El Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales del Estado de México perfila un programa, de la mano de las autoridades federales y estatales, con el fin de modificar el modelo de aplicación de vacunas contra el COVID-19 a partir de los 30 años de edad.
Gilberto Javier Sauza Martínez, presidente de Concaem, aseguró que el objetivo es que la vacunación ya no se haga solo por el lugar de residencia, sino por zonas industriales, o bien, acorde a los sectores productivos, es decir el comercio, industria, servicios, con lo que se podrían acelerar los procesos de aplicación y no afectar los tiempos productivos.
“Lo que estamos proponiendo es que se migre el sistema de vacunación y ya no sea municipal, si no el sistema de vacunación sea industrial, comercial y de servicios, quiere decir que la zonas y lugares de vacunación sean en zonas industriales y ahora ya no sea por municipios económicos si no por entes económicos”.
En el Estado de México de acuerdo con el último reporte del INEGI, la población económicamente activa, es decir entre 15 y 59 años, es de 10 millones 942 mil 670 personas; sin embargo, el grueso de los trabajadores se encuentra justo entre 30 y 59 años, con un total de 5 millones 777 mil 19 personas, esto significa que, consiguiendo la inoculación de este grupo de edad, los niveles de seguridad para evitar riesgos de contagio y el agravamiento de los mismos será determinante.
Cabe señalar que en el Estado de México el 56% de los casos positivos ambulatorios que se han registrado en los últimos meses, son de adultos entre 30 y 59 años, la población más expuesta por ser la que ha retornado en turnos completos y realiza actividades fuera de su hogar de manera cotidiana, esto es más de 260 mil de los 463 mil casos registrados.
Precisó que no se puede cambiar la forma en que trabajan 600 mil unidades económicas en el estado, pero lo que sí se puede hacer es cambiar el sistema de vacunación, para que vaya aparejado a la forma en la que trabaja el sector.
Indicó que el avance que se ha tenido con autoridades estatales y federales es muy considerable, pero se requiere tener la certeza de que se dispondrá de las dosis de vacuna necesarias para poder garantizar que todos los trabajadores que así lo decidan podrán ser vacunados.