Plan, Protocolo y Procedimiento

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Plan, Protocolo y Procedimiento

Lunes, 07 Abril 2025 00:05 Escrito por 
Hugo Antonio Espinosa Hugo Antonio Espinosa Sin riesgos

El Gobierno Federal, a través de la Coordinación Nacional de Protección Civil, dio a conocer la semana pasada la convocatoria para participar en el Simulacro Nacional 2025, a celebrarse este 29 de abril de 2025, a las 11:30 horas. La hipótesis de emergencia será un sismo de 8.1 grados, con epicentro en el Golfo de Tehuantepec. El Sistema de Alerta Sísmica se activará en la zona central del país y se registrarán afectaciones severas en Oaxaca, Chiapas, Puebla y CDMX. En el evento se espera que participen más de nueve millones de personas.

Éste será el primero de dos simulacros generales que habremos de realizar en el 2025 en todo el país, como parte de la cultura cívica preventiva que año tras año las autoridades mexicanas buscan fomentar –por decreto presidencial desde hace 23 años y establecidos en el Reglamento de la Ley General de Protección Civil desde hace diez– con la finalidad de que la población practique sus capacidades de respuesta frente a emergencias y desastres.

En tal contexto, tenemos la oportunidad de reflexionar sobre tres conceptos muy importantes que estarán en boca de todos quienes participen en dicho evento y que suelen confundirse a la hora de planear, ejecutar y evaluar sus ejercicios de respuesta. Estos son los Planes, Protocolos y Procedimientos de Emergencia. ¿Existe una diferencia entre estos, o se puede uno referir a ellos indistintamente como si fueran sinónimos? Desde luego que no, son conceptos muy distintos y en una emergencia tener claras sus características, particularidades, límites y alcances de cada uno son fundamentales para una respuesta eficaz y organizada que permita reducir riesgos, afectaciones en los bienes y el entorno, pero lo más importante es salvar vidas.

Un Plan de Emergencia, en términos de protección civil, es instrumento de planeación y respuesta que contiene acciones estratégicas para la atención de una emergencia o desastre, cuyo objetivo es salvaguardar la vida de las personas y reducir el impacto en los bienes y el entorno de un inmueble, o dentro de un espacio geográfico determinado, a través de una secuencia de procedimientos y mecanismos específicos. En él se define la secuencia de acciones a desarrollar, la asignación de responsabilidades, el establecimiento de cuándo, cómo y quién las realizará antes, durante y después de la contingencia.

Los Protocolos de Emergencia forman parte del Plan de Emergencia y son las reglas, normas o directrices de comportamiento, previamente establecidas, que la comunidad en cuestión deberá observar antes, durante y después del incidente. En ellos se establecen las medidas y acciones a seguir de manera general y describen cómo debe llevarse a cabo una actividad o proceso.

Un Procedimiento de Emergencia consiste en una serie de pasos detallados que deben seguirse para completar una tarea específica. A diferencia de un protocolo, que puede ser más general, un procedimiento es muy preciso y detallado; en él se describe exhaustivamente una actividad.

Visto de forma integral, la atención de una emergencia implica la gestión de diversas tareas en distintos niveles de responsabilidad. Por ejemplo, la ejecución del Plan de Emergencia es de carácter estratégico y corresponde a los tomadores de decisiones su cumplimiento y supervisión. Es la visión amplia y corporativa de la organización, de una entidad o un municipio para contener sus efectos.

Los protocolos son de carácter táctico y operacional. Su ejecución es de aplicación general y de poca complejidad; son actividades sencillas que, de seguirse uniformemente y de manera organizada, garantizan la salvaguarda de quien los desarrolla. Son de aplicación individual y norma el comportamiento con un fin de autoprotección.

Los procedimientos son de carácter técnico y su desarrollo está a cargo de personal especializado y previamente capacitado. Su especificidad los hace fundamentales y su cumplimento funge como la amalgama entre la operación táctica y la planeación estratégica. Es la labor de los Brigadistas y los Jefes de Piso a la hora de desarrollar un repliegue o evacuación, pero también la de Operadores y Jefes de Planta o Producción. Usted elige dónde participar. El lugar más seguro es el que construimos juntos. ¡Que su semana sea de éxito!

Hugo Antonio Espinosa
Funcionario, Académico y Asesor en Gestión de Riesgos de Desastre
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