Toluca/Estado de México
Juan Luis Ramírez Torres, académico e Investigador de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), aseguró que el culto por la Santa Muerte es creciente entre personas con menos poder adquisitivo.
Sin embargo, no existe una estadística de cuántos asiduos hay a este credo, “la impresión es que el alza que se aceleró en los últimos cinco años”.
Destacó que esta veneración se consolida con el paso de los años, sobre todo entre las personas que se encuentran privadas de su libertad, ya que en la mayoría de las prisiones del país se observan altares a ella y Malverde, el supuesto santo de los delincuentes.
El especialista atribuyó esta fé a la necesidad de la gente que no alivia a sus problemas en otros credos, y en México fueron fundados dos sitios, que se asemejan a un santuario en el Barrio de Tepito, además de Ecatepec, “culto que se abre camino en todo el país donde existen quizás miles de altares”.
Explicó que las condiciones adversas en materia económica que enfrenta el país, además de la escasez de oportunidades laborales y educativas, llevan a gran parte de la sociedad de clase media, media baja y de escasos recursos a escenarios extremos, especialmente entre la población más joven, toda vez que buscan opciones para su desarrollo y al no encontrarlas se refugian en este tipo de sectas.
Indicó que dicha creencia echa raíces de forma constante entre un mayor número de personas, profundizando en sus raíces, de modo que de permanecer un escenario complejo en torno al poder adquisitivo en el país, podría constituirse sectas bien organizadas, incluso en lo que algunos teóricos han llamado “iglesias” venerado a esta imagen.
“A ella se acogen quienes necesitan ayuda espiritual, que no encuentran en la iglesia católica u otra religión esa paz, sobre todo hablamos de adultos que por su situación económica, o por distintos problemas buscan solución a sus problemas en esta imagen”.
Mientras que en colonias y barrios en las zonas urbanas, ya es común encontrar templos donde se llevan a cabo reuniones para pedir “favores a la Niña Blanca”, en algunos casos hay quienes brindan consultas espirituales a los asistentes, atención que sirve de alivio a los creyentes que buscan atender problemas de salud o financiero, incluso sobre separaciones matrimoniales o de noviazgo.
