Almoloya de Juárez/Estado de México
Para las mujeres internadas en el penal de Santiaguito, en Almoloya de Juárez, la apertura de la biblioteca significa "un paraíso", son más de mil 800 regalos que permite a las reclusas escapar del encierro y conocer destinos a los que no pueden viajar debido a su situación.
Aunque el espacio es pequeño, para las mujeres se trata de un lugar "maravilloso" donde han conocido historias de ficción, suspenso, novelas y poesía que les ha permitido "volar y ser libres aún dentro de estas paredes".
Durante la inauguración, el secretario de Seguridad, Rodrigo Martínez-Cellis dijo que en la dependencia están convencidos que el sistema penitenciario es el cierre de un ciclo y el inicio de uno nuevo, por lo que los esfuerzos emprendidos junto con el voluntariado es brindar a las personas elementos suficientes para retornar a la vida fuera de los centros Penitenciarios.
"Tendrán todo el apoyo sobre la mesa si así lo desean para juntos construir este inicio de ciclo. Es muy importante que este tipo de cosas funcionen", apuntó.
Agregó que hay mil 800 libros y aspira a triplicarlos en todos los centros Penitenciarios Mexiquenses, afirmó que los PPL tienen carencias, muchas de las que se traducen en una alta demanda de materiales de superación personal y aprendizaje, en este sentido las bibliotecas buscan desempeñar un papel fundamental en la satisfacción de esas necesidades. Una persona privada de la libertad que quiere usar su tiempo de manera constructiva podría ser un ávido usuario de la biblioteca y cuando se prepare para su liberación, le acompañaremos.
"Este nuevo centro recreativo y de aprendizaje operará en los nuevos entornos carcelarios y refuerza el derecho humano de todas las personas a la educación. Hemos entendido que debemos repensar el sistema penitenciario, debemos mejorar las condiciones al interior es por ello que hemos cambiado la creencia que el propósito del encarcelamiento es simplemente castigar, nosotros creemos en el compromiso de proteger los derechos básicos de los PPL y en los beneficios sociales a su rehabilitación.
Leer y usar la biblioteca abre un mundo, de eso se trata, de facilitar un lugar especial separado del resto de las instalaciones, con una atmósfera inspiradora, que no significa cambiar la vida de todas las personas, pero sí alguien en medio de su condena reconoce el error de su actuar podamos ofrecer un espacio físico en el que pueda recapacitar sobre su pasado.
La activista Tatiana Ortiz Monasterio, en alianza con la iniciativa española “A las olvidadas”, dijo que construyeron una biblioteca con libros donados para las mujeres privadas de su libertad en esta prisión mexiquense.
Se trata de textos pensados especialmente para las mujeres privadas de su libertad que incluyan una dedicatoria y no aquellos de los que las personas se quieran deshacer.