Toluca/Estado de México
Las democracias modernas, paradójicamente, no han sido construidas bajo un esquema incluyente puesto que a lo largo de la historia, el voto comenzó siendo un privilegio para sectores de la población exclusivos, aseguró Esperanza Palma, socióloga de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Añadió que esto representaba un problema debido a que demuestra que dentro de las democracias vigentes, no hay oportunidades de representación igualitaria para todos los sectores de la sociedad siendo el principio de un cuerpo legislativo, de carácter representativo, tiene que parecerse a la sociedad.
Dijo que las mujeres eran vistas como procreadoras de la familia, no como sujetos autónomos con derechos y obligaciones políticas. Durante gran parte de la historia, el género femenino quedó confinado al ámbito doméstico.
Editora de la revista “América Latina Hoy”, Esperanza Palma presentó la conferencia “La mujer en la Política” en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México.
Por medio de un recorrido breve histórico, Palma García explicó la forma en que el proceso legislativo en México, influido por el entorno de América Latina, ha transformado sus leyes para la participación de las mujeres en la política. La región latinoamericana es pionera en la implementación del proceso legislativo basado en el principio jurídico igualitario, que es la paridad.
"La intervención del Poder Judicial ha sentado jurisprudencia para la paridad en México, gracias a ello comenzaron a hacerse visibles problemáticas que antes no eran tratados como el aborto, la igualdad salarial y los feminicidios pero esto no garantiza una solución a dichos problemas, aún hay mucho camino que recorrer, empezando por las implicaciones culturales que conlleva la equidad de género", detalló Palma García.
Precisó que en 1953 la mujer por fin tuvo derecho al voto, casi un siglo después de que los hombres obtuvieran le mismo derecho. En 2002 México implementó la cuota de género para la legislación de la Cámara baja y "12 años después ingresa el principio de paridad, sin embargo éste no aplica para candidaturas presidenciales, gubernaturas estatales ni municipales".
