Conocedor como nadie de las condiciones de pobreza y marginación de millones de mexicanos; sensible al dolor ajeno por la pérdida de vida de cientos de miles de inocentes que han caído por la barbarie de grupos criminales, que entre el narco y secuestro han asolado al país por dos sexenios de manera exponencial, Andres Manuel López Obrador se prepara para hacer -dice-, el mayor esfuerzo de su vida en busca del cambio que no ha llegado para cambiar las terribles condiciones en la que las mayorías se encuentran.
Como un pequeño cale a realidades que enfrentará a partir del primero de diciembre, el viernes pasado, el presidente electo escuchó desgarradoras historias de familias a las que les arrebataron a sus hijos, sin que a la fecha sepan dónde se encuentran, si viven o no, o donde los sepultaron, para poder llevarles por lo menos flores.
El tabasqueño sabe que este México que le heredan, al que le han cercenado sus posibilidades de crecimiento, se lo entregan en las peores condiciones, con un pueblo más que dolido, más que ofendido, más que humillado ante el coloso del norte.
Por eso dijo López Obrador que requerirá de la participación de todos para sacar adelante a nuestro país, para poner a este México en marcha, porque la titánica tarea que le viene efectivamente necesitará del concurso de todos. No es el gobierno el único culpable de nuestros males y el único obligado a resolverlos, hemos sido omisos y hemos permitido que saqueadores, verdaderos bandidos como los que integran este terrible gobierno, nos condujeran, como él afirma, al despeñadero.
Hoy la grandeza de nuestra nación está extraviada por un puñado de rufianes que desde la presidencia misma optaron por hacerse de los bienes del pueblo para hacerlos personales, y de negocio en negocio, lograron crecer sus propias finanzas. Los desvíos, las fugas de recursos, los negocios, fueron actividad cotidiana para los hombres del poder, del gobierno.
Casos como el de Rosario Robles no se pueden permitir más y claro que se deben castigar, porque extirpar los recursos del erario para fines ajenos al bien común, está penalizado. En tal sentido, creo que se equivocará el presidente y defraudará a muchos si no procede en
consecuencia. No debe, por tanto, minimizar conclusiones de la Auditoría Superior de la Federación, que hizo público el saqueo de las Secretarías en las que la funcionaria ha estado.
Se entiende que López Obrador quiere obtener la paz social y el rumbo estable de su gobierno, pero no lo logrará si deja pasar verdaderos atracos de los bienes nacionales y de la confianza ciudadana entregada a los que ya se van.
Son muchos los enredos que tendrá que resolver: finanzas sanas, no maquilladas; creación de empleos, seguridad pública que es el mal mayor, potenciar el turismo, dar acceso a la salud y a la educación para todos los pobres y marginados; fomentar la inversión privada nacional y extranjera, detener inflación y alza a productos energéticos, llevar a buen término el tema del Aeropuerto de la Ciudad de México, que se ha convertido en un debate nacional que lo único que ha logrado es dividir y confundir a la población.
En fin, el hombre que conoce de raíz las carencias de los olvidados y que quiere lograr la cuarta transformación de nuestro país, tendrá que hacer verdaderas modificaciones a la conducta de los servidores públicos para lograr, primero, que los negocios y abusos de funcionarios tengan un dique imposible de pasar, y por supuesto, habrá de castigar, quiera o no, a los que faltaron a la ley y a la legalidad, porque de lo contrario, si no hay sanciones ejemplares, los que vendrán con él, harán lo mismo que hicieron los empleados del gobierno más voraz y corrupto de la historia, al fin y al cabo, a nadie se castiga.
Para que creamos y veamos que el cambio será auténtico, el presidente habrá de ser inflexible a la hora de valorar si olvidar y perdonar robos descarados de funcionarios, o castigo y justicia para un pueblo que urge comportamientos diferentes en quienes tienen la responsabilidad de servir.
Apuntes finales....
En Puebla las cosas se pondrán complicadas para los panistas que si se imponen como gobierno a través de la esposa de quien verdaderamente manda allá, les será sumamente difícil transitar en orden y en paz... Hay voces que dicen que en cuanto López Obrador asuma la presidencia, pedirá se investigue los desvíos de recursos del gobierno del Estado de México desde los tiempos de Eruviel Ávila, que como el gobierno federal, puso al servicio del actual gobernador, Alfredo del Mazo III, para comprar esa elección. Delfina Gómez se las tiene guardadas. Y hablando del Edomex, dicen que del Mazo gasta fortunas en embutes a periodistas locales y algunos nacionales, pensando que con eso, logrará impunidad en el manejo discrecional del presupuesto, y para medir si tienen posibilidades de que los de Atlacomulco se queden con los restos del PRI al iniciar el gobierno de Morena y concluya Ruiz Masieu el periodo que le tocó... De toma y daca sigue siendo el enfrentamiento entre Yeikol Polenski y Cuauhtémoc Blanco. Parece que Morelos seguirá en la zozobra que padece desde hace ya muchos años... El senador zacatecano José Narro será en su momento una carta muy fuerte para la izquierda en esa entidad, donde buscarán arrebatarle al PRI el gobierno estatal... Hay voces que aseguran que Gerardo Ruiz Esparza ya tiene preparado un viaje al extranjero por aquello de que lo vayan a involucrar en manejos turbios de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, ¿será?
