Toluca
Desde hace más de 60 años, mujeres de San Andrés Cuexcontitlán, poblado de la zona norte de Toluca se dedican a tejer con palma, ramos, cruces, palomas, además de “chiquihuites” para tortillas. La mayoría de estas mujeres van a vender a la Ciudad de México, pues en Toluca no les permiten vender estas figuras que son consideradas como artesanías.
Es una actividad que podría perderse, pues las generaciones más jóvenes de las casi seis mil mujeres que se dedican a esta actividad, ya no quieren continuar con la tradición, prefieren acudir a la escuela y seguir estudios profesionales.
“Somos aproximadamente 30 mil habitantes en esta comunidad de la zona otomí, pero serán aproximadamente el 20% de las mujeres que nos dedicamos a tejer”.
Estas figuras son compradas generalmente por intermediarios que las llevan a la Ciudad de México, afuera de las iglesias y capillas durante el Domingo de Ramos, aunque comienza la venta desde el jueves y a lo largo del fin de semana.
“Estamos pocas tejiendo, por ejemplo la palma verde nos cuesta 200 o 300 pesos, nos alcanza para 15 o 20 docenas, la mayoría si no vienen a comprar aquí, nos vamos al mercado pero se está perdiendo la tradición y lo que más se vende son las de tamaño más pequeño”.
Estas mujeres pidieron al ayuntamiento de Toluca que les permita trabajar el fin de semana que tienen la mayor venta de su trabajo, muchas veces tejen un par de días antes y con la hoja verde, que al secarse le da otra tonalidad al trabajo.
En San Pablo Autopan tejen cintas para los charros, quienes piden trabajos especiales, mientras que para la Semana Santa producen las figuras que son decoradas con flores de colores, listones, algunas son palomas y la mayoría se va a la capital del país donde sí pagan el valor del trabajo porque en la capital mexiquense no es posible hacerlo.
