Toluca/Estado de México
Los accidentes con pirotecnia se encuentran dentro de las primeras tres causas de llamados de emergencia en esta época decembrina, solo después de los accidentes automovilísticos y las riñas familiares.
Tan solo el año pasado, la Secretaría de Salud del Estado de México informó que atendió 10 pacientes lesionados por quemaduras a causa del uso de pirotecnia, de los cuales cinco recibieron atención médica en el Hospital Regional de Alta Especialidad de Zumpango y cinco en la Unidad Médica de Atención a Niños con Quemaduras del Hospital General “Dr. Nicolás San Juan”, del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM).
Estos datos coinciden con los proporcionados por la Cruz Roja Méxicana del Estado de México, cuyo coordinador Estatal de Socorros, Francisco Javier Rodríguez Abarca, explicó que durante Diciembre de 2019 atendieron 13 explosiones a causa del uso de pirotecnia, 12 en el Valle de México y una en el Valle de Toluca.
De los casos atendidos, abundó, 12 personas resultaron con quemaduras graves y si bien no dan seguimiento a los casos, indicó que más del 60 por ciento de estas personas pudieron haber perdido la vida durante las explosiones.
De éstas, añadió, el daño interno es el que más preocupa, debido a que tiene repercusiones en el estómago, vísceras, corazón y pulmones, pues tras la explosión se generan gases y vapores que al respirarlos provocan quemaduras en las vías aéreas y son las que llevan a los pacientes a la muerte.
Por lo que recomendó no dejar estos artefactos al alcance y manejo de los menores, sobre todo debido a que la mayoría de los que se venden de manera clandestina no son hechos en México y contienen pólvora negra que es más agresiva y fugas al momento de prender.
En este sentido, Hugo Antonio Espinosa Ramírez, coordinador de Protección Civil y Bomberos de Toluca, precisó que el año pasado durante el Operativo Marte, realizado del 16 de diciembre junto con el inicio de las posadas hasta el dos de enero luego de los festejos de Año Nuevo, confiscaron poco más de una tonelada de pirotecnia de juguetería en venta clandestina, sobre todo en mercados como el 16 de septiembre, la Central de Abasto y los tianguis de diversas delegaciones.
