Las elecciones que tuvieron lugar este domingo dos de junio dejan una lectura bastante interesante, aunque los pronósticos se cumplen con los triunfos que obtiene Morena ganando las gubernaturas de Puebla y Baja California, puede observarse algo con claridad, no es el tsunami que algunos pronosticaron elucubrando el triunfo que obtuvo este partido el año próximo pasado.
Si bien en Baja California en apariencia ganó contundentemente al candidato del PAN, partido al que le arrebata 30 años de gobierno ininterrumpido, también lo es que en Puebla no sucedió lo mismo, es más, se puede señalar que en esa entidad aún con el mismo candidato, debe reflexionarse que perdió una cantidad muy importante de sufragios, respecto de las elecciones anteriores, y es el abstencionismo el que resulta triunfador para todos los casos.
Recordemos que Miguel Barbosa, hoy triunfador en Puebla, fue quien compitió contra la que al final resultó ganadora del gobierno poblano, la panista Martha Erika Alonso, quien encontró un triste final a consecuencia de un lamentable accidente aéreo (aún sin aclarar), en el que también falleció su esposo, el senador Rafael Moreno Valle.
Todo lo que giró entorno de tal acontecimiento enrareció el ambiente político y social del estado, el sentimiento de los ciudadanos y en especial de la clase política, representaron serios conflictos. Miguel Barbosa abonó a estas condiciones, por su postura y por declaraciones como las que dio al ser entrevistado respecto del accidente, se refirió a él como magnicidio, cosa grave, y más, porque con tal declaración alimentó el sospechosismo que normalmente acompaña a este tipo de eventos.
Pero muy a pesar de todo esto, se pensaba que dadas las circunstancias podría Miguel Barbosa hacerse a un lado, en un acto de coherencia, como era de esperarse, sin embargo, con terquedad, el morenista, a pesar de levantar polémica dentro de su propio partido, de la mano de Yeidckol Polevnsky, presidente de éste, obtuvo de nuevo la candidatura, seguro, muy seguro que iba a ganar con un margen bastante holgado, pues así lo decían las encuestas. Tomando su corcel a pesar de todos estos ¿por qué? Se montó en su macho y a tambor batiente fue tras la gubernatura en disputa, ya sin sus acérrimos enemigos, a quienes les dijo de todo en la anterior contienda.
Sólo que el resultado, aunque le favoreció, no debería dejarlo tan contento, porque de acuerdo al conteo de votos por partido, le ganó Enrique Cárdenas candidato del PAN, pero lo que le ayudó a Barbosa fue la coalición del PT con casi 100 mil votos y otros tantos del PVM que se ha convertido en la amante de todos.
¿Debería entonces celebrar Miguel Barbosa? Pues de acuerdo a lo que se ha venido manejando respecto de su salud, parece que en poco tiempo no será quien tenga las posibilidades de manejar las riendas de la entidad a plenitud, y por la cantidad de votos que perdió dramáticamente respecto al año pasado, muestra con claridad que; popular, popular, no lo es.
En cuanto a los demás estados en los que se llevaron a cabo comicios, puede destacarse que aparece el PAN como único que puede hacerle sombra al considerado nuevo y poderoso partido, apreciándose una gran lección de lo sucedido en la jornada, Morena no es tan poderoso como algunos insisten en presentarlo.
Lo visto en la jornada electoral puede presumir un desencanto de lo hecho hasta hoy por el nuevo gobierno federal, aunque también puede ser que algo o mucho tenga que ver el trabajo local por el que se hayan dado las cosas de esta manera, pero no es por demás señalar que se le dio el nombre de tsunami a lo ocurrido en las pasadas elecciones del primero de julio de 2018, por haber arrasado el partido Morena, en gran parte del territorio nacional, siempre apoyados del hoy presidente Andrés Manuel López Obrador.
¿Qué ha sucedido a la distancia de seis meses de gobierno lopezobradorista? Que la coyuntura se manifiesta en la verdadera dimensión que le corresponde, Morena ni es tan poderoso, ni es invencible, y eso le hace bien a la democracia, pues no es sano que un sólo hombre pueda acumular tanto poder, y menos, con tanta falta de visión.
Por otro lado, también es de destacarse que el otrora poderoso partido, PRI, no encuentra el camino, cada vez se ve mas confundido e inevitablemente se hunde, y parece que de no hacer algo, corre el riesgo, no de desaparecer, pero sí de verse reducido a una angustiosa y triste mínima expresión.
Es lamentable ver a un partido que no atina a ser oposición, no encuentra la brújula, y parece estar muy lejano de recuperar a su base, que en gran parte ya viste otros colores y le ha dado la espalda. En Baja California como en otras partes, muchos expriistas se sumaron a las huestes morenistas, pero, eso ya se esperaba, sin embargo, ¿qué hacen además de pelearse por las migajas? ¿Será que empiezan a acostumbrarse a ser un partido pequeño?
Y ¿el orgullo? ¿La dignidad? ¿El valor de sus cuadros? Porque de que los hay, los hay, sólo que no con el peso suficiente y con el apoyo necesario, resultado de la creencia de que aún en las condiciones en las que se encuentran pueden darse el lujo de, con soberbia, pretender seguir controlando todo de la misma manera que como cuando era gobierno.
En fin, una jornada llena de cartas abiertas, con movimientos raros, pero que dejan enseñanzas en muchas cosas, el análisis de lo sucedido dará pie para que corra la tinta en diferentes sentidos, así fue, así es y así será…