Toluca/Estado de México
El Fiscal General de Justicia del estado, José Luis Cervantes Martínez, presentó una disculpa pública a los y las familiares de víctimas de feminicidio y desaparición en el Estado de México.
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Sin embargo, solo una de las asistentes aceptó estás disculpas públicas. Durante su intervención, cada una de las familiares expresó su rechazo ante las condiciones en que se desarrolló dicho acto protocolario.
En el auditorio de las instalaciones centrales de esta institución, ubicadas en Toluca, expresó disculpas públicas a Daniela Mabel Sánchez Curiel, desaparecida desde el 11 de marzo de 2015; Diana Velázquez Florencio, asesinada en julio de 2017, en Chimalhuacán, cuyo agresor aún no recibe sentencia.
También a la familia de Julia Sosa Conde, quien desapareció en octubre de 2018 en el municipio de Ozumba y días después fue localizada sin vida, enterrada en el rancho de su pareja sentimental, el cual terminó por quitarse la vida.
Además, hizo referencia sobre los familiares de Nadia Muciño, caso que data del año 2004, cuando aún no había tipificación por feminicidio y su pareja sentimental la asesinó en su propia casa, en Nicolás Romero, frente a sus hijos; el responsable fue detenido en 2012, pero recibió sentencia como homicidio doloso.
Admitió que intenta ponerse en el lugar de los y las familiares de las víctimas, quienes recibieron malos tratos y dilación sobre las investigaciones para dar con el paradero de sus hijas, e investigar los feminicidios; sin embargo, aseguró que es una convicción de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México ser garante en la promoción, respeto y protección de los derechos humanos, de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. “Principios que rigen nuestro actuar como servidores públicos”.
Subrayó la obligación ética que implica exteriorizar y hacer patente el reconocimiento de los errores cometidos en el marco de sus atribuciones, actos que nunca debieron suceder y que solo agravaron la pena y el dolor, al dificultar el acceso a la justicia de víctimas y, sin lugar a duda, menoscabaron su obligación de brindar un trato digno, humano y empático.
“Que se escuche bien y con claridad no atendimos lo suficiente a las víctimas ni a sus familias, les dejamos solos, a partir de esta afirmación podemos lograr algo distinto, pero lamentablemente jamás podremos devolver la vida a Julia, a Diana, a Nadia, Alejandra, ni restituir a Daniela Mabel el tiempo perdido fuera de su núcleo familiar, nuestras, acciones pasadas serán siempre recordatorio de la distancia que interpusimos entre nosotros y las familias que hoy honramos”.
Aseguró que dichos casos serán siempre recordatorio de lo que nunca deben hacer, ni permitir para ellas o para otras víctimas y familias.
Afirmó que gracias a que la sociedad así lo exigió, se han producido avances normativos que permiten atender mejor a las víctimas, hoy en día reconocemos un largo camino por recorrer, falta mucho por hacer, continuamos trabajando para garantizar a todas y a todos el pleno acceso a la justicia a las familias y seres queridos de las víctimas.
“Que al momento de los hechos no se tenía la formación, la sensibilidad, los conocimientos, ni las herramientas para resolver sus casos. Que no quede duda de mi compromiso para asumir nuestra responsabilidad, investigar con prontitud, eficacia y diligencia para corregir objetivos en la atención que debemos dar a víctimas y familias”.