Dos temas encabezan las noticias en este día: el primero, es el procedimiento que se sigue a la ex directora y dueña del Colegio Rébsamen, por la injusta muerte de 26 personas, entre ellos 19 niños, durante el sismo ocurrido el 19 de septiembre de 2017, hecho que conmocionó a la sociedad mexicana que ahora está pendiente del resultado de este procedimiento penal, en el cual, seguramente, se linchará sin miramiento a una mujer que con el afán de vivir mejor, realizó indirectamente actos que llevaron, como consecuencia, la tragedia provocada por el fenómeno natural. Y no se trata de defenderla pero yo pensaría que si le hubieran advertido lo que sucedería, ella no lo hubiera aceptado.
Si quien se responsabilizó de la construcción y el trámite de los permisos le hubiera dicho que corría peligro ¿lo hubiera autorizado?, ¿participó directamente en convencer o corromper a los funcionarios que otorgaron las autorizaciones para construir? Esas interrogantes se disiparán durante el proceso, pero de algo estoy seguro, faltan muchos implicados y responsables de la tragedia tras las rejas y sería muy injusto cargarle toda la culpa a una sola persona.
Sin embargo, lo importante es que la justicia en nuestro país se aplique y se dé muestra de que vivimos en un Estado de Derecho. Con esto nunca se recuperará la vida de los inocentes pero sí la confianza ciudadana. Lo más importante es que meditemos sobre la importancia de cumplir con la normatividad en materia de construcción y protección civil, acatar la ley nos ayudará a salvar vidas y prevenir tragedias, no se trata de temas de moda sino vitales. Sin embargo, esta cultura a penas está perneando en la sociedad, si en lugar de unirnos para trabajar después de los fenómenos perturbadores de la naturaleza, lo hacemos para prevenir, nuestra tranquilidad será mayor.
El otro tema de hoy es la emergencia que se vive en la Ciudad de México y zona conurbada por la gran cantidad de incendios provocados en los últimos días en áreas de pasto y bosques. Debemos entender que las condiciones del clima, este año, son atípicas, que el calor está en aumento, la sequía es inusual y el combustible por el mismo efecto del clima ha crecido en proporciones extraordinarias. Sin embargo, la mano del hombre sigue siendo el factor principal de este problema, la falta de cuidado en las labores agrícolas y de quienes visitan las zonas boscosas, constituyen el principal motivo del inicio de los incendios forestales.
La contingencia extraordinaria se ha declarado, pero, los estragos se sienten desde hace varios días, el olor a quemado invadió el Valle de México; el humo, que parece bruma es, desde hace varios días, una condición natural. Pero lo más preocupante son los estragos de salud que ya se sienten: dolor de garganta, ojos llorosos y hasta cansancio por la saturación de bióxido de carbono.
No creo, estimados lectores, que sea una situación natural, es preocupante y esperemos que no cause más daño a la salud de los habitantes de esta zona y, sobre todo, que permita que quienes se dedican a combatir los incendios logren su control sin arriesgar más la vida y la salud.
El pedir que hagamos conciencia es muy repetitivo; sin embargo, el que pensemos en la salud de miles y miles de seres humanos es una obligación.
Por cierto, las indicaciones de la autoridad ante la emergencia son vitales, no las dejemos como simples recomendaciones y pongámoslas en práctica.