No me refiero al nombre de uno de los principales medios de desinformación en Cuba y no lo digo en ese tono por ser contrario a los ideales de la revolución, sino porque es evidente que en ese país no existe la libertad de expresión y de prensa, aunque en alguna medida hay una justificación a esa resistencia gubernamental, lo que ideológicamente pretende entrar a la isla, no es ni más libertario, justo o democratizador que aquello que tienen, la entrada del capitalismo abierto, sería sólo un cambio de hegemonía.
Aunque no me refiero al nombre de este medio, alguna relación tiene el tema que quiero tratar hoy. La semana pasada en la Cámara de Diputados Federal, se convocó por una triada de diputados federales de Morena, el PT y Movimiento Ciudadano, a un foro en el que se abordaron 3 temas: la reducción de la jornada de trabajo a 40 horas, el impuesto a la riqueza desmedida y la reforma a la Ley Federal del Trabajo en el rubro trabajo en aplicaciones.
En el evento lo que más resaltaron fueron 4 aspectos, el ímpetu de una juventud deseosa por aportar algo, la corta experiencia que tienen sobre la realidad en la que pretenden incidir, su desvinculación con los sectores que aspiran representar y lamentablemente su pertenencia al partido en el poder, lo que en el último caso restó objetividad al evento, convirtiéndose en una pasarela más, de las que se organizan todos los días para decir qué todo está bien.
Las mesas más contrastantes fueron la de la reducción de la jornada laboral a 40 horas por semana vs la mesa que abordó la reforma que reconoce el trabajo en aplicaciones, mesa que vale la pena decir, estuvo integrada en su panel por trabajadores repartidores y conductores de vehículos de transportación de personas, además de un académico, la que a mi consideración fue la mesa que más aportó, al final del día hablaron quienes sí viven la realidad que se busca resolver.
Como diría la moderadora de la mesa de los choferes y repartidores por aplicación, mientras las jóvenes ponentes hablaban de la reforma para reducir la jornada de trabajo a 40 horas, ellos tienen que trabajar entre 72 y 84 horas a la semana, por la simple y sencilla razón de que ellos ganan por los viajes o entregas que hacen, un aspecto que no logró superar la reforma en materia de trabajo por aplicación a la Ley Federal del Trabajo, mientras que los trabajadores tradicionales ganan por el tiempo que se mantienen a disposición del patrón.
No tengo nada en contra de la juventud, al final del día comencé en estos temas con ese romanticismo. Lo que me preocupa es que su inexpertise, de la mano del efecto que los adelantos tecnológicos tienen en su formación, junto con la idea de libertad que se les ha inculcado, hace que sean rehenes fáciles del sistema, que los ha hecho creer en una dinámica de simple percepción, que las conclusiones reaccionarias a las que llegan en función de sus emociones son suficientes para transformar el mundo.
Como dirían en el mismo evento, existe una deuda histórica con la sociedad civil, pero esa deuda la tiene la sociedad civil consigo misma, o tal vez los hombres y mujeres en lo individual, la tenemos con nosotros mismos en su conjunto, pero para pagarla, tenemos que empezar a hacernos responsable de nosotros mismos y dejar de creer por socializar, que esa deuda la deben pagar las instituciones, el gobierno y desde luego los partidos políticos, un sistema que no tiene nada que ofrecernos, sólo un trabajo esporádico para unos cuantos cada 3 o 6 años, dependiendo el cargo que busquen y alcancen.
La juventud debe ser rebelde, por su puesto, y su primer acto de rebeldía debe ser su formación crítica, no la deposición de sus emociones a la primera provocación de un micrófono. Para hablar hay que ganarse el derecho y si la realidad de la que queremos hablar no la conocemos por el simple hecho de que no la hemos vivido, la preparación teórica debe ser verdaderamente profunda.
ADDENDA
1. Suerte a todos los que se van del PRD. Se veía venir. Son los últimos suspiros de un sueño muerto, que muchos creímos en algún momento podía ser un proyecto. Hay una deuda con la sociedad civil, pero esa deuda la tiene la sociedad civil consigo misma. El sistema de partidos no tiene nada que ofrecer, sin importar las siglas, colores, etc.
A propósito de lo que hoy escribimos, esto fue lo que escribí a un amigo con motivo de su renuncia junto otros del desfondado PRD; desfondado en lo numérico, pero sobre todo desfondado en los ideales y las ideas.
2. Desaparecieron 7 órganos autónomos y guardé silencio, porque ni si quiera entiendo cuál era su función. Luego vinieron por los jueces y magistrados y no dije nada, porque no conozco un juzgado o tribunal cuando menos por dentro. Después modificaron la Ley del Infonavit, para que el gobierno pudiera disponer del ahorro para la vivienda de los trabajadores y tampoco dije nada, porque yo cotizaba para el ISSSTE y no para el IMSS. Ahora van a modificar la Ley del ISSSTE y no hay quien hable por mí, mucho menos quien me defienda, porque es seguro que los jueces del “bienestar” no me darán la razón cuando busque justicia y certeza frente al embate de este gobierno.
Dicen que los de la CNTE andan molestos con la reforma planteada a la Ley del ISSSTE por Claudia Sheinbaum. No deberían estarlo, desde hace meses le entregaron su dignidad al partido en el poder, por su ansiedad y necesidad de sentir que en efecto aún hay esperanza en el sistema de partidos; además, todo lo que están haciendo los morenos es acatar el mandato del pueblo bueno y sabio.
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Abogado Postulante y miembro de la Escuela para la Formación Política y Sindical A.C.
