Es innegable que la inseguridad en nuestro país sigue siendo el tema pendiente del gobierno federal. Aún con la ya aprobada reforma constitucional para crear la Guardia Nacional, falta legislar sobre las leyes complementarias y mientras tanto la delincuencia se da vuelo para cometer sus fechorías.
Ejecuciones, emboscadas, enfrentamientos, secuestro y la aparición de cadáveres, a todo lo largo y ancho del territorio nacional, son pan nuestro de cada día y aún con los esfuerzos de algunos estados y municipios por lograr la aplicación de la ley, no alcanza para frenar la acción sin precedentes de la delincuencia organizada.
Sin embargo, la necedad del gobierno federal de crear un cuerpo de policía con tintes castrenses, no permite a los cuerpos de seguridad que actualmente tienen esa responsabilidad, cumplan con su obligación. La Policía Federal está aletargada esperando su desaparición y la llegada de soldados y marinos para continuar con su labor en una nueva corporación que, como ya mencioné, estimados lectores, se quiere vincular forzosamente con las fuerzas armadas.
Los Legisladores de todos los partidos se sentirán burlados o simplemente fingirán demencia al aceptar que se nombre a un militar al frente de la guardia nacional y aunque se alegue que éste estará bajo el mando del secretario de seguridad, sabemos que un militar en activo nunca cumplirá órdenes de un civil, por lo que se debe inferir que quien tendrá el mando de esta corporación, veladamente, será el secretario de la Defensa Nacional.
Es importante que, aún cumpliendo este capricho, el gobierno federal inicie ya el combate a la delincuencia organizada para dar tranquilidad a un país que la necesita para trabajar y salir adelante.
En otro tema, inició ya la temporada de incendios forestales, tomemos conciencia de que nuestra participación en la prevención de los mismos es de suma importancia; no olvidemos que 90% de las conflagraciones son provocadas por la mano del hombre. Por la necedad de utilizar viejos métodos en la siembra, el descuido de quienes asisten al campo al dejar fogatas prendidas o la irresponsabilidad de los mismos paseantes al no recoger su basura o tirar colillas de cigarro, nuestros bosques sufren el embate del fuego.
No olvidemos que en materia ambiental ya estamos en contingencia, y si no queremos consecuencias fatales, cuidemos nuestro medio ambiente y principalmente los bosques.
Por cierto, si detectamos un incendio forestal, reportémoslo inmediatamente, la rapidez de ese reporte nos dará la oportunidad de salvar muchas hectáreas de bosque.