La investigación y persecución de los delitos es parte importante para lograr la seguridad a la que todos los Mexicanos tenemos derecho. Sin ésta acción del estado, la impunidad y la indefensión ante la delincuencia organizada crecen y se vuelven un lastre para la sociedad.
En los últimos años, las Procuradurías de Justicia, ahora Fiscalías, han dejado de cumplir cabalmente con su obligación. Nos preguntamos: ¿cuáles son los motivos de este aletargamiento por parte de los servidores públicos de la procuración de juscia?
Son muchos los factores que inciden en la lentitud y en ocasiones la falta de eficacia en la persecución de los delitos: el aumento en el índice delictivo puede ser uno; la falta de modernización de las instituciones otro; la falta de capacitación de los servidores públicos también, pero yo creo, estimados lectores, que hay tres supuestos que inciden especialmente en esa ineficacia para resolver los problemas de delincuencia:
El primero de ellos es la inequidad entre el aumento de trabajo y el número de servidores públicos de la procuración de justicia. Así es, como ya lo mencionamos, los trabajadores de las fiscalías; ministerios públicos; policías investigadores y peritos, en la mayoría de los casos, son los mismos que hace diez años y si a esto le sumamos que en el nuevo sistema penal acusatorio el ministerio Público que inicia una carpeta de investigación, aunque tenga a varias personas presentadas, tiene que continuar con la integración hasta entregarla al Juez de Control, su jornada laboral se alarga por más del tiempo establecido. Esto causa, lógicamente, cansancio y sobre todo falta de interés del servidor público.
Otro de los temas importantes el acoso y falta de reconocimiento que los ministerios públicos; policías y peritos, obtienen de la sociedad. Hace algunos días encontré en internet un video de un sujeto que con teléfono en mano ingreso a una agencia del ministerio público en Ecatepec y con toda prepotencia, filmando a los servidores públicos, les reclamaba un supuesto complot con la policía Federal para recibir detenido a un chofer que según él era inocente. A mi parecer no se trataba de saber si el detenido era inocente o no, sino de la falta de respeto a la institución, por parte de este seudolíder de un grupo autodenominado de resistencia civil, es el verdadero acoso a los servidores públicos y una forma grotesca de inventar faltas administrativas y delitos que no existen, esto, estimados lectores, también causa temor del servidor público y es motivo de impunidad ante la defensa no jurídica, sino mediática de los delincuentes.
Y el tercer motivo de esta ineficacia es precisamente la falta de pertenecía de estos servidores públicos, mientras les falte cariño por su trabajo y falta de interés, salvo ele conómico, harán lo estrictamente necesario para cumplir y no entregar todo a una sociedad ávida de justicia.
Podríamos seguir tratando el tema por mucho tiempo, pero lo más importante es que las Fiscalías no sólo deben cambiar de nombre, hace falta un cambio total, una reíngenieria en la que se tome en cuenta la capacitación; la renovación de instalaciones; contar con los medios modernos para el desarrollo del trabajo, pero principalmente dar a esos servidores públicos los elementos para crear un sentido de pertenencia institucional y resolver así cualquier problema delincuencial, por pequeño que sea, con prontitud y eficazmente .
Por cierto: Cuando opinemos sobre un video, en donde se critique el trabajo de policías, ministerios públicos o peritos, por favor investiguemos y estudiemos el por qué las acciones, lógicamente cuando son legales, y no critiquemos sin saber o nos dejemos llevar por la opinión de inexpertos o quienes solo quieren defender delincuentes.
