Toluca/Estado de México
El Estado de México se mantiene en el primer lugar de violencia contra la mujer y feminicidios, tan sólo durante la pandemia (entre marzo y septiembre) ambas problemáticas se elevaron, por ejemplo las solicitudes de mujeres que piden apoyo crecieron en 30% con respecto al mismo periodo del año pasado y han contabilizado hasta 88 feminicidios sólo en el territorio estatal, con base en lo contabilizado a través de medios de comunicación.
“Hay una cifra negra, la Secretaría de Seguridad no tiene la misma estadística de solicitudes de apoyo a mujeres que las mostradas por los municipios y es lo mismo entre las estadísticas del secretariado de Seguridad, porque a los municipios no les conviene que sean señalados como los más peligrosos para las mujeres”.
Rocío Oviedo, presidenta de Nivel Humano, informó que con base en un estudio que llevan a cabo, con información a través de las solicitudes de transparencia sobre el ejercicio del presupuesto en los 11 municipios con Alerta de Género por violencia y los siete por desapariciones, explicó que la mayoría de los ayuntamientos se deslindan de responsabilidad, señalando que las administraciones pasadas no dejaron información al respecto y que hay opacidad, pues pese a que son acciones que deberían estar vigentes, no saben nada sobre su ejecución y los resultados.
Lamentó que las acciones que llevan a cabo los municipios no son las mejores, aunque deberían ser las más importantes, porque tienen la comunicación directa con la ciudadanía.
“Estamos en una situación adversa, eso es muy notorio y esperaríamos que en los próximos días, con los cambios en el semáforo epidemiológico, sobre todo los ayuntamientos puedan revertir estos índices de violencia”, dijo Emma Obrador, de la Asociación Internacional de Mujeres Abrazando México AMAM A.C.
Con base en los datos del Secretariado Ejecutivo Nacional de Seguridad Pública la entidad se coloca “penosamente” en el primer lugar en casos de feminicidio, siendo Ecatepec un foco rojo, además de Atizapán en un segundo escaño, derivado de la desarticulación que hay entre las acciones de los gobiernos, falta de empatía de las instituciones con organizaciones civiles y colectivas, como fue reflejado recientemente, por ejemplo, con el desalojo de las feministas de la sede de la Comisión de Derechos Humanos en Ecatepec.
“Es importante fortalecer estos vínculos y hacer un análisis muy puntual sobre las alertas de violencia y sus resultados, los puntos en los que se deben trabajar, en dónde ha sido efectiva y en dónde debe fortalecerse, pues hacían falta indicadores de impacto que se han venido construyendo”, refirió Emma Obrador.
Sobre el nombramiento de la titular de la Secretaría de la Mujer
Representantes de diversos colectivos feministas del Estado de México consideraron que si bien el nombramiento de la titular de la Secretaría de la Mujer debió ser sometido a un análisis en conjunto con la sociedad civil organizada, es parte de la responsabilidad del gobernador Alfredo del Mazo Maza y es necesario esperar al desempeño de María Isabel Sánchez Holguín para juzgar si fue la mejor elección.
Pese a que en meses anteriores los propios familiares de las víctimas de feminicidio y violencia criticaron la falta de apoyo, respaldo y la omisión en el pago de indemnizaciones por parte de la Comisión de Atención a Víctimas, las representantes pidieron “como feministas” esperar para dar una opinión al respecto.
En conferencia de prensa a través de zoom, reconocieron que la creación de dicha dependencia es una “deuda” que tenía el Estado con las mujeres, pues el Consejo de la Mujer y Bienestar Social tenía otras responsabilidades, algunas similares a las del DIFEM y no lograba aterrizar de manera eficaz el presupuesto y las políticas públicas encaminadas a la atención de la problemática.
“Los espacios que las mujeres vamos abriendo desde el movimiento feminista son amplios y considerables. Esta secretaría es una deuda histórica con las mujeres mexiquenses y que no sea un consejo estatal, porque en el bienestar social hay presupuesto etiquetado que es para la asistencia, por eso esperamos que esta dependencia nueva sea suficiente para transversalizar las políticas públicas con perspectiva de género”.
Confiaron en que la secretaria abone a lo que ya se encuentra vigente, pues si bien hay deficiencias, también hay falta de coordinación con el gobierno federal, pues “al parecer cada área es celosa de sus cifras y eso no ayuda en nada”.