Toluca/Estado de México
Ante la necesidad de trabajar, restauranteros del Estado de México se arriesgarán a abrir los comercios el próximo lunes pese a la permanencia del semáforo rojo por el incremento de casos COVID-19.
En entrevista, Patricio González Suárez, presidente de la Asociación de Bares y Restaurantes (Asbar) en la entidad, indicó que empresarios del sector aseguran que no tienen nada que perder debido a que están al borde de quebrar y, sea por la autoridad o la pandemia, podrían cerrar en algún punto.
"Nosotros como asociación y representantes de los empresarios, no alentaremos esto porque el gobierno tiene la última palabra, pero apoyaremos la decisión de muchos restauranteros que nos han dicho que ante la urgencia y la necesidad de trabajar, muchos han decidido abrir a partir del lunes con todas las medidas necesarias", comentó.
Tras indicar que este semáforo rojo es más letal que el anterior, precisó que desde el inicio de la pandemia a la fecha, la entidad registra pérdidas por 35 mil millones de pesos y casi 60 mil empleos pérdidos solo en el sector que representa, cifras que día con día aumentan debido también a los nulos apoyos que obtienen por parte del gobierno.
Comentó que, mientras en el primer semáforo rojo los empresarios pidieron préstamos para salir adelante y llegaron a acuerdos para diferir, atrasar o disminuir la renta de los negocios, actualmente no tienen opciones de apoyo y, llegó la hora de pagar los primeros créditos solicitados.
Si bien dijo que saben que la situación de salud es delicada, reiteró que los contagios no se dan al interior de los comercios que representa, donde -aseguró- cumplen con todas las medidas sanitarias para evitar contagios, por el contrario, son las fiestas y reuniones clandestinas donde se propaga el virus.
"Prueba de lo anterior es que en estas tres semanas que hemos estado cerrados los contagios siguen subiendo, debido a que la gente sale a la calle hacer lo que no puede hacer en el comercio formal".
