Alardean, pero son lo mismo.

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Alardean, pero son lo mismo.

Miércoles, 08 Enero 2025 00:00 Escrito por 
Alfredo Albíter González Alfredo Albíter González Lo bueno, lo malo y lo serio

La nueva clase política gobernante está que no cabe en soberbia; por el momento, nadie les hace sombra y se están empezando a acostumbrar a decidir por encima de los reclamos de las minorías y aun pasando por alto la voluntad de un gran número de ciudadanos.

Un claro ejemplo, entre muchos otros, es la reforma al Poder Judicial, con alcances catastróficos para la incipiente democracia mexicana, que, desafortunadamente, quedará en solo un intento que llevó años conquistar y que bastó un sexenio para mostrar su fragilidad.

Aunque el desmantelamiento de la democracia tuvo muchos padrinos, la oposición prefiere, ante su inoperancia, señalar a una familia como la que permitió que éste se diera de la forma como la encargó el hoy expresidente Andrés López Obrador; esa familia es para esa oposición, el verdugo que necesitaban Morena y sus aliados, por haber ofrecido, aparentemente, el voto que inclinó la balanza en favor de dicha reforma.

Miguel Ángel Yunes Linares, defendió su voto en favor de la reforma comentada negando ser traidor a la patria como fue señalado, aseguró que nada había negociado y que no fue presionado de modo alguno para emitir su voto en ese sentido; aunque las apariencias aplasten sus “argumentos” en defensa de su decisión.

Ante tal escenario, el grotesco escándalo en el que estuvo implicado Yunes Linares, no puede llamarse a ser novedoso. La familia Yunes ha protagonizado serios y graves conflictos, por lo que el “chapulineo” para favorecer al oficialismo únicamente se contempla con beneficio propio, quedan de lado la posible defensa de ideales y convicciones, éstas, se acomodan de acuerdo a como convenga a la familia veracruzana.

Navegando de una ideología a otra, como es la ocasión que representa haber militado en el PRI, después en el PAN y aterrizar finalmente en Morena, puede aclarar dicha perspectiva. Hay que recordar que López Obrador calificaba a los Yunes como parte de la mafia del poder, y ¿ahora? Bueno, los tiempos cambian, ahora, fueron recibidos hasta con aplausos por parte de los Senadores de Morena.

Yunes Linares es casi como un héroe para el oficialismo, al guardarse su voto en favor de la Reforma Judicial, para transformar la vida democrática de México, y poder ofrecer en charola de plata al único que sigue mandando en Morena, quien sigue alimentando sus sueños de poder.

Porque… ¿convencimiento? No puede dejarse de lado que antes de dicha votación pesaba sobre Yunes una orden de aprehensión que, posteriormente, ante la rectificación de su voto, como por arte de magia se desvaneció en los anaqueles del poder judicial.

En ese tenor, es hasta ridículo observar que en el Senado se haya dado el connato de bronca por parte de morenistas y panistas. ¿Qué fue lo que lo detonó? El señalamiento de que Yunes Linares “las dio” como lo aseguró el senador por Chihuahua, Mario Vázquez, fue lo que agravió tanto a Yunes.

Pero, aunque el susodicho se sienta ultrajado por el comentario, se debe preponderar que en el léxico mexicano, en apariencia, eso fue lo que sucedió. La forma de expresarse en el lenguaje popular llega a la tribuna, porque los legisladores no son de otro mundo, son personas como cualquiera, solo que con poder.

Por cierto, un poder depositado sin mucha reflexión por parte de los mexicanos, a aquellos que, en un pasado no muy lejano, se comportaban como pandilleros en el Congreso; sin embargo, se quieren mostrar conservadores, asustados ante lo calificado por el senador Mario Vázquez.

¿Las dio o no las dio?

Como se comentó, en el lenguaje coloquial, claro que las dio. ¿Cómo se puede explicar el cambio de decisión si no fue así?; ya sea bajo la amenaza que implica la orden de aprehensión que pesaba en su contra o, por el cobijo del oficialismo, el comportamiento nada decente del legislador evidencia la sospecha.

Por esa razón, es tan ridículo el momento bochornoso como la reacción misma de Adán Augusto, o la exagerada respuesta y señalamiento de Gerardo Fernández Noroña, quien no es precisamente una muestra de pulcritud, buenas formas, buen comportamiento y decencia que pueda presumir; le cayó del cielo el poder y no sabe qué hacer con él, como presumirlo y como usarlo.

Aun siendo por obra y gracia de quien supuestamente no le daría nada, se presenta como Presidente de la Mesa Directiva en el Senado ¿el motor? pelearse toda la vida contra todos, y a pesar de vivir en la opulencia, rendirle tributo al comunismo, ya que presume haber leído las obras de Marx y, todo lo que tiene que ver con lo que hoy defiende, aunque su modo de vida no encuadre en a medianía ni por casualidad, la pobreza no es parte de su credo. Habla del comunismo pero para los demás, pues su debilidad muestra que él, como los Yunes, y tantos otros, han vivido de la política, punto.

Ya sea que los Yunes “las dieran” o no, no son los únicos, existe una larga lista de ofrecidos en el ámbito político que sería injusto señalarlos nada más a ellos, son, a decir verdad, un ejército de traidores y vendidos al régimen, por unos pesos o por impunidad; así se manejaban, así se manejan y así se manejarán las cosas en México, hasta que cambie la mentalidad del ciudadano; mientras tanto, la soberbia hace decir cosas a los morenistas que presumen propias, pero que ya existían, no han inventado el hilo negro, ni el agua tibia. Son, lo mismo que alguna vez criticaron.

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Alfredo Albíter González

Lo bueno, lo malo y lo serio