¿Qué puede ser lo más importante para el nuevo gobierno federal, que la organización de la celebración de las fiestas patrias?, olvidemos por un momento que tan sólo el fin de semana pasado, precisamente cuando el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador entregó su primer informe y dio un mensaje en el que, como sus antecesores, elogió todo lo bueno que ha hecho desde que llegó al poder, mientras en el territorio nacional se derramaba sangre por doquier.
Para poder concentrarnos en lo realmente más importante, seguir festejando, porque ha sido el sello de la presente administración, celebrar los primeros cien días, celebrar el primer año de la victoria electoral de López Obrador y su movimiento, celebrar la entrega del Primer Informe de Gobierno, ¿y ahora? ¿qué sigue? Pues festejar las fiestas patrias, con carros alegóricos y toda la cosa, y como Zoé Robledo Aburto, Director General del Instituto Mexicano del Seguro Social no tiene ningún pendiente, ya que todo en el IMSS camina a la perfección tal cuál un reloj suizo, pues tiene ya el importante encargo por parte del presidente, de la comisión organizadora.
No faltan medicamentos, no falta atender la inconformidad de los médicos, enfermeras y pacientes, que seguramente deben ser conservadores, neoliberales o fifís, porque de otra forma no puede entenderse que tengan alguna razón como para quejarse, y como todo está resuelto, entonces se procede a atender lo urgente, qué sabia decisión.
Ya sea que la celebración sea señalada como austera o no, resulta ser el colofón de una serie de festejos que provienen sólo de la concepción festiva de un grupo que hoy ostenta el poder, y lo han dejado más que claro, Ley Bonilla, Ley Garrote, agandalle en el Congreso de la Unión, destrucción de las Instituciones, o colocación de incondicionales al frente de ellas, pero eso sí, se habla de respeto y de democracia, en un imaginativo Estado de Derecho.
El fin de semana pasado, en el que se entregó el Primer Informe de Gobierno, resultó ser también uno de los más violentos del que se tenga memoria en México, se contaron 292 homicidios dolosos en 3 días. Mientras que el presidente López Obrador hablaba de un país en el que se vive a plenitud en un Estado de Derecho, con un pueblo que no cabe de felicidad, entre otras maravillas que son origen de una nueva y progresiva historia que parece que sólo él ve, en el territorio nacional corría un río de sangre.
Las palabras bailaban al son de la medición exclusiva del mandatario, emulando la de otros tiempos, para caer en la cuenta de que en política, nada ha cambiado, los discursos presidenciales y en especial de los primeros años, son los mismos. La realidad se manifiesta de manera muy distinta a la presentación de las bondades que los oradores descubren ante un público previamente elegido.
El “día del Presidente” cobra fuerza con Andrés Manuel López Obrador, arropado por quienes gozan de la cercanía del nuevo poderoso ejecutivo federal, sepultando el sueño güajiro, de contar con una República Democrática y de respeto de la división de poderes, para convertirse en ese monstruo que tanto daño ha causado a la nación, un Presidencialismo envuelto en una sábana paternalista.
Discurso en el que tan sólo por unos segundos, aceptó el presidente López que falta poner más atención en la seguridad, pero en cuanto a la Economía que enfrenta un dura batalla entre crecimiento y desarrollo, dice que vamos bien, a pesar del nulo crecimiento, entre muchos otros logros que se presumieron y que se han venido repitiendo en los últimos días.
Mientras todo esto sucede en el ámbito nacional, en el local, en el que corresponde al municipio de Toluca de la entidad mexiquense, el presidente municipal Juan Rodolfo Sánchez Gómez, muestra otras intenciones muy distintas.
Juan Rodolfo Sánchez Gómez, presidente municipal electo para el periodo 2019-2021 participó por parte del Movimiento de Regeneración Nacional, el mismo cuyo dueño es el propio mandatario federal, sólo que el edil toluqueño tiene una formación educativa distinta, estudió la carrera de Derecho.
Tal vez es por lo que Juan Rodolfo entiende que uno de los problemas más importantes y más sensibles para los habitantes de la capital mexiquense es el tema de la seguridad, ésta representa sin duda una cuenta pendiente con los ciudadanos, ya que por mucho tiempo se dejó en el olvido o poco atendida.
Y demuestra con acciones que para su gobierno resulta ser prioridad. En principio aceptó que para generar resultados se requiere tiempo, en la medida de que recibió 900 elementos como fuerza policiaca y un poco menos de 100 patrullas funcionando, diagnosticando que por lo menos se requiere de 4500 elementos para cubrir las necesidades del municipio.
La atención a tan importante tema lo ha dejado claro con la entrega de equipo, con aumento de salarios, y promesas de recompensas para quien obtenga un hecho relevante dentro de las actividades de seguridad.
Todo esto en suma, denota que va en serio, por ello la diferencia resulta ser abismal, ya que por un lado se da preferencia a la frivolidad de los festejos, por el otro, sin descuidar esa parte, se le da prioridad al tema de la seguridad, ahora con lo que ha venido haciendo es de esperarse obtener buenos dividendos.
Además de que ha hecho cambios importantes, ha retirando cargos burocráticos y que podrían presumirse eran una pirámide de corrupción, a sabiendas de que deben “entrarle” los elementos por patrulla, por esquina, o por acomodo de turnos, etcétera.
Aún el resultado del esfuerzo de Sánchez Gómez es impredecible, pero está haciendo todo lo que se necesita para darle un impulso importante, para que la inseguridad en Toluca revierta las condiciones actuales, porque la otra parte será de los propios policías y de la ciudadanía que ayuden a lograrlo.