¿Qué tal, que todos los especialistas en política hacen sus apuestas?, unos consideran irreversible el avance morenista, otros más consideran que no es para tanto, los más reservados mantienen sus comentarios ocultos y sólo lo hacen con los muy allegados, porque no quieren cometer un error en el pronóstico y no darle el triunfo al que resulte vencedor. Lo cierto es que nadie sabe, ese enorme monstruo de las mil cabezas llamado electorado, puede cambiar las cosas de un momento a otro.
Por eso, las mediciones que se vienen haciendo y que generan un muy lucrativo negocio, que son las encuestas, no pueden dar por hecho que se convierta en realidad lo que han venido reportando durante este tiempo y que así será el resultado final, en lo particular conozco a Roy Campos por ejemplo, que dentro de su profesionalismo sabe que el resultado de una encuesta es una medición de momento, como una fotografía que no necesariamente garantiza un resultado final.
Nadie puede hacerlo, sólo marca tendencia, aunque para los partidos y actores políticos, es pieza fundamental para medir a sus cuadros, y elegir en estas condiciones al mejor posicionado, el que sea más conocido, y aceptado por el pueblo al que se pretende gobernar, pero desde luego, el que puede ser garantía de triunfo, y a estas alturas, es razonablemente importante considerar que se debe elegir bien, o de lo contrario la derrota está en la puerta.
Pero, pese a todo esto, a que sabe perfectamente cada partido, cuáles de sus cuadros se encuentran mejor posicionados, y pueden garantizar o el triunfo o una lucha cerrada contra el posible contrincante, y tal vez, con labor de campo y de acercamiento, logren el triunfo, intervienen inevitablemente los que exigen ser considerados para algún cargo, porque suponen que su trabajo partidario así se les debe reconocer, aunque no los quieran ni sus vecinos, es por lo que vemos a personajes que realmente son impresentables por su actitud y peor, por su escaso trabajo realizado.
Pero, es el PRI el que mayor problema tiene de desprestigio, aunque lo he repetido en diferentes ocasiones lo haré de nuevo. Su base, es y seguirá siendo de las mejores, a eso le apuesta el partido, a la labor incansable de las personas que sostienen todo el aparato de ese instituto, y que son atendidas en época de elecciones o esporádicamente.
En el Estado e México, el PRI enfrentará lo que puede ser la madre de todas las batallas, en especial, por el efecto López Obrador, más que Morena, es el líder de ese partido el que ha logrado, a base de artimañas, colarse en el conocimiento de la población y poco a poco en su aceptación, tanto que hoy por hoy, es el personaje a vencer, a pesar de la recién creación de su partido.
Y ¿por qué es el efecto AMLO? Porque no hubo quien lo frenara, porque a pesar de la insistencia de violentar las reglas, lo dejaron ser, porque aparecía con todos y cada uno de los candidatos emanados de Morena, sin el menor recato, porque se la ha pasado gritando a los cuatro vientos que la mafia del poder y que todos son unos corruptos, pero que, curiosamente al estar del lado de su movimiento son perdonados, pero nadie decía nada o acertaba a hacerlo, pensando que en el momento en el que empezaran las campañas las cosas cambiarían, pero, se llevaron una sorpresa.
Ahora el panorama más que nunca es demasiado gris para el tricolor. Y para el PAN, el resultado de esa lucha encarnizada en contra el candidato presidencial Ricardo Anaya, emprendida desde el PRI y el gobierno federal, y también la ambición de éste, contra la natural vocación de Margarita Zavala, hicieron que se enfrascaran en una lucha hostil, que fue bien aprovechada por el que de por sí ya iba en primer lugar en las preferencias.
¿Por qué es importante la lucha por el segundo lugar? Porque ambos, PRI y PAN con sus respectivas coaliciones, consideran que al cerrarse la contienda, que no ha pasado ¿eh?, pueden colarse por el triunfo desde ese segundo lugar, pero, el panorama no se ve, ni por asomo, como lo presumieron, el caso es que el moreno va en caballo de hacienda, y hasta se dio el lujo de recomendarles no pelearse.
Pero, aún el pueblo no ha decidido, podrá decirse que materialmente MORENA va a arrasar en todas partes en donde habrá elecciones, y que es inevitable el triunfo como Presidente de México de Andrés Manuel López Obrador, y que será un tsunami el músculo que mostrará ese partido en estas elecciones, pero, aún no hay votos, aún no se contabilizan y aún, no gana, y aunque es poco tiempo el que resta de campañas, pueden suceder muchas cosas.