A pesar de que un reporte de la Coordinación de Comunicación Social del Estado de México, que encabeza Jorge Alberto Pérez Zamudio, señala que en 2018 se pagó más de 74 millones de pesos a diferentes proveedores por la difusión de las Actividades Gubernamentales en Medios Masivos de Comunicación, la inversión no ha dado los resultados esperados.
Ni la imagen del Estado de México, ni la imagen del gobernador Alfredo del Mazo Maza levantan. De acuerdo a la consultora C&E Campaings and Election México, el ejecutivo estatal es calificado como el peor gobernador del país, reprobado en efectividad de programas de seguridad, superación de pobreza, creación de empleos y manejo de la economía local.
A lo anterior, hay que agregarle el escándalo que ocasionó el destape de la cuenta con 1.5 millones de euros en Banca Privada de Andorra, la cual no incluyó en su declaración de bienes.
Sin embargo, parece que la esperanza de modificar la calificación mencionada se resume a la repartición de las tarjetas del Programa de Desarrollo Social Familias Fuertes Salario Rosa, el cual tiene como propósito disminuir la condición de pobreza multidimensional o vulnerabilidad de las mujeres de 18 a 59 años de edad, que se dedican al trabajo del hogar y no perciben remuneración, según se lee en el portal del gobierno, y que ofreció desde su campaña, pero no es suficiente que con eso o con el ofrecimiento de la inversión en hospitales para que obtenga una calificación diferente.
Es verdad que desde el inicio de su gobierno las cosas no le han sido nada fáciles a del Mazo, tuvo que enfrentar los embates de un sismo que sacudió a la zona centro del país aquel 19 de septiembre de 2017 que dejó graves daños a buena parte del territorio mexiquense, pero también lo es, que más que dificultades, era una gran oportunidad para demostrar de qué estaba hecho, la dejó pasar, pero no ha sido la única.
Es difícil, o se puede calificar de imposible, medir la altura de una autoridad cuando se encuentra entre algodones, sus más cercanos parecen tenerlo así, pero también parece que así se siente cómodo el gobernador, mientras que la entidad que gobierna cae en un hoyo de incertidumbre, principalmente por la inseguridad que se vive todos los días y a cualquier hora en el territorio estatal.
Aunque debe aceptarse que para cumplir con esta labor no le ayudan las autoridades municipales, ya que los encargados de dirigir a las corporaciones municipales, ni siquiera en un porcentaje aceptable, han pasado los exámenes de control de confianza, que son más que indispensables, sobre todo en los tiempos que corren, son muchos los elementos municipales que se han visto envueltos en actividades ilícitas, ya no solo de corrupción. Esto no es únicamente culpa del titular del gobierno mexiquense, pero es quien dirige.
De los municipios calificados como más inseguros desde luego se encuentra Ecatepec, con un presidente municipal soberbio y sobrado, Fernando Vilchis, a quien parece que le interesa más entrar en el ánimo de ser considerado para gobernar la entidad, que por hacer su trabajo al frente del ayuntamiento. Por principio de cuentas debe tomar su número y formarse detrás de la larga fila de los morenistas, y en segundo, debería preocuparse por atender los graves problemas de su demarcación, o ¿creerá que por el espaldarazo que le dio el presidente será diferente?
Por cierto, si Alfredo del Mazo le creyó al presidente Andrés Manuel López Obrador que le abrirá la cartera para inversión en infraestructura y programas sociales, debería de andar con pies de plomo, porque se ha visto muchas veces que el presidente fácilmente cambia de decisión, según su estado de ánimo. Así que si por eso no ha sido contestatario, debería pensarlo mejor, son pocos los gobiernos priistas que aún pueden combatir por algo en el ámbito político nacional.
Pero parece que asumir el liderazgo de un viejo y cansado PRI no le interesa a del Mazo, en especial, si no se da la oportunidad para dejarse ser visto de manera diferente, porque para eso necesitaría tener más acercamiento con su gente, en especial, aceptar entrevistas con reporteros después de algún evento, ¿cuál es el miedo a la prensa? mientras continúe apoyándose en simples boletines como único acercamiento con los medios, continuará en el anonimato.
No se ve, no se escucha, no se distingue, Alfredo del Mazo Maza deja pasar cualquier oportunidad de mostrarse para poder ser considerado como el líder que podría retomar la brújula que perdió su partido un primero de julio de 2018 en manos del oriundo de Tabasco.
¿Cómo cambiar su calificación? Ocultarse no le ayuda a su gobierno, tampoco a su partido, y menos a la cada vez más lejana posibilidad de encabezar una reacción priista, parece que pasará su gobierno y ya.
Las redes sociales son el arma obligada de hoy, Bonilla las utilizó para presentarse como una persona coherente y cercana, aunque después haya descubierto su verdadero rostro, exponerse a la opinión pública tiene su precio, pero el manejo de las redes sociales actualmente no solo es importante, es necesario, nadie puede, en la actualidad, sobrevivir sin aprovechar esa ventana.
Mientras tanto, el gobernador del Estado de México continuará reprobado, lo que será aprovechado sin duda por el ejército de aspirantes que pretenden llegar a la silla del ejecutivo estatal, y de continuar con la misma actitud, será otra la corriente política que gobernará, y los vientos son muy fuertes con color marrón, aunque puede ser que con una sorpresa, de color azul.