Es bien sabido que las primeras civilizaciones se establecieron en los márgenes de los ríos, esto con la finalidad de abastecerse de agua y tener los suelos más fértiles para la agricultura.
Sin embargo, al paso de los años los asentamientos humanos fueron incrementando sus demandas y necesidades, hasta llegar a la era industrial que trajo consigo problemáticas ambientales cuyos efectos son críticos y que al día de hoy estamos viviendo sus consecuencias.
Bolsas de plástico, llantas, botellas de vidrio y pet son algunos de los materiales que más abundan en nuestros ríos del planeta y resultan en el fondo de los océanos, provocando la muerte de miles de especies marinas e incluso de vidas humanas.
Un estudio de las Naciones Unidas determinó que los ríos más contaminados del mundo son; el río Ganges ubicado en la India, en la segunda posición el río Salween en Tailandia y en tercera posición el río de la Plata en Argentina. Nuestro país no es la excepción los tres primeros lugares los ocupan los ríos; Grijalba, Lerma y Balsas, según la Asociación Civil “Fondo para la Comunicación y Educación Ambiental.
Por su parte la fundación Holandesa creada en 2013 por Boyan Slat denominada “The Ocean Cleanup”, se dedica a la extracción de residuos plásticos y prevención de contaminación en los ríos y océanos. La fundación ha desarrollado varios proyectos tecnológicos, destacando entre ellos el “Interceptor”, un barco que es 100 % sustentable, ya que trabaja a través de celdas solares de manera autónoma. Fue puesto en marcha en Octubre de 2019 en Rotterdam y su principal objetivo es limpiar los 1000 ríos más contaminados del mundo, estableciendo como meta el 2025, ya que según la fundación The Ocean Cleanup el 80% de la basura que llega a los océanos, proviene de los ríos.
Su funcionamiento consiste en colocarse estratégicamente en una parte del río y que la basura siga la corriente para que posteriormente ingrese al barco a través de una banda que distribuye la basura equitativamente en contenedores independientes. Una vez que los contenedores han llegado a su máxima capacidad, el sistema manda una señal a un operador local para que éste pueda trasladar los residuos a la orilla y comience el proceso de reciclaje, para posteriormente reinicie con la recolección de basura.
El Interceptor tiene la capacidad de recolectar más de 100,000 kg de basura al día. Los primeros dos prototipos ya están operando en Malasia e Indonesia; con el apoyo de gobiernos y organizaciones pretende llegar a muchos lugares más para cumplir con su meta el 2025.
Ciertamente este tipo de tecnología nos ayuda en la limpieza y conservación de los ríos y océanos, pero sigue siendo una responsabilidad de todos los seres humanos el reducir o evitar el consumo de estos materiales. El reciclaje también juega un papel fundamental, solamente de esa manera podremos ir reduciendo las toneladas de basura que van a terminar en el fondo de los océanos.