Un verdadero cochinero, muy a la usanza priista-panista (que tanto criticaron y, aseguraron, combatirían), fueron las primeras horas legislativas protagonizadas por la mayoría morenista en las cámaras de senadores y diputados federales (Congreso de la Unión).
Y no me refiero al espectáculo ofrecido por Gerardo Fernández Noroña y Porfirio Muñoz Ledo, cuando se confrontaron porque éste último asistió al último informe de Peña Nieto, sino a la desfachatez con la que se negoció que Manuel Velasco tomara protesta como senador y regresara, en total impunidad, como gobernador sustituto (de sí mismo) a Chiapas.
La treta se cuenta sola. El gobernador de Chiapas, emanado del PVEM, Manuel Velasco, acompañado de una aplanadora mayoría en el congreso de este estado, tramposamente, modificó la constitución local para pedir licencia al cargo, ser candidato a senador plurinominal, tomar protesta como tal y regresar al cargo de gobernador, todo ello avalado por el Trife.
Insólito, pero por primera vez en México tenemos un gobernador y senador a la vez.
Y no es casual, resulta que este peculiar gobernador es últimamente muy cercano del Presidente electo, por quien trabajó electoralmente en Chiapas, ayudándolo a su ascenso al poder.
Por eso AMLO, sometió al Senado, en dónde también goza de mayoría, para revertir la negativa de licencia a Manuel Velasco para regresar a su estado, quién, de última hora, obtuvo la autorizaron para salirse con la suya.
Este cochinero llegó a su máximo descaro, cuando la autorización del senado a Velasco (por la mayoría Morena) para dobletear puesto, se acompañó con el sospechoso anuncio de que 5 diputados federales del Partido Verde, se sumaban a Morena, maniobra con la cual el partido del presidente electo obtiene la MAYORÍA ABSOLUTA en la cámara baja, es decir, en San Lázaro.
De este tamaño las artimañas y negociaciones del próximo régimen. A ojos vistos de la opinión pública y en claro desacato al marco legal de nuestro país. Pobres mexicanos, la que no espera.
Bien dicen que a veces es mejor malo por conocido que “bueno” por conocer.