Internacional
Investigaciones en Cambridge, arrojaron una notable disminución en los casos de obesidad en niñas y niños de 10 a 11 años, esto fue el resultado de desalentar el consumo de azúcares mediante leyes que exhiben el contenido en su etiquetado o la aplicación de impuestos sobre las bebidas azucaradas, obligando al consumidor a optar por opciones más saludables.
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La principal fuente de azúcares añadidos en la dieta de los niños son las bebidas azucaradas, estas tienen un alto consumo en grupos más desfavorecidos, donde la obesidad es más alta. Reino Unido aplicó un impuesto a la industria refresquera en 2016, sobre los fabricantes de bebidas azucaradas, para alentar la reformulación de estas bebidas.
Estudios realizados por la Universidad de Cambridge, 19 meses después de la implementación de esta ley indicaron una menor prevalencia de obesidad en niños de 6 a 11 años, y es que el problema está en el consumo de productos industrializados y bebidas azucaradas. Ante la urgencia de evitar el crecimiento de niños que viven con obesidad, se introdujo el impuesto a la industria de refrescos en Reino Unido, y el resultado hasta ahora es prometedor.
Las que se beneficiaron principalmente fueron niñas de 10 y 11 años. En Inglaterra uno de cada diez niños entre los cuatro y cinco años de edad vive con obesidad, y esta cifra se duplica en niños de 10 y 11 años. Los jóvenes consumen de manera significativa más azúcares de lo recomendado. El impuesto aplicado a la industria de los refrescos está dirigido a que los fabricantes reduzcan el contenido de azúcar en los mismos.
Hasta hoy, esta medida se asoció con una reducción del 8% en los niveles de obesidad en niñas de 6 años, equivalente a 5234 casos de obesidad por año solo en este grupo. Las reducciones fueron mayores en otros grupos y sectores, sobre todo en áreas desfavorecidas donde la reducción fue del 9%.
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