Recibiendo como legado la incertidumbre, asistimos a la ruptura de los paradigmas conocidos en la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador como Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos: el Presidente de todos los mexicanos, “de rodillas frente al pueblo”.
Cambios en las formas, en la banda, en la imagen, en el ritual en el zócalo, en el mensaje, en la forma y en el fondo (un país que va de regreso a los 60’s/70’s). AMLO, ya Presidente, hizo realidad el sueño de su vida, después de 12 años en campaña, aparecer en los libros de historia con su 4ª transformación.
Su mirada al pasado queda manifiesta en la imagen de su gestión, en su lenguaje y en su evocación de los liberales del siglo XIX y su inspiración en ellos. No más un lenguaje tecnócrata, no más la ostentación, no más el imperio de la juventud en los cargos públicos, no más el México imperial; y qué decir de las reformas estructurales de Enrique Peña Nieto, se las llevó el tren del pasado en el que viaja AMLO.
Las finanzas, el crimen organizado, el ejército, el Estado de Derecho y las instituciones, ausentes en sus discursos. Su prioridad es combatir la corrupción y el modelo económico para resolver todo, vamos, una perspectiva única a problemas múltiples de diversos órdenes. Ya se verán las reacciones.
Fuera del mundo global, el patriarca del populismo mexicano anuncia que viajará poco al extranjero –nos aisla–, mira más a Latinoamérica que al resto del mundo, dice perdonar a los corruptos del pasado y no permitir la deshonestidad en ningún orden de la vida pública o privada, incluida su familia, y ponerle punto final al tema.
Del papel que jugarán el Ejército y la Marina, poca mención, sí en cambio la denostación de la Policía Federal y la posibilidad de la creación de una guardia nacional.
El México republicano con respeto a la división de poderes quedó opacado por muchas de las medidas anunciadas. El Pacto Federal con la incorporación de los super delegados desdibujado, y la cada vez más patente centralización del gobierno en la toma de decisiones dan fe de su estilo personal de gobernar.
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@MargaJimenez4
