Sin Titubeos
Evitar corrupción, empleo para jóvenes, ampliar apoyos a adultos mayores… y más... ¿Cuántas veces no las hemos escuchado?
La esperanza mueve en el día a día al ser humano. Los mexicanos somos un pueblo amable, feliz (dicen algunos estudios) y noble.
Siempre hemos creído que la gente puede cambiar, que las cosas pueden mejorar. Luego de que en 2000 Vicente Fox Quesada arrebatara de manera vergonzosa al PRI el poder presidencial, y durante 12 años el PAN dirigiera los destinos de México, el pueblo mexicano determinó que tampoco habían respondido a las expectativas como país.
De tal forma que, a través de las urnas, el pueblo mexicano determinó que el PRI regresara a la presidencia, confiado, en que habían aprendido la lección. Pero parece que no fue así. Una y otra vez escuchamos sobre casos de corrupción y a nadie se castiga por ello. Ese es el gran flagelo que, en lugar de erradicarse como se había prometido, creció.
Hay quienes en su discurso dicen que la corrupción es de dos y culpan también a la gente. Piden que no den y denuncien. Por supuesto, es de dos. Pero ¿Quién es el que pierde? ¿Quién es el que se enriquece? ¿Qué opciones tiene la gente si cuando acude a denunciar o no se le atiende, o los delincuentes saben que han sido denunciados?.
¿Qué opciones tiene la gente cuando tiene un percance automovilístico y “de acuerdo a la pedrada es el sapo” y aunque no haya sido culpable termina siéndolo? ¿Qué pasa cuando te asaltan en un taxi y no denuncias porque te robaron tu credencial de elector y saben todo de ti? ¿Qué opciones hay cuando una mujer violada es amenazada y una mujer golpeada por el marido es recibida con un “señora” mejor no denuncie?
¿Qué puede pensarse de que las cárceles estén repletas pero los grandes operadores del crimen organizado (Narcos, secuestradores, huachicoleros) estén fuera y coludidos con las policías? ¿De que tu auto sea robado y si lo recuperan te sale más caro sacarlo del corralón? ¿Qué pueden hacer los alcaldes que son obligados a pagar cuotas a organizaciones criminales y si no lo matan?
Tenemos una ley de transparencia, ¿con asuntos clasificados por años? ¿A qué le temen? Y los gobiernos de todos colores están igual. Aquí todos tienen cola que les pisen.
Y hoy, verdaderamente dan risa las propuestas de los candidatos presidenciales. Veamos algunas:
José Antonio Meade: Combate a la inseguridad de manera integral, que considera aumentar salario de las fuerzas armadas (¿Cuánto representa?). Evitar que las armas y el dinero lleguen a los delincuentes (¿Y los de cuello blanco?). Educación de excelencia para tus hijos: pasar de escuelas de 25 mil a 100 mil escuelas de tiempo completo, mejor salario para maestros.
Ricardo Anaya: Acabar con el autoritarismo (¿? Sin palabras). Devolver la paz y la seguridad a las familias mexicanas a través de la reestructuración de la estrategia de combate al crimen organizado, con énfasis en la prevención del delito, y asegurar el respeto absoluto a los derechos humanos. Para recuperar el lugar de México en el mundo: Fortalecer nuestra soberanía e intensificar nuestras relaciones con otros países, en un ambiente de cooperación, dignidad y firmeza (¿Es en serio?).
Andrés Manuel López Obrador: No aumentar impuestos. Becas a 300 mil universitarios de escasos recursos (¿Y el resto?). Doblar pensiones a adultos mayores (¿No se quería terminar con paternalismo?).
Margarita Zavala: Dice que el financiamiento público a partidos políticos desaparecerá (Jajaja). Transporte de primer mundo. Terminar con tratos opacos entre empresas y funcionarios.
Son de risa porque lo hemos escuchado tantas veces y necesitan de miles de millones que hay que ver de dónde los sacarán.
Diría por ahí una amiga: “Si no me da coraje lo que me dicen, sino lo tonta que me creen”.
Pero, bueno, hay que tener esperanza de que quien gané lo hará bien. Y si no, pues vamos a exigirlo.