Ha transcurrido el primer año de la gestión del gobernador Alfredo Del Mazo Maza. El arranque fue complicado, porque a los cuatro días de que rindió protesta, debió enfrentar un sismo que afectó diferentes comunidades de la entidad y sin conocer detalladamente las diferentes áreas, así como las fortalezas y debilidades que cada una tenía, él y su equipo debieron afrontar la emergencia.
Adicionalmente, su gestión coincidió con poco más del último año de la administración federal –que concluirá el próximo primero de diciembre- y prácticamente con el proceso electoral que derivó en la elección del pasado 1 de julio.
Su cercanía con el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, y formar parte del mismo grupo político, le significó –de entrada- un desgaste automático, por el rechazo que desde 2014 empezó a gestarse en torno al actual gobierno de la República. Difícilmente podía desmarcarse y no está en su formación deslindarse de quienes le apoyaron en su carrera política.
Hombre formado, desde niño, en los círculos del poder mexiquense, Del Mazo Maza ha tenido que conducir al Estado de México con un bajo perfil, obligado por las reglas no escritas de la política mexiquense, donde nadie debe “brillar” más que el presidente en turno, y más siendo ambos de la misma entidad-, sumado ello a las condiciones financieras complicadas.
El proceso electoral para renovar la Presidencia de la República, el Congreso de la Unión, la Legislatura estatal y los ayuntamientos, arrancó con puntos negativos para los priistas en general, y con un rechazo relativamente amplio, que empezó a vislumbrarse desde las elecciones de 2016, cuando el PRI fue “el gran derrotado” en el país.
Consulta Mitofsky indica que el presidente Enrique Peña Nieto tuvo su nivel más bajo de aprobación –con solo 17 por ciento de los encuestados- en febrero de 2017, luego del llamado “gasolinazo”, que provocó, en el Estado de México y otras entidades, robos a tiendas departamentales y de conveniencia.
Este jueves, el secretario general de gobierno, Alejandro Ozuna Rivero, entregó a la LX Legislatura el documento del “Primer Informe de Resultados” del gobernador Alfredo Del Mazo, quien, teniendo como invitado de honor al presidente Enrique Peña Nieto, dará un mensaje desde Palacio de Gobierno este viernes, rompiendo el esquema que desde hace muchos años era “el sello de la Casa”: eventos monumentales en el Teatro Morelos.
Se prevé una actividad sobria y totalmente republicana a la que estarán invitados –como dictan las formas políticas- los integrantes de la Legislatura, en la cual Morena tiene completa mayoría y los senadores de oposición, así como las y los legisladores federales.
Al entregar el documento oficial a los diputados locales, en el salón Benito Juárez del Palacio Legislativo, el secretario general de Gobierno expresó la “plena disposición de las y los titulares de todas las secretarías de la administración estatal, para detallar cualquier información derivada de la Glosa (…) así como para comparecer ante esta soberanía, en los términos que la normatividad señala y que ustedes mismos acuerden”.
Así, las secretarias y los secretarios del equipo del gobernador Del Mazo tendrán una primera “prueba de fuego” frente a los diputados y especialmente ante la oposición mayoritaria de Morena, en virtud de que en la agenda existen varios temas importantes y delicados.
Es política y no se puede ser ingenuo, pensando que los morenistas desaprovecharán la oportunidad para –ante la opinión pública- mostrarse como combatientes del “mal gobierno”, siguiendo la referencia que hizo el pasado domingo, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, en voz de su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, en la conmemoración de la Batalla de las Cruces, en Ocoyoacac.
Al recibir el documento, la presidenta de la Mesa Directiva de la Legislatura, Azucena Cisneros, expresó contundente que en el Estado de México: “Enfrentamos una crisis de derechos humanos; la violencia, la inseguridad y los feminicidios están fuera de control; el desempleo, las carencias de salud y la pobreza persisten de forma alarmante; además de estar pendientes el combate frontal a la corrupción y la impunidad en nuestro estado”.
Por supuesto que Morena buscará, en todo momento, generar ganancias políticas a su causa y obtener la gubernatura en las elecciones de 2023. En la política no hay concesiones y la glosa del informe será oportunidad para “evidenciar” –desde su perspectiva- los errores u omisiones del gobierno en turno y construir la percepción de que es necesaria una alternancia.
Con la conclusión del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto –que este viernes podrá enviar un mensaje con alta carga emotiva y política-, el gobernador Alfredo Del Mazo tendrá una gran oportunidad para –ahora sí- construir su legado y liderazgo político, no solamente estatal, sino también nacional, porque no hay otra entidad que compita con el peso electoral del Estado de México.
Podría ser la verdadera etapa del gobernador y del desempeño de su equipo dependerá la dimensión que alcance en los siguientes años.
Percepción
Los legisladores de Morena también tendrán oportunidad de mostrar su calidad política, a partir de su conducción en la Glosa del Primer Informe de Gobierno.