El día de ayer, se celebraron los comicios electorales más grandes en la historia de nuestro vapuleado país en los que se disputaron tres mil 222 cargos tanto a nivel federal como local, asimismo, con un total de 133 personas asesinadas desde que inició el proceso en septiembre del año pasado, los cargos en disputa fueron la presidencia de la república 500 diputados, federales, 128 senadores, ocho gubernaturas, la jefatura de gobierno de la Ciudad de México y en la que por primera ocasión se votaron por 16 alcaldes en igual número de ahora municipios con sus respectivos concejales.
Hubo elección en mil 612 presidencias municipales de 26 entidades federativas; fueron autorizados a contender 47 candidatos independientes a cargos federales; ésta elección quedará marcada como la elección democrática más costosa en la historia de nuestro país y del mundo con una suma total de ¡24 mil 215 millones de pesos!, asignados al Instituto Nacional Electoral, que repartió una cuarta parte a los partidos políticos y por supuesto a las juntas locales de las 32 entidades involucradas en dicho proceso.
Asimismo, por primera ocasión hubo reelección en México de 452 presidentes municipales y de 242 legisladores locales; es preciso destacar, que participaron 41 mil 895 mujeres por 41 mil 296 hombres, el mayor número en la historia de los procesos políticos llevados a cabo.
Cabe mencionar, que la alternancia democrática inició en el año 2000 con el triunfo inobjetable de Vicente Fox como abanderado de la alianza PAN-PVEM, sobre el Partido Revolucionario Institucional, cuyo aspirante fue Francisco Labastida Ochoa por un margen del 6.5 por ciento.
El abanderado presidencial que se alce con la victoria deberá recomponer responsable y honestamente a nuestra nación en la que ha permeado despiadadamente en todas partes el crimen organizado que ha teñido de sangre municipios y estados.
Además deberá limpiar la corrupción e impunidad galopante anquilosada en los tres niveles de gobierno, distintas instituciones, órganos y en los mismos poderes de la Unión, porque nuestros representantes le han fallado a la sociedad civil que tampoco hemos hecho nuestro trabajo.
El aspirante ganador, tendrá que rodearse de personas que amen profundamente a México, honestos, capaces, con un currículum intachable, para iniciar una transformación nacional, necesitamos gente honrada, comprometida, equilibrada, en la que podamos confiar y poder aspirar de nueva cuenta a la paz social, a un crecimiento económico real, a que el gobierno sea el catalizador de la creación de nuevos empleos, brindando facilidades a los empresarios e inversionistas, para que confíen en el régimen en turno.
Por supuesto que tendremos que exigirles transparencia, honestidad, que trabajen por todos. Por supuesto que requieren del apoyo de los ciudadanos que no deberá faltar.
Es el momento oportuno para crear la unidad nacional, que nos dejemos de ver como enemigos, que tendamos puentes entre todos, iniciando desde la familia, con nuestros hijos, con nuestros padres, nuestros hermanos, con los vecinos, con los amigos, con los compañeros de trabajo, es decir, en todas partes, ¡Basta de envidias y odios enconados, provocados por la envidia, es el momento oportuno para lograrlo, no lo desperdiciemos una vez más!
¡Por México y por nosotros!
¡Y, que hoy, nuestra selección nacional, derrote contundentemente a la de Brasil, en octavos del Campeonato Mundial de Fútbol Rusia 2018!