Nada salva a los Fernanditos del país
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Publicado en Opinión

Nada salva a los Fernanditos del país

Viernes, 08 Agosto 2025 00:15 Escrito por 
Ganando Espacios Ganando Espacios Noemí Muñoz

Fernando pagó por una deuda que no era suya con su vida. Mil pesos costaron su vida. Ni su inocencia, ni su edad fueron motivo para evitar que unos prestamistas se desquitaran con él. Nada importó. Solo mil pesos que no fueron cobrados y una mamá que nada pudo hacer para evitarlo.

La mamá de Fernando, con un problema de lengua visible, no encontró personal que la atendiera para denunciar el secuestro de su hijo, quien había sido sustraído de su hogar presuntamente por dos mujeres, las cuales fueron a cobrarle una deuda de mil pesos y, al no obtener el pago, se lo llevaron. Nadie la ayudó; tuvo que esperar cuatro días para hacer la denuncia y para que las autoridades la acompañaran para tratar de rescatarlo.

Según algunos medios, los vecinos denunciaron al DIF municipal que Fernandito estaba con una familia que no era suya, pero les dijeron que debían denunciar a la Fiscalía. En ese momento, el niño aún estaba vivo.

Quisiera pensar que la madre del niño vivió una situación tan difícil que no le quedó otra más que pedir dinero, sin imaginar que el costo por ese préstamo sería la vida de su pequeño.

De acuerdo con algunas declaraciones, el horror no lo vivió Fernandito solo al ser asesinado. Sus captores, en una muestra de total deshumanización, lo torturaron golpeándolo, alimentándolo en el suelo y bañándolo con agua fría.

También se ha informado que el niño ya sufría violencia a manos de su padrastro, quien presuntamente es alcohólico.

Vivimos momentos terribles en el mundo: genocidios, hambruna, racismo y discriminación hacia los migrantes, que son cazados como animales y tratados igual.

Y más cerca de nosotros, desapariciones, feminicidios, asesinatos y, sobre todo, impunidad total ante el crimen organizado, que lo mismo mata a una maestra jubilada, que a una familia o unos prestamistas, o a un niño de cinco años. Desgraciadamente, en muchos de esos casos no hay castigo ni autoridad que los alcance. Y aunque ya hay tres detenidos en el caso del menor, esperemos se haga justicia.

Vivimos un auténtico terrorismo criminal, en el que los maleantes dejan en claro que nadie se escapa de sus manos ejecutoras, que carecen de toda ética y honor. Siempre están listos para atacar a los más vulnerables.

¿Qué hay en la mente de esas personas? Muy probablemente, las carencias los han hecho indolentes ante lo que les pasa a los otros. ¿Cómo puedes dañar a alguien que no se puede defender?

Con los niños, sí; con las abuelas, también; con los adultos mayores, con las mujeres, con los más pobres. Al parecer, los malos se pueden meter con todos, y nosotros somos solo espectadores.

Falta humanidad, amor, todo, pero sobre todo conciencia. Carecemos de protocolos de atención a niños que estén en probable o evidente riesgo. Mientras no haya estrategias útiles, siempre habrá un nuevo Fernandito que pagará con su vida lo que no debe.

 

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Noemí Muñoz

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