Iniciamos un nuevo año, un año con nuevas ilusiones, propósitos, metas y sueños. En muchas casas se vivieron rituales, hicieron amuletos, que los calzones de colores para el amor, dinero; que barrer para la suerte, hacer maletas para los viajes, comer lentejas para la abundancia, veladoras benditas para la protección de la familia y muchas cosas más por el bienestar de los nuestros.
En muchas casas, el dolor por la ausencia de seres queridos, y la partida de mujeres que fueron asesinadas, invadió los corazones, porque su partida duele como el primer día; su partida hace elevar oraciones por su alma, porque los malos paguen y las autoridades hagan cumplir la ley.
Nadie quiere ser protagonista de una historia de dolor, nadie quiere que pase nada malo a nuestras mujeres.
Entre los deseos que se pidieron en este Año Nuevo destacó uno en el que se pedía que todas las mujeres que salieran de casa regresaran con bien, plegaria que muchos padres y madres de familia elevamos cada vez que las nuestras salen de casa.
Es un año en el que podemos revirar la dirección, en el que todos podemos sumar esfuerzos, sociedad y gobierno. Desde casa asumir nuestro compromiso como padres de familia de educar a niños y jóvenes con valores, con respeto a las mujeres, sin violencia de ningún tipo. Como padres también predicar con el ejemplo, con respeto a las mujeres de casa, erradicando todo tipo de violencia, pidiendo ayuda profesional si es necesario.
En el gobierno también hay mucho que hacer, iniciando en la Cámara de Diputados local para elevar las penas, que sean penas ejemplares para quienes violenten a una mujer; promover programas de salud mental para víctimas y quienes ejercen la violencia a fin de frenar el círculo de violencia que se sigue repitiendo y cada vez es más cruel.
En cada municipio, primer contacto con la población, instaurar programas para fomentar una Cultura de la No Violencia. Promover una gran campaña de valores y de los signos de alarma. Las personas ya recluidas con penas cortas de condena, trabajar en una verdadera reintegración social, porque cuando salen de la cárcel lo hacen con más maldad y aquí en este mundo ya sobra la gente mala. Es urgente actuar. Estamos escribiendo apenas las páginas de este 2020 y no queremos que se marque de muerte, de violencia en contra de la mujer, pero los deseos requieren ayuda, requieren trabajo para que se hagan realidad.
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