencia de la república.
Sheinbaum Pardo, sigue el mismo “patrón político” del tabasqueño “todos son responsables de lo que sucede, menos nosotros”.
Claudia Sheinbaum y López Obrador, aseguraron falsamente días posteriores a las elecciones del pasado dos de junio que el “pueblo mexicano” les había dado la encomienda de llevar a cabo la Reforma Judicial el pasado dos de junio, cuando esa encomienda ni siquiera les pasó por la mente ese día a los 35 millones de ciudadanos que sufragaron por Morena; se equivocan rotundamente, porque el pueblo de México es de 130 millones de ciudadanos, de los cuales son más de 100 millones los que estamos inscritos en el padrón electoral, es decir; 65 millones de mexicanos no están de acuerdo en su falaz afirmación, porque no le dimos nuestro voto de confianza.
CUSAEM A LA VANGUARDIA DE LOS NUEVOS DESAFÍOS DE LA SEGURIDAD
Los Cuerpos de Seguridad Auxiliares del Estado de México en su nueva administración, buscarán mejorar las condiciones de todos y cada uno de los 25 mil integrantes de su corporación para brindar un apoyo más eficiente y efectivo a las empresas e instituciones en los que prestan sus servicios.
Es por ello que Cusaem, ha iniciado una nueva etapa de adiestramiento y capacitación a todos sus integrantes divididos en los cuarteles de Lerma, Loma y Santa Rosa, para lograr un mejor desempeño de todos sus integrantes para que sea más eficiente en los distintos inmuebles estatales y privados en los que prestan sus servicios.
De esta manera, la nueva administración asume el compromiso de fortalecer su estructura en este importante rubro que fue descuidado en las anteriores administraciones, por lo que la preparación que se le brindará al personal será de mejor calidad y el servicio sea eficiente a la comunidad que se atiende.
Carlos Álvarez Cárdenas, jefe de Cusaem, considera que la seguridad es un elemento esencial de la vida cotidiana, por lo que la corporación no puede ni debe rezagarse en este rubro.
Precisó que este programa de capacitación será impartido por instructores de primer nivel que están certificados. Dicho programa está integrado por acondicionamiento físico, el uso de bastón PR-24, aunado a las estrategias, técnicas y tácticas de seguridad para que la capacitación sea completa y efectiva.
Esperemos y deseamos que los más de 25 mil elementos que integran Cusaem, se distingan y se caractericen por su eficiencia, calidad y honorabilidad en las empresas e instituciones a las que son asignados.
