Toluca
Yenifar Gómez Madrid, integrante del Observatorio Ciudadano Mexiquense del Feminicidio, aseguró que a pesar de la Alerta de Género emitida en 11 localidades mexiquenses, algunos presidentes municipales no están interesados en atender los requerimientos que hay para proteger la vida de las mujeres, incluso quienes simulan o pretenden engañar sobre el avance que están obligados a reportar sobre dichas estrategias.
“Falta mucha voluntad política por parte de instituciones municipales y estatales, ponerse la camiseta, sensibilizarse porque el mayor problema es en el acceso a la justicia, no sólo en las estrategias de protección. Porque una mujer agredida o violada va al Ministerio Público y la revictimizan, a pesar de todos los esfuerzos por parte de la Fiscalía especializada para avanzar en estos temas”.
Destacó que por ejemplo las cifras de feminicidios no coinciden entre la estadística que lleva la organización y la que tienen las autoridades estatales, pues tan sólo en 2016 registraron 236 muertes con características feminicidas, pero las de la Fiscalía General de Justicia son mucho menores.
Explicó que a partir de que en 2015 la Secretaría de Gobernación, a través de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, emitió la Declaratoria de Alerta de Violencia de Género en 11 localidades, recibieron apoyo por parte de Dilcya García Espinoza de los Monteros, Fiscal para la Atención de Delitos Vinculados a la Violencia de Género de la FGJEM; sin embargo, todavía falta mucho por hacer.
“Hemos identificado que en algunos municipios, los alcaldes están negados a recibir información sobre perspectiva de género, cuando todas sus políticas deben ser dirigidas en ese sentido; por el contrario, hay alcaldes que reportan avances pero resulta que son falsos”.
Ejemplificó que por ejemplo en el rescate de los espacios públicos, lo que hicieron fue sembrar pasto y plantar árboles, como en Chalco, Chimalhuacán o Ixtapaluca, que se encuentran en la alerta y en donde publicaron fotos señalando la colocación de luminarias o vigilancia en sitios señalados de peligro, pero al acudir a una revisión “no encontramos ni lámparas”.
Es decir, la propia gente desconoce que haya trabajo por parte del ayuntamiento para que la comunidad participe activamente en la integración de medidas de seguridad para las niñas, adolescentes o mujeres mayores.
Por ejemplo, Tultitlán y Cuautitlán Izcalli “sí se pusieron la camiseta, tienen las camionetas destinadas a la atención de violencia de género, personal de la Dirección de Seguridad con perspectiva, además de redes comunitarias, interinstitucionales que sirven para prevenir el asesinato de mujeres por su condición de género”.
La especialista destacó que a través de dos años, junto con otras organizaciones civiles conformaron redes, sobre todo entre habitantes, a partir de la capacitación de mujeres y que son funcionales, pero sigue haciendo falta el primer eslabón que es el enlace entre la ciudadanía y los gobiernos locales.
