Brenda, mi siempre amable waitress, se dirige a mí y me dice: "Fui a votar el domingo".
—¿Y qué tal la experiencia?
—Pues si hay algo que agradecer —me explica— es que no había gente, estaba vacío. Llegué a las 9 y tuvimos que esperar a que abriera bien la casilla, pero después nada de gente.
Y todavía salí a comer unos tacos de barbacoa enfrente, y en ese par de horas que estuvimos en el puesto, si acaso unas dos personas llegaron a votar.
Afuera de esta antigua cafetería del centro histórico, se alcanzan a ver casas de campaña de colores. Son maestras y maestros que, desde temprano, buscan un lugar para orinar y defecar, algún baño en esos negocios a los que obligaron a cerrar por vandalismo, pero las necesidades del cuerpo son necesidades.
Mientras ella sirve en esa taza el café americano con azúcar, el periodista reconoce al gobierno la iniciativa de elegir a los integrantes del Poder Judicial. Es una estrategia de ajedrez cuya jugada le permitirá darle jaque a las instituciones independientes; es decir, a sus supuestos enemigos. Ahora tendrá el control de todos los poderes independientes. El sueño de cualquier dictador, pero sin violencia. Hasta ahora. Ya nada más les faltaría el control de los medios, pero van avanzando en eso...
Pronto darán a conocer los resultados del proceso (que no es ejemplo en el mundo de democracia, sino de estrategia de control maquiavélico de los poderes del Estado). Estarán listos. Conoceremos por fin a los que unos 11 millones de votantes, de 100 millones en el padrón, eligieron entre un chorro de nombres en letras chiquitas, en un chorro de boletas de colores donde fueron seleccionados casi 2 mil 700 cargos judiciales con igual número de aspirantes en todo el país. De ahí saldrán los nuevos integrantes de una Suprema Corte más política, más vigilada y con mucho, mucho más trabajo, demasiado. Recuerden que cuando un país tiene en la mente un reclamo permanente de justicia, el cambio de jueces parece una buena idea, pero... Hoy la mercadotecnia supera los derechos y el tiempo será el mejor juez de los jueces y sus resultados.
De fondo, en esa rústica e histórica cafetería se escucha:
"Se hicieron las elecciones de esta tierra del maíz, para chupar entre todos lo que quedó del país.
Que tampoco en el país habrá sobornos ni nada, se nos reventó un oído, de la pura carcajada"... Ese Óscar Chávez y sus parodias políticas era todo en caso... Cómo el de México en el mundo, que presume una democracia instruida por un "pueblo" que no habla, que no entiende, pero que sabe que el gobierno los quiere.
Este proceso electoral se veía muy desde lejos como una vieja utopía del planeta. Como quien pone un negocio de venta de piedras en el empedrado.
Con un costo de 7 mil millones de pesos y una inversión por voto de 583 pesos, ha concluido la fase del sufragio. Si se hablara de pérdidas financieras, cuidado, estaríamos perdiendo la inversión sobre los rendimientos. Es decir, invertí 7 mil y vendí 700, con una pérdida de 6 mil 300. Pero la ganancia política es la redituable. Mire, uno por cada 10 votos no legitima la voluntad del pueblo, a menos que por decreto se diga que sí, y que fueron más votos (sin contar los niños) que los que hubiera obtenido cualquier partido en otras elecciones.
Pero ya pasó. Y si hay perdedores, el tiempo lo dirá.
Saludos desde El Sótano... Mi X @raulmandujano
