Se va haciendo costumbre festejar lo poco

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Se va haciendo costumbre festejar lo poco

Domingo, 04 Agosto 2019 00:06 Escrito por 
Se va haciendo costumbre festejar lo poco Lo bueno, lo malo y lo serio

Ante la impotencia, y sobre todo, la falta de pericia para gobernar, de acuerdo a los paupérrimos resultados que ha presentado el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, arremete contra sus ya acostumbrados adversarios, y con marcada preferencia en contra del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa.

López Obrador, aparentemente desesperado porque las cosas no se le dan, retoma lo que sabe hacer mejor y que le ha dado grandes resultados, quejarse y hacer señalamientos en contra de sus contrincantes, como lo hace contra Calderón, a quien señala como el culpable de desatar la violencia en el país al declararle la guerra al narcotráfico, “le dio un garrotazo a lo tonto al avispero…” repite el tabasqueño.

Sin embargo, las condiciones son distintas, aunque el hoy mandatario da a entender que de no haberse dado lo que llama el fraude electoral de 2006, cuando dice, “me robaron la presidencia” por imposición, no hay forma en la que se pudiera saber si, como presume, actualmente sería distinto y México transitaría por el camino de la paz y los abrazos.

El titular del ejecutivo federal está acostumbrado a hablar, y mucho, pero hace poco, el presente así lo demuestra. Cada periodo de gobierno debe ser calificado en base a los resultados, y los que se empiezan a dar en el nuevo gobierno no son nada alentadores, seguramente una importante cantidad de ciudadanos le compraron el ofrecimiento de que él sí sabría como resolver los problemas del país.

La tendencia del crecimiento del crimen organizado y el no organizado, ya venia a la alza desde muchos antes que asumiera Calderón la presidencia, la estrategia que echó a andar para contener esa condición puede ser calificada como la más acertada o la menos, pero lo que sí se ha demostrado en la nueva administración, es que el no hacer nada tampoco funciona, las estadísticas así lo dicen, además, no tiene la posibilidad de quejarse, se supone que ya sabía las condiciones en las que recibía al país, o ¿no?

La esperanza de millones de mexicanos que le retiraron su apoyo a quienes por muchos años gobernaron, era precisamente para dárselo al que ofrecía un cambio de estrategia, bien pensada, bien planeada. Pero, de acuerdo al Plan Nacional de Desarrollo y principalmente, a lo que demuestra la actualidad, no había tal plan, bueno sí pero lo desechó por uno propio, Carlos Urzúa ex secretario de Hacienda lo señaló en una entrevista. Entonces, ¿cómo esperar algo mejor?.

AMLO, con todo el poder que le obsequiaron los millones de ciudadanos que creyeron en él, exigió reformas que ni Calderón ni Peña Nieto tuvieron, para darle forma a lo que es hoy la Guardia Nacional, a la que se le dieron tareas desde mucho antes de haberse aprobado el instrumento legal.

La promesa en principio era que la Guardia Nacional seria una especie de trabuco para garantizar la seguridad de todos los mexicanos, contarían con una excelente preparación, con instrucción militar y garantía de cero corrupción. Aunque se ha visto que el cuerpo no cuenta con lo más elemental, como son protocolos de actuación, es desesperante ver imágenes de elementos agredidos por civiles, ya sean o no delincuentes, pero, ¿quién puede sentirse seguro ante una policía que permite tales abusos?

Y lo que es aún peor, gran parte de la célebre guardia se encuentra realizando actividades en cumplimiento a las exigencias del presidente estadounidense Donald Trump, persiguiendo a migrantes, convirtiéndose con ello en lo que tanto se reprobó por los mexicanos, y así, los elementos destacamentados representan ese muro que tanto presumió el líder del país vecino.

Ahora bien, y considerando lo poco que ha sido motivo para echar vítores y hurras por parte del gobierno federal, cualquier logro por pequeño que éste sea, se festeja. Marcelo Ebrard, Canciller mexicano, al regresar del país del norte dijo que se había logrado contener el cobro arancelario que amenazó Trump imponer a todos los productos mexicanos. El presidente López Obrador habló con los dueños del dinero para reestructurar parte de la deuda de Pemex, estos han sido celebrados como si fuera Año Nuevo, como se hizo con el anuncio de haber logrado un crecimiento del 0.1%, es tan ridículo como el hecho de que si de una semana a otra hay diez empleos, o si se anuncia un homicidio menos que el mes anterior, ¿sería motivo suficiente para hacer una fiesta?.

¿Es esto lo que merece el pueblo de México? ¿Pues no que habría paz, seguridad, empleo, desarrollo, que crecería la economía al 4%, que se acabaría con la corrupción, que se ganaría más y en general, el país entraría a un nuevo futuro de bienestar social que nunca antes se ha tenido?

Dejar en paz al crimen es una decisión fatal, es el pueblo el que lo resiente, ya que se reporta un aumento considerable en la sensación de inseguridad. La contención del gasto público ha originado una desaceleración impactante, los 147 mil millones de pesos que se reportan de enero a junio de subejercicio, el cual demuestra incapacidad e inexperiencia, no es ahorro, es dinero que no se gastó en el primer semestre y que ahora se busca hacerlo en el segundo para impulsar la economía.

Las bravatas no ayudan, la visión limitada al culto personal sólo lleva a la auto contemplación, es importante dar un giro y redireccionar el rumbo por el bien de México y de los mexicanos.

 

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Alfredo Albíter González

Lo bueno, lo malo y lo serio