En una amena plática con Isidro Pastor Medrano, expresidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Estado de México; expresidente de la Gran Comisión de la LIV Legislatura local; así como exsecretario de Movilidad, entre otros cargos, con el propósito de conocer su comentario, respecto de los rumores que lo colocan de nueva cuenta en el Revolucionario Institucional, o en Morena o en algún otro instituto político, con toda tranquilidad espetó señalar que no existen, por el momento, ligas que lo sujeten en compromiso con alguno de ellos en particular.
Desenfadado como es su costumbre, el inquieto político comentó que su actividad por convicción, es la política, lo que hará hasta el final de su camino; sin embargo, no hay algún pacto al que ya se haya comprometido en un futuro inmediato, lo que deja ver el oriundo de Atlacomulco, que tampoco está cerrado a la posibilidad de regresar a la actividad pública.
Aunque por el momento está dedicado en atender la vida familiar, tranquilo, señala que quienes lo han relacionado con su regreso al primer plano de la vida pública, puede que se deba a que no ha cesado en tener reuniones con diversos actores, unos muy conocidos que fueron cercanos a él, y otros incluso, habiéndose declarado en el pasado como sus adversarios.
Pastor comparte con gusto la visión de lo que aprecia viene para México, puntualizando que las duras amenazas que se ciernen para el país por parte de quien ha resultado electo como presidente de los Estados Unidos para un nuevo periodo, Donald Trump, no habría que tomarlas tan a pecho, porque la actividad laboral de los mexicanos, y en sí, de los latinos, no es comparable a la que ofrecen los del vecino del norte; ya que, como es conocido por todos, es más barata. Además de que esa mano de obra es necesaria para la actividad económica de la Unión Americana.
No obstante, asegura que todo puede ser resuelto, por muy complicado que parezca, mientras que exista voluntad política, la cual, se ha hecho de lado porque es costumbre que se privilegien intereses personales o de grupo. Esto impide avanzar en los problemas que atañen a la mayoría.
Pastor Medrano ejemplifica lo anterior con una ambiciosa propuesta que ofreció cuando fue secretario del Transporte, en cuyo encargo cambió su denominación, actividades y responsabilidades a Secretaría de Movilidad, como actualmente se le conoce, la cual, se la presentó al entonces gobernador Eruviel Ávila.
Dicha propuesta consensuada con la mayoría de transportistas del valle de Toluca, fue bien recibida, pues éstos, entusiasmados, la enriquecieron con ideas. Los empresarios del transporte público observaron un posible cambio radical de la movilidad en el centro y valle del municipio toluqueño, para despejar el tránsito y agilizar de una vez por todas las arterias del centro de la ciudad capital de la entidad mexiquense.
El proyecto contemplaba principalmente dos rutas de la actividad del transporte público, sin invadirse una con otra, respetando la ubicación de paradas estratégicamente colocadas para permitir el flujo continuo de la movilidad en el centro de la ciudad, con base en la pirámide que dio luz a la reforma de la secretaría, empezando por el respeto al peatón como punta de lanza de esa estructura.
La reubicación, disposición y entendimiento de las rutas del transporte requerían de un aporte decidido de autoridades y empresarios. Pastor, determinado, como siempre ha sido, y reflejando lo que siempre señala con actitud positiva: “echado pa’ delante”, aterrizó su propuesta, que fue bien recibida por todos los actores involucrados.
Desafortunadamente, el tiempo no se lo permitió, no logró realizar el ambicioso diseño, aunque bien pudo haber sido retomado por quien lo sucedió en el encargo, pero existe un problema con la mayoría de los políticos, nadie, que no sea idea propia, quiere continuar con proyectos que no son de su manufactura, y es por eso que se quedan sepultadas grandes ideas.
Voluntad política, en efecto, es lo que hace falta para impulsar proyectos, ideas y sugerencias con las que se pueden conseguir mejores condiciones de vida para los ciudadanos, ya sea en su comunidad, entidad, o país. Para eso, es fundamental dejar de lado diferencias y egoísmos.
Por otra parte, el tiempo apremia y el reto para México es monumental, atender el problema migratorio, el de la seguridad y la renegociación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, son prioridad, y pondrán a prueba, no solo la habilidad que muestre el equipo de la presidente Claudia Sheinbaum, sino también, en aglutinar a los diferentes sectores de la sociedad para arropar las decisiones que tome en esos temas sensibles.
La prueba no será menor, se debe anteponer la voluntad con el objetivo de remediar las arengas que ha venido haciendo Trump; las que hizo durante su campaña y posterior a ella. Como nunca, el país necesita estar unido, la pregunta sería: ¿podrá Claudia Sheinbaum fomentar e impulsar esa unión, tendrá voluntad política con el propósito de convocar a todos los mexicanos para estar lo mejor preparados y enfrentar al gritón de Trump, o le dará prioridad a los intereses que fijó hace meses el expresidente López Obrador?