Tuve el gusto de conocer a Don Jesús desde finales de 1988, cuando regresé de realizar mis estudios doctorales en finanzas internacionales en Sciences Po París.
Después de realizar una estancia como Visiting fellow en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ahí en París, don Giulio Fossi, quien se desempañaba como director adjunto en dicho centro, me sugirió, de hecho me urgió, a traer un libro a México y llevárselo a don Víctor L. Urquidi (q.e.p.d.) quien a la sazón era presidente de El Colegio de México, mi alma mater, para que se tradujera al español dicho libro.
El texto era el titulado: ”El reciclaje de los excedentes japoneses en los países en desarrollo”, por T. Ozawa, y Don Víctor, después de revisarlo, con la amabilidad y fineza que siempre lo caracterizaron, me comentó que se lo llevara a Don Jesús Silva-Herzog, quien era el director del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos, el CEMLA. Finalmente, el libro fue publicado por esta institución.
Fue así que tuve la oportunidad de conocer y entablar una relación profesional y personal con una de las personas más influyentes en la economía e incluso en la política mexicana, el licenciado Jesús Silva-Herzog Flores. Obvio decir que su influencia en mis trabajos fue también remarcable.
Alto funcionario de Banco de México, su carrera profesional y diplomática nos retrata a un hombre con una experiencia que pocos funcionarios pueden presumir. Fundador y Director General del Infonavit, Secretario de Hacienda, posteriormente de Turismo; Embajador en España y en los Estados Unidos, aunado a su mencionada labor como Director General del centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos, nos ilustra sus múltiples facetas laborales
La labor Academica y profesional del licenciado Silva-Herzog han sido muy bien expuestas por el mismo en su libro autobiográfico titulado “A la distancia” (Ed. Océano, 2007), el cual me permito recomendar ampliamente. Destaco solo sus labores académicas en diversas instituciones, destacando de entre ellas El Colegio de México, y los diversos e importantes cargos que ha desempeñado.
Tuve contacto por 30 años con Don Jesús, así, con Mayúscula, durante los cuales le di mucha lata, ya sea pidiéndole comentarios a algunos de mis artículos, o para solicitarle nos acompañara por ejemplo con una conferencia magistral, “La crisis financiera del dólar y su impacto en la economía mexicana”, cuando un servidor laboraba en la Universidad del Caribe. Asistieron 1,000 personas, de las cuales, 500 fueron estudiantes que se sentaron en el suelo durante dos horas escuchando a Don Jesús; el acto en su totalidad duró tres horas y media, incluyendo una entrevista para la radio estudiantil de la Unicaribe.
Quiero remarcar el hecho de que el licenciado Silva-Herzog, también conocido como el Diamante Negro, siempre fue un caballero en su trato, estando en todo momento dispuesto a atendernos.
Quiero mencionar finalmente que su pasión por México lo llevó, como el mismo lo señaló en su libro y en las ocasiones que tuvimos la oportunidad de conversar, a aceptar puestos de alta envergadura, siempre pensando en un desarrollo independiente del país. Me atrevo a decir que don Jesús compartía, lo mismo que nuestro amigo mutuo, don Víctor L. Urquidi, la visión de que hay que tratar siempre de “hacer algo por México”. Yo mismo en lo personal he tratado, dentro de mis posibilidades, siempre ser fiel a esa causa.
Queden estas sencillas palabras como un agradecimiento y un reconocimiento, apenas incipiente, de la labor que desempeñó el Lic. Jesús Silva-Herzog Flores, de quien el 6 de marzo pasado se cumplió su segundo aniversario luctuoso.
(Una disculpa pues estas notas las tenía yo en borrador, pero las vicisitudes de los tres meses de huelga de la UAM obligaron a que se quedaran en mi computadora de la universidad todo este tiempo).
1) Doctor en Economía por Sciences Po, París. Profesor investigador en el Departamento de Economía de la UAMA