Toluca/Estado de México
Durante la pandemia las ventas por internet se dispararon 81%, de acuerdo con el Reporte elaborado por la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO) en el 2020, y las sexshop en línea no fueron la excepción, pues debido a los cambios que hubo en la forma de relacionarse entre parejas jóvenes y adultas derivado del confinamiento por Covid-19, se duplicaron las ventas de este tipo de productos en un intento por revivir los matrimonios y en los jóvenes mantener relaciones virtuales, coincidieron vendedores de tiendas especializadas y terapeutas consultados.
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Jessica Anzaldo Valles, de 25 años de edad, durante la emergencia sanitaria se quedó desempleada y encontró como alternativa para tener ingresos la venta de juguetes sexuales en línea, pues abrir un establecimiento consumiría el 80% de sus ganancias y piensa que no pudo tomar mejor decisión, pues debido al encierro y la “discreción” que implican las ventas por internet, pasó de colocar 20 a 60 productos por semana.
Coincidió con la educadora sexual Elizabeth Ramirez Medina, en que los primeros meses de la emergencia sanitaria y hasta casi concluir el 2020, las parejas vivieron en una especie de “luna de miel”, que con el paso de los meses y el encierro, se tornó en un escenario de mayor distanciamiento, en el que privó la violencia, que los llevó a buscar la satisfacción personal, también con estos productos.
Para Jessica el negocio fue “viento en popa” a partir de marzo del 2020, cuando se dispararon las ventas, a las personas les gustó que fuera con entrega a domicilio.
“No había necesidad de explicar a un vendedor detrás del mostrador sobre las necesidades o deseos viéndolo a los ojos. Al ser en línea podían hacer preguntas sin sentirse juzgados, en presencia cualquier gesto mínimo puede ser malinterpretado, y la gente se cohíbe. Fue hasta una especie de confesionario, en el que me platicaban detalles de su intimidad y la apertura dio pie a una mayor venta de juguetes”, explicó.
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En ese momento lo que más vendió fueron vibradores, unas fundas que parecen condones que dan sensaciones diversas, retardadores, balas vibradoras y estimulantes, pero a la mitad de la pandemia redujeron en 20% las ventas para parejas, los clientes dejaron de comprar porque perdieron el trabajo, otros, porque regresó el distanciamiento, dijo Jess, de modo que ahora son más mujeres las que buscan alternativas al no haber una buena relación en casa.
“Pero al repuntar la violencia, las mujeres decidieron por juguetería para no sentirse solas. Eso fue lo que me dijeron muchas veces. En el caso de los hombres optaron por la pornografía, me decían que para no ver lo mismo, que era su compañera, con la que convivían a diario y las mujeres se sintieron abandonadas”.
Los productos más buscados por mujeres son estimuladores o vibradores y entre los hombres piden más los retardantes, dicen que siempre sienten cuestionada su virilidad, además de equipos que sirven para controlar a su pareja a control remoto, la mayoría de los clientes oscila entre los 27 y 40 años.