Las cosas no andan para nada bien. Después de los festejos, los vivas y todo lo demás, incluyendo la degustación de los deliciosos antojitos mexicanos, con tequila incluido, volvemos a la realidad. México va en camino al socialismo, el derecho a la propiedad, que es uno de los tres derechos inalienables e intransferibles que posee el individuo empieza a acotarse, la propiedad privada se encuentra en riesgo.
El gobierno debe ser garante del derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad privada, en el momento en el que el Estado no garantiza la protección a la propiedad privada, puede poner fin de la vida en sociedad, en especial, si es ahí donde surge esa condición, se convierte en tirano.
No hay un sistema más violento que el socialismo, México es conducido hacia ese destino con pasos decididos y firmes por quien gobierna, y con la prisa que tiene el presidente Andrés Manuel López Obrador, pronto lo hará, no parece por el momento haber obstáculo alguno, no tiene contrapesos. Ya lo ha dicho el diputado Mario Delgado Carrillo, líder de la bancada de Morena, “avalarán y traducirán en leyes los acuerdos que el titular del ejecutivo federal pactó con la CNTE”, esto en razón del tema de la reforma educativa, pero con ello se entiende cuál es el mensaje real. Los votos con los que cuentan están al servicio de AMLO, ya que, remató diciendo: “somos la bancada del Presidente”, ¿así? O ¿más claro?
La Ley Federal de Extinción de Dominio aprobada por el Congreso, surge con la idea de debilitar al crimen organizado, pero también es un riesgo para la sociedad civil que queda expuesta a la posibilidad de perder su patrimonio por una denuncia que no necesita estar acreditada por el Ministerio Público, el presidente defiende la composición de la ley señalando que si resulta que el aseguramiento de un inmueble fue injusto, el Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado pagará el valor del bien.
La extinción de dominio, es la pérdida de los derechos sobre un bien porque proviene de un crimen, o se utiliza para cometer un delito o delitos, de los cuales se contemplan los siguientes: los cometidos por servidores públicos, el robo de vehículos y de hidrocarburos, corrupción, delincuencia organizada, secuestro, delitos contra la salud, trata de personas, encubrimiento, lavado de dinero y extorsión. Y se puede aplicar incluso, sin la necesidad de una sentencia.
Para poner en contexto el panorama, el tema tan discutido de las facturas falsas, será considerado delito grave y castigado como delincuencia organizada, y es momento en el que puede intervenir la ley de extinción de dominio, pues quien sea sujeto de una acusación en este sentido, ingresará a prisión, y su patrimonio, sea o no responsable, estará en peligro, pues en caso de demostrar su inocencia, el gobierno le entregará una cantidad de dinero que considere es lo que valían sus bienes.
Con la ley señalada, el gobierno legitima el robo, y destruye incentivos de inversión al manipular las cosas a su conveniencia, esta ley como otras más, entre ellas la conocida como “Ley garrote”, le da énfasis a los supuestos muchos beneficios que arrojan, pero oculta las verdaderas intenciones que deberían preocupar a todos, someten al ciudadano a la voluntad perversa de la federación. Lo legal no le quita lo injusto.
Ahora, valoremos lo siguiente; el gobierno necesita de ingresos para solventar su actividad, gran parte de estos los recibe a través de los impuestos. Estos (los impuestos), deben garantizar el desarrollo y bienestar del individuo en sociedad, quien al entregarle parte del producto de sus ingresos, espera recibir una retribución acorde, traducida en lo más elemental: se garantice su seguridad, salud, educación, servicios públicos, etcétera, sin embargo, actualmente se le da prioridad al gasto social.
El gasto social tiene fines redistributivos y está dirigido a un mercado electorero, se traduce en quitarle a unos para darle a otros, en un intento de imponer un tipo de socialismo inteligente, en el que el que tiene más debe pagar más, con lo que se atenta contra la igualdad de las personas y amenaza la libertad individual, es aquí donde entra la idea de “desarrollo” del mandatario.
Sin embargo, el verdadero reto se encuentra en la defensa de la libertad a través de la libertad privada, acentuando el propósito de la propiedad privada, que debe estar plenamente reconocida, puntualmente definida y jurídicamente garantizada, cualquier gobierno, ya sea de izquierda, de centro o de derecha, que amenace la libertad individual, no puede ser permitido.
Se debe enfrentar al socialismo porque limita la libertad individual, al pretender apropiarse de los medios de producción.
El derecho a la vida, a la propiedad privada y a las libertades individuales son inviolables y tienen que estar jurídicamente garantizados.
El gobierno debe ordenar la convivencia de la sociedad, no amenazar a la propiedad del individuo.
