Acaban las “campañas” por la Rectoría en la Universidad Autónoma del Estado de México, las cuales formalmente se denominan “comparecencias institucionales”. Fue la etapa en la cual cada una de las seis aspirantes recorrió más de 70 espacios universitarios para exponer sus planes de trabajo, ideas, propuestas y proyectos para la Máxima Casa de estudios mexiquense, así como para conocer las condiciones materiales en las cuales se encuentran el personal administrativo, docentes y estudiantes.
Este miércoles 30 de abril concluye el plazo establecido en la convocatoria de la UAEMéx para la elección de la primera Rectora. Sí o sí será mujer, lo que ya significará un cambio muy relevante en la política institucional de la “mejor universidad pública estatal del país”, según indican los rankings.
Sin embargo, hay amagos de posibles paros en algunos planteles de la institución. Desde el pasado lunes 28 de abril, en facultades como la de Artes y la de Humanidades, se abrieron consultas entre la comunidad para decidir si se llega al paro de labores o se continúa con la actividad normal. Si hay o no paro de labores es importante, porque de acuerdo con la convocatoria, en la fase VI de la Convocatoria -aprobada y publicada el pasado 21 de febrero- denominada “Auscultación cuantitativa”, el próximo 12 de mayo deberá realizarse esa consulta entre las diferentes comunidades y será responsabilidad de las consejeras y consejeros universitarios “para orientar su criterio al emitir su voto”.
El numeral 2 del apartado VI de la convocatoria indica que “cada espacio recabará la preferencia de sus integrantes sobre cada uno de los aspirantes. Esto podrá realizarse a través de un sistema de consulta desarrollado exprofeso por la Universidad Autónoma del Estado de México”.
“Dicha auscultación se llevará a cabo por cada uno de los espacios universitarios y sectores que integran la comunidad en al menos dos sesiones (matutina y vespertina) que permitan registrar el orden de preferencia de los universitarios respecto a los aspirantes y una opinión, sugerencia o comentario”, indica ese numeral. Eso significa que, si se aplica de manera literal, cada integrante que exprese su opinión deberá indicar un orden, es decir, expresar a quién de las aspirantes prefiere como rectora en primer lugar, a quién como segunda opción y a quién en tercer lugar.
Esta etapa del proceso cobra una relevancia significativa, porque si en los espacios no se realizan las consultas de manera transparente y con la certeza de que todo se efectuó con absoluta imparcialidad, surgirán dudas que en nada abonarán a la confiabilidad de la elección, ya muy “magullada” y que hasta podría significar violaciones a la “responsabilidad universitaria”.
Si la Comisión Especial Electoral aplica con rigidez y severidad lo establecido en la convocatoria, podría haberse violentado la convocatoria, en el apartado IV. Jornadas de promoción y comparecencias institucionales, en su numeral siete, inciso h: “En ningún caso la propaganda podrá contener expresiones verbales, visuales o auditivas que denigren a los integrantes de la comunidad universitaria, otros aspirantes, ni a las instituciones, autoridades, órganos y símbolos universitarios”.
Más allá de eso, que se resolverá más adelante, hasta este momento todas las mujeres aspirantes pudieron exponer, en igualdad de condiciones, sus planes de trabajo, los cuales debieron entregar el día de su registro ante la Comisión Especial Electoral.
La siguiente etapa: la transmutación de “aspirantes” a “candidatas” ocurrirá hasta el 14 de mayo, durante la sesión extraordinaria del Consejo Universitario, porque, de acuerdo con el artículo 105 del Estatuto Universitario, corresponde a las consejeras y consejeros proponer a quienes, de acuerdo con su valoración, reúnen las condiciones y cualidades académicas, profesionales y personales para ocupar la Rectoría para el periodo 2025-2029.
De manera textual, el artículo 105 indica:
“Los integrantes del Consejo propondrán candidatos a Rector de entre los aspirantes con registro; propuestas que, para ser aceptadas, deberán ser apoyadas por lo menos por el diez por ciento de los Consejeros Universitarios propietarios, o suplentes en función de propietarios, entre los cuales no deberá haber más de dos por cada Organismo Académico o Plantel de la Escuela Preparatoria.
Registrados los candidatos, se recibirá de la Comisión Especial Electoral un informe sobre el desarrollo del proceso electoral y uno sobre la auscultación cualitativa, y se dará lectura al currículum vitae y síntesis de las propuestas de programa de trabajo de los mismos”.
Eso significa que, a pesar de haber visitado todos los espacios y entrar en contacto con las diferentes comunidades de la UAEMéx, no se garantiza que las doctoras Laura Elizabeth Benhumea González, María José Bernáldez Aguilar, María Dolores Durán García, Eréndira Fierro Moreno, Maricruz Moreno Zagal y Martha Patricia Zarza Delgado (referidas en orden alfabético por su primer apellido) tengan la posibilidad de ser “candidatas”. Dependerá de si han amarrado el apoyo de al menos 10 consejeras y consejeros representantes de cinco espacios diferentes.
Quienes logren la transmutación de “aspirantes” a “candidatas” podrán ser votadas. En ese momento, se procederá a la elección, la cual, de acuerdo con el mismo artículo 105, será “mediante voto personal, nominal, directo y secreto”.
Como es el caso actual, en el que existen seis aspirantes y suponiendo que todas consigan ser candidatas, “se realizarán rondas sucesivas de votación, hasta quedar dos de ellas.
Con dos candidatos se realizará la votación, ganándola quien obtenga mayoría. En caso de empate, se realizarán hasta dos rondas más de votaciones, con un receso de quince minutos entre ellas, a fin de que resulte un candidato con mayoría; si continúa el empate, el Rector en funciones decidirá con voto de calidad”.
De forma natural, ese día habrá una gran presión de la opinión pública y de los medios de comunicación hacia la propia universidad para conocer el resultado de ese proceso, incluidas las rondas de votación, así como la elección final. “Expresada la mayoría de votos en favor de alguno de los candidatos, el Rector en funciones hará la declaratoria correspondiente y, acto seguido, tomará protesta al Rector electo”, concluye el referido artículo.
Entonces sí habrá que celebrar, porque la UAEMéx tendrá a su primera Rectora, pero, sobre todo, habrá que iniciar una etapa de reconciliación y trabajo intenso, porque solo así se logrará transformar realmente a la institución.