Villa Victoria/Estado de México
Con 33.5% de almacenamiento total entre las tres presas que alimentan el Sistema Cutzamala, la crisis por la falta de lluvias, además de la sequía en esta región, crece y preocupa a los habitantes aledaños, si bien en ningún caso reciben agua de estos embalses, la reducción de estos los lleva a la escasez del recurso en otros cuerpos de agua de los que dependen para vivir.
En riesgo negocios de Valle de Bravo por constante baja en la presa
En Villa Victoria el estiaje es duro, hay al menos seis metros de distancia entre la franja húmeda que dejó la marca del agua, que desapareció en tan sólo un par de meses y la posición que hoy ocupa. En Villa Victoria la presa apenas alcanza el 20.3% de su almacenamiento total, siendo su nivel máximo histórico de 53.2%.
Una muestra de la agudeza del problema son las aves muertas y el olor a yerba, a humedad, una imagen que no se había presentado en años, según algunas de las mujeres que acuden al cuerpo de agua para lavar la ropa:
“En cuatro años no había visto así la presa, pero el agua está escasa, en El Vivero no teníamos que venir a lavar por acá, pero se acabó casi el agua del pozo y también en El Canal, entonces ya no alcanza para la casa, para la vida diaria”.
Las mujeres que lavan están casi a la mitad de la presa, dicen que ya no hay pesca, porque es inútil intentarlo con niveles tan bajos, el verde de las plantas acuáticas resalta y la superficie seca es cruda. Apenas algunas plantas de avena y maíz resaltan en el panorama, hay pocos burros en los que transportan ropa y agua las mazahuas, esperan a que concluyan y carguen no solo la ropa limpia sino el agua para llevar a casa.
En medio de esta crisis, las pipas que abastecen de agua limpia a las comunidades duplicaron sus costos, pasaron de 120 a 240 o 280 pesos, dependiendo la distancia, una sola no alcanza para la semana entera, en cada vivienda son más de cinco familias y el agua se requiere para todo.
En Valle de Bravo, el panorama es doloroso, no hay pesca, las redes secas, abandonadas y olvidadas destacan en la zona de La Cortina, y es que el récord actual de almacenamiento es de 39.8%, es decir, casi 30% menos que el porcentaje histórico que alcanzó de 71.3%. En el sitio hay presencia de jóvenes bebiendo, hay poca vigilancia y es que parece ser una zona olvidada, pese a que antes acudían las familias para un rato de pesca y pasar la tarde.
Los niveles son tan bajos que destaca un panorama distinto, en la presa hay almejas, es una sorpresa para algunos de los habitantes, las casas apenas a 200 metros de la orilla, en un paraje elevado, dicen que jamás habían visto las conchitas blancas que ahora tapizan una franja muy larga de este punto.
El agua, dicen los lugareños, escasea en todos lados y nunca se abastecieron de estos embalses y temen que haya otras obras hidráulicas nuevas para llevar el recurso hasta la Ciudad de México, que la Laguna de Valle de Bravo deje de ser atractiva y con ella se pierdan cientos de empleos que les brinda el agua y la belleza de la presa.
“Es angustiante, no sabemos qué vamos a hacer, está seca, despide mal olor por el calor y no escurre agua, no hay lluvias, no sabemos de qué vamos a vivir cuando esté completamente seca”, comentó uno de los lancheros.
#Alerta: Habrá reducción de agua en varios municipios del #Edoméx
