Desde su fundación, un 24 de octubre de 1945, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha jugado un papel crucial en la geopolítica y las relaciones diplomáticas la mayoría de los países del mundo. Salud, educación, artes, cultura, promoción de la paz, son algunos temas donde la ONU ha intervenido para lograr un mundo mejor y una cooperación mundial que promueva una sana convivencia internacional. Pese a eso, la ONU en ocasiones ha demostrado su incapacidad en ciertos temas relativos en materia bélica, derechos humanos y desplazamientos forzados.
En primer lugar, es necesario señalar que la fundación de la ONU se debió a las atrocidades y estragos cometidos durante la Segunda Guerra Mundial. Al finalizar el conflicto, las naciones del mundo se unieron para evitar otra guerra de magnitud global que amenazara la vida y la paz mundial, tal objetivo se lee en la “Carta de las Naciones Unidas”, en donde se explica que: “Nosotros los pueblos de las Naciones Unidas resueltos a preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra que dos veces durante nuestra vida ha infligido a la Humanidad sufrimientos indecibles”.
A partir de ahí, la ONU, fiel a su visión fundadora, ha evitado una conflagración mundial como las de 1914 y 1939, y hasta cierto punto, moderado el equilibrio geopolítico a nivel mundial. No obstante, se ha visto impotente e ineficaz en la resolución de otros conflictos, donde las potencias mundiales terminan por imponer su visión y proceder. Asimismo, el órgano mundial ha tenido grandes aciertos en otros temas, y las investigaciones de sus miles de especialistas han guiado ciertas directrices en materia de salud, cultura, medio ambiente y educación.
Uno de los aciertos de la ONU en sus casi de 80 años de historia es sin duda la promoción de una educación gratuita en sus países miembros. Lo anterior descrito en el objetivo número 4 de los “Objetivos para el desarrollo sostenible”. En tal documento la ONU promueve una educación gratuita, inclusiva y de calidad, programa que muchos de sus países miembros han implementado con cierto éxito. Otra conquista es la implementación de programas de salud y nutrición en las escuelas, sobre todo en países de escasos recursos, medida que contribuyó enormemente a evitar la deserción escolar y bajar significativamente los números de analfabetismo.
De la misma manera la ONU ha hecho una gran labor en materia humanitaria. A través de sus múltiples programas, la organización ha brindado ayuda a las víctimas del desastre, a los desplazados y damnificados por las múltiples guerras que hoy en día existen. Ejemplo de lo anterior fue la ayuda prestada a los damnificados por el tsunami de Indonesia en 2004, mención especial merece su sistema de alerta temprana que posibilita la prevención y la reducción de los efectos de huracanes, sismos y erupciones volcánicas.
De la misma forma, otro programa exitoso de las naciones Unidas es la distribución de alimentos a los más necesitados. El Programa Mundial de Alimentos de la ONU, atiende a más de 90 millones de personas en 80 países, y su éxito ha sido Importante no sólo en aras de erradicar el hambre, también para mandar un mensaje a los dirigentes de diversas naciones. En materia de salud, no olvidemos que la organización hizo un gran esfuerzo para la total erradicación de enfermedades infecciosas como la viruela y la casi erradicación de la poliomielitis, la reducción de la mortandad infantil, a su vez, la organización ha coordinado la lucha contra la pandemia global del virus del VIH SIDA.
Pese a que han existido un gran número de aportes y contribuciones de las Naciones Unidas al mundo, también es evidente que en diversas ocasiones no ha podido frenar conflictos que han causado millones de muertes. Un ejemplo muy claro es la Guerra de Corea, pese a las resoluciones de la ONU, la guerra jamás se evitó y hasta la fecha, Corea del Norte y Corea del Sur siguen divididas a raíz de un conflicto suscitado desde la Guerra Fría. Asimismo, la ONU fue incapaz de frenar el bloqueo de Estados Unidos a Cuba en 1960, misma medida que hasta la fecha sigue repercutiendo en el desarrollo económico de la isla. LA ONU también fue incompetente para detener la invasión estadounidense a Vietnam, lo que a la postre significó la perpetración de unos crímenes de guerra atroces y la humillación bélica a Estados Unidos.
De igual manera, las tropas y logística de la ONU no fueron capaces de evitar en genocidio en Ruanda en el año de 1994 hecho por la etnia tutsi; además no evitó la invasión a Irak en 2003, misma que Estados Unidos justificó argumentando que el gobierno de Sadam Hussein estaba produciendo armas químicas, las cuales nunca se encontraron. También 2001 fue un año de fracaso para la ONU, puesto que Estados Unidos inició otra intervención armada en Afganistán. La intervención no benefició a Estados Unidos puesto que el régimen talibán recuperó el control de la zona.
Podríamos enumerar más fracasos en materia bélica y derechos humanos, empero vamos a resaltar los más importantes en las últimas fechas: el genocidio palestino y la guerra en Ucrania. En el primero la ONU ha sido incapaz de una mediación del conflicto y de un genocidio de millones de palestinos inocentes. En la Guerra de Ucrania los esfuerzos de las Naciones Unidas fueron inútiles para evitar la guerra y los crímenes de odio perpetrados por ambos bandos. Aunque pese a estos fracasos, la ONU hasta el momento ha sido capaz de evitar el conflicto para el que fue creada, una nueva guerra mundial.
Pese a que las naciones libres han evitado una guerra mundial como la de 1939 y que la ONU ha tenido un éxito moderado en las relaciones diplomáticas mundiales, es innegable que la organización se ha visto incompetente en muchos aspectos de materia bélica y ha sido incapaz de frenar a naciones como Estaos Unidos, Rusia o Israel. Sin embargo, la historia de la ONU es también una historia de éxitos en materia de salud, alimentación educación y cultura. Al examinar el derrotero histórico de la ONU, podemos extraer valiosas lecciones que permiten vislumbrar un mejor mundo en materia de seguridad, cooperación y justicia, aunque el camino aún es muy largo para lograr eso.
Por Juan Manuel Pedraza, historiador por la UNAM.