Entre Dimensiones IV: Bebidas espirituosas, parásitos energéticos y el arte de perderte (literalmente) en un trago

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Publicado en Opinión

Entre Dimensiones IV: Bebidas espirituosas, parásitos energéticos y el arte de perderte (literalmente) en un trago

Jueves, 06 Marzo 2025 00:00 Escrito por 
Marcela Hernández Montiel Marcela Hernández Montiel Visión Holística

"¿Qué te pasó anoche? No eras tú."

¿Cuántas veces has escuchado (o dicho) esa frase después de una noche de copas? Pero aquí va la bomba: literalmente, no eras tú. Porque cuando decimos que el alcohol “te saca de ti mismo”, no estamos hablando en metáforas poéticas. Estamos hablando de que tu cuerpo sigue ahí, pero tu conciencia… no tanto.

 

Hoy vamos a desnudar a las llamadas bebidas espirituosas y entender por qué, después de unas copas, el piloto automático se activa. Spoiler: a veces no eres tú quien toma el volante. Y la resaca no siempre es solo física.

 

¿POR QUÉ SE LLAMAN BEBIDAS ESPIRITUOSAS?

 

La palabra espirituoso viene del latín spiritus, que significa “espíritu” o “aliento vital”. En la alquimia, el espíritu era la esencia volátil que se extraía de los líquidos a través de la destilación. El alcohol es, literalmente, el “espíritu” del vino, la cerveza o cualquier fermento.

 

Pero no es solo un término técnico. Las culturas antiguas lo tenían claro: beber alcohol no solo alteraba tu estado mental; alteraba tu campo energético. Lo veían como una forma de abrir portales a otros planos. Hoy, la ciencia lo traduce diferente, pero el fondo es el mismo: el alcohol apaga el lóbulo frontal, la parte del cerebro que regula la moral, el juicio y la autoconsciencia.

 

Cuando el lóbulo frontal se desconecta, no solo pierdes el filtro… pierdes el control. Y, a veces, algo más toma ese espacio.

 

BEBIENDO PUERTAS ABIERTAS: CÓMO EL ALCOHOL BAJA TU VIBRACIÓN

 

Hablemos de vibración. No es solo new age o rollo espiritual; es física pura. Todo en el universo vibra en una frecuencia específica, incluido tú. Emociones como el amor, la gratitud y la paz vibran alto. El miedo, la ira y la tristeza, vibran bajo.

 

¿Y qué hace el alcohol? Baja tu frecuencia. Desinhibe, sí. Pero también desprotege. Tu campo energético, normalmente firme y alineado, se vuelve poroso. Y cuando tu vibración cae en picada, es como poner un letrero luminoso que dice: “¡Casa abierta, pasen sin preguntar!”

 

Llámalos parásitos energéticos, entidades astrales, malas vibras… el nombre da igual. El resultado es el mismo: después de una noche de excesos, no solo te duele la cabeza. Te duele el alma.

 

¿QUIÉN TOMÓ EL CONTROL? EL FENÓMENO DE LA POSESIÓN TEMPORAL

 

Seguro tienes un amigo (o eres tú) que se transforma por completo cuando bebe. El callado se vuelve el alma de la fiesta. El pacífico, agresivo. El alegre, un pozo sin fondo de tristeza.

 

Y al día siguiente, ¿qué dicen? “No me acuerdo de nada.”

Exacto. Porque no eras tú.

 

Las culturas ancestrales hablaban de esto hace siglos. En rituales chamánicos, el alcohol se usaba para invocar espíritus, pero siempre bajo guía, intención y protección. Beber sin conciencia es como dejar la puerta de tu casa abierta en un barrio peligroso y salir de paseo. ¿Qué crees que va a pasar?

 

NO SOLO EL ALCOHOL: OTRAS FORMAS EN QUE LAS ENTIDADES NOS PARASITAN

 

El alcohol es solo una de las muchas puertas. Pero hay más formas de abrirle paso a lo que no quieres:

 

1. Emociones Negativas Prolongadas: No es solo que la ira o el miedo sean “malas”. Son grietas en tu campo energético. Si vives en ese estado, es como dejar la ventana entreabierta todo el tiempo.

 

2. Ambientes Tóxicos: Lugares donde la violencia, la tristeza o el conflicto son constantes dejan su marca en tu energía. No sales ileso, aunque creas que sí.

 

 

3. Relaciones Parasíticas: No solo existen las entidades astrales. También hay personas que funcionan como parásitos energéticos. Esas amistades, parejas o familiares que te dejan agotado, drenado… vacío.

 

 

4. Consumo de Sustancias: No solo el alcohol. Drogas recreativas, exceso de azúcar, comida ultraprocesada… Todo lo que altera tu estado natural afecta tu vibración.

 

¿CÓMO PROTEGERTE? EL ARTE DE CERRAR LA PUERTA DESPUÉS DE LA FIESTA

 

No se trata de vivir en paranoia ni de evitar la diversión. Se trata de conciencia y protección. Aquí van algunas claves para mantener tu energía alineada:

 

Meditación y Aterrizaje: Después de una noche de copas, tómate un momento para volver a ti. Respiración consciente, meditación, silencio. Recuerda quién eres.

 

Limpieza Energética: Baños de sal, sahumerios, o técnicas Energéticas pueden ayudarte a limpiar lo que no es tuyo.

 

Rodearte de Buena Energía: Personas, lugares y actividades que te eleven. Tú sabes cuáles son.

 

Consumo Consciente: No se trata de ser abstemio. Se trata de saber cuándo parar y cómo cuidar tu energía antes, durante y después.

 

LA PREGUNTA FINAL: ¿QUIÉN ERES CUANDO NADIE MÁS ESTÁ?

 

El alcohol puede ser un puente o un abismo. Puede conectar o desconectar. La próxima vez que alguien te diga “no eras tú anoche”, pregúntate: ¿a quién le diste las llaves?

 

Porque al final, el estado más elevado de conciencia no está en una botella. Está en ti.

 

Sobre la autora:

Marcela Hernández Montiel es terapeuta y guía energética, creadora de Lux Áurea Signature. Con más de 20 años de experiencia en el manejo de energías, su trabajo fusiona la ciencia y el misticismo para ayudar a las personas a reconectar con su verdadero poder.

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Marcela Hernández Montiel

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